por Carlos Alonso Bedoya
Las declaraciones de Ollanta Humala esta semana en el Parlamento Europeo sobre el acuerdo comercial entre el Perú y la Europa en crisis no tienen lógica. Primero, el presidente dice en su discurso: “… Ollanta Humala tiene diez meses de presidente y siempre he tenido un discurso crítico a los tratados de libre comercio pero hoy día como presidente tengo que respetar las políticas de Estado y lo tenemos que hacer bien…” [sic]. Hasta ahí uno pensaría que el candidato que desde 2006 nucleó alrededor de sí a empresarios anti-TLC, antipolítica de mercado abierto, antidar todas las facilidades al capital extranjero y que querían algún nivel de protección, daba a entender a los parlamentarios europeos que a pesar de que él no cree en el libre comercio, no le quedaba otra que respetar lo que ya es un compromiso adquirido por el país.
Uno podría decir que eso es coherente con el temor que tiene Humala de una demanda en el CIADI si es que no va Conga, o si se quiere renegociar bien con la Telefónica. Un miedo que Castilla y compañía se han encargado de meterle desde que empezó el gobierno.
Pero inmediatamente Humala agrega: “… por eso creo firmemente que la suscripción de este acuerdo va a beneficiar a ustedes y nos va a beneficiar a nosotros…” [sic]. Y ahí viene el sin sentido, porque no explica cómo dejó de pensar que los TLC eran perjudiciales y aumentaban las asimetrías entre Estados, ni cómo tiró por la borda su propuesta de renegociar dichos acuerdos.
¿O lo que quiso hacer el presidente fue darle la razón a su primer ministro en eso de que debe olvidar sus promesas de campaña? No olvidemos que uno de los principales ejes de la oposición que hizo Ollanta a García era justamente que los TLC profundizaban la desigualdad por la gran disparidad entre la economía peruana y la de los países en desarrollo. Y no es poca cosa, porque eso era el centro de la economía nacional de mercado, cuando aún el hoy presidente abrazaba un proyecto político.
Hoy solo queda el continuismo, tanto así que Ollanta termina su discurso diciendo: “… creo firmemente que si avanzamos solos tal vez avancemos un poco rápido, pero si vamos juntos vamos a avanzar más lejos” [sic], parafraseando al presidente chileno Sebastían Piñera respecto de la Alianza del Pacífico.
La política exterior peruana no ha cambiado en nada. Prioriza la integración comercial con Chile, Colombia, México y Estados Unidos, en contra de la Unasur, tal cual García. Es más, Humala acaba de firmar un significativo acuerdo de cooperación en materia de defensa con Estados Unidos, por el cual el Comando Sur norteamericano construirá en Piura un Centro de Operaciones de Emergencia Regional. Lo que antes quedaba en Manta, cuando Ecuador era proWashington y que Correa desalojó en 2009 hoy se muda al Perú de Humala.
Siendo coherentes, el lema de campaña de Gana Perú debió ser “La gran continuación”, el jefe de programa PPK, y en su plancha debió estar Lourdes Flores. Pero a eso no le votaba la mayoría.
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