Escribe: Néstor Roque Solís (*)

Hoy estuve con mi familia en  la campiña de Huacho con ocasión del aniversario del Día del Campesino, y realmente, una vez más he visto un presidente regional vaca en la región Lima. Javier Alvarado se paso toda la tarde regalando lampas, picos y barretas para los agricultores con una gestión populista chicha. En su exposición, que tuve la oportunidad de escuchar, no hay calidad, competitividad, mercados, precios y proyectos de impacto para la modernización para la agricultura.

 

Lo que Javier Alvarado busca no es desarrollo de la región, sino votos y clientes para sus pretensiones electorales. Claro que los campesinos quieren regalos y donaciones, pero eso es: pan para hoy y hambre para mañana.

Javier Alvarado es un gobernante mediocre. Javier Alvarado es un gobernante vaca. La vaca es una metáfora del libro de Camilo Cruz sobre para  referirse a la mediocridad, conformismo y demagogia de la gente. Desde mi punto de vista el gobierno de Javier Alvarado ha demostrado ser una vaca que da poca leche, es decir, poca sustancia de bienestar a la población de la región. Ya no hay toros en  el Gobierno Regional de Lima, lo que existen son vacas enfermas por el delito para recibir sentencia popular.

Los parches y los gastos para hacer donaciones no dan resultado en la región Lima. Las soluciones de emergencia, a veces eficaces, duran lo que la emergencia misma dura. No hay poder político que se sustente sobre la eterna urgencia y paliativos de gestión chicha para contentar a la población. Lo que se denomina gobierno bombero, que solo sirve para apagar incendios de la coyuntura de los distritos y provincias de la región.

Que podemos esperar de la gestión de Javier Alvarado ya en retirada pero no vencido, que cada día reordena sus comunicadores para su defensa, compra conciencias y personajes mediáticos, y hace lobby empresariales y políticos desesperados para tratar de quedarse en el poder el máximo  tiempo posible.

Para Javier Alvarado no ha terminado la campaña política sigue cuestionando al ex presidente Nelson Chui y congresistas que no son de su mismo pensamiento y fechorías. Contrata Procuradores para perseguir a los opositores, paga puntualmente a medios para difamar a sus críticos. Pobre hombre ya no sabe lo que hace ni lo que quiere. Esto demuestra que esta asustado porque se le viene la noche negra por el delito de desfalco millonario en Lunahuaná.

Javier Alvarado dispara por estos días todo tipo mensajes y denuncias que al final serán enviados al basurero de la historia en la región Lima. Porque en un año y medio de gestión  Javier Alvarado y su pandilla de compinches han demostrado saqueo y robo, que si la justicia funciona todavía funciona en el país, deben estar todos ellos en buen recaudo por las pruebas irrefutables que tienen en sus manos los fiscales, jueces y peritos de la contraloría que demuestran palmariamente las malas artes para gobernar de la vaca de gobernante que tenemos en la región Lima.

Un fuerte aumento del Producto Bruto Interno (PBI) no significa de modo automático una mejora del nivel de vida de la población ni la jerarquización del aparato productivo. Igual  ser un gobierno regional que pregona, que es el primero a nivel nacional no garantiza  bienestar para la población, más si pone en la canasta de los gastos los devengados y proyectos comprometidos en el pago a futuro a sus proveedores y contratistas. No somos tontos para no darnos cuenta que ese primer lugar, es solo una propaganda de asociación ilícita para desinformar, cuando hasta la fecha, en sus diez años de gobernante vaca de gestión: Javier Alvarado no puede mostrar una sola obra de impacto  provincial y regional.

LA VACA NO TOCA EL TEMA DE FONDO DE LA REGIÓN

 El tema de fondo en la región es ¿Cómo hacer para que las ganancias de productividad se transfieran de modo directo al poder adquisitivo de las familias de la región? ¿Cómo conseguir implantar el círculo virtuoso al que se refiere el mencionado Plan de Desarrollo Concertado de la región que genere aumento del ingreso de las familias trabajadoras/ampliación de la base del consumo de masas/inversiones/aumento de la productividad y la competitividad/aumento del ingreso de las familias pobres de la región?

Para lograrlo no existe un factor único, sino la convergencia de múltiples elementos, que requieren una aceitada articulación política y socioeconómica. El motor de arranque puede ser, por el lado de la demanda, un vigoroso plan de obras públicas, unido a aumentos salariales, en especial del salario mínimo. En cuanto a la inclusión social, realizar la escolaridad obligatoria en doble turno y ejecutar una capacitación elemental masiva para quienes no hayan completado la enseñanza básica, cualquiera sea su edad. A su vez, el estímulo de la oferta requiere crédito abundante, barato y dirigido con rigor a los sectores proveedores de bienes de consumo popular y a los mayores empleadores de mano de obra; la aplicación de la matriz de insumo-producto dirá cuáles son esas actividades (dicho sea de paso, el tema del crédito es una cuestión política: no se puede dejar el sistema financiero librado a la pura "lógica" del mercado. El gobierno tiene que intervenir en su reforma, orientación y control).

Para el financiamiento de ese programa, además de las asignaciones presupuestarias, puede crearse un fideicomiso extrapresupuestario, que se nutra con la restitución de los aportes patronales y de impuestos al sector financiero (en un cálculo rápido realizado se comprueba que por esta vía podrían recaudarse muchos millones de soles anuales).

Las ventajas de este modelo son múltiples. En el plano económico estimula el consumo de bienes de mediana complejidad producidos por la industria regional, con importante participación de empresas medianas y pequeñas: entre otros, alimentos, vestido, calzado, electrodomésticos, materiales de construcción. Además, se trata de producciones con muy poco componente importado, de modo que no son graves para la balanza de pagos; más aun, podrán generar divisas por la posibilidad de exportación, sobre todo a Brasil y a los países de la cuenca del Asia-Pacifico, que han decidido adoptar un modelo de consumo masivo.

En el plano social implica la incorporación a la sociedad de amplios sectores de la población, que han sufrido un creciente proceso de exclusión. Esta integración no es sólo cuantitativa -abandonar la marginalidad-, sino sobre todo cualitativa, al dejar de depender de un subsidio social y pasar a percibir un salario justo y digno. En lo político, se trata de consolidar la unidad regional por la supresión de exclusiones. Por la obra pública se trata de restablecer una comunicación transparente y la ejecución de obras de impacto en cada provincia de la región para el renacimiento de las economías por cuencas y valles hidrográficas.

Por supuesto, las políticas de consumo masivo dan el impulso; pero deberán ser acompañadas por otras actividades mucho más complejas, que eleven la jerarquía del sistema productivo. A modo de ejemplo pueden citarse las industrias en parques industriales y tecnológicos de cerebro-intensivas, como la atómica, la biotecnológica, la microelectrónica, la aeronáutica, la naval, la siderurgia creativa, el desarrollo misilístico, esa es la función de los gobiernos regionales, y no, lo esta haciendo Javier Alvarado  de simple Papa Noel para contentar a la población con regalos y donaciones a  maestros, comuneros y campesinos.

Hoy 24 de junio Javier Alvarado esta regalando a los campesinos un poco de urea, equipos y maquinarias a los agricultores, y el próximo 6 de julio estará en el distrito de Huamantanga-Canta regalando laptop, víveres y chalecos a comuneros, solo para eso sirve, el gobernante que tenemos en la región Lima.