por Eduardo González Viaña
-¿Es un pájaro?
-¡Es un avión!
-No, hombre. Es un mojado. Un ilegal.
ESTADOS UNIDOS. Ya en nuestros tiempos la campaña no es tan sólo contra los que entran ilegalmente, sino contra todos los latinoamericanos.
Luego de este diálogo inicial, el coro de “Los Tigres del Norte” canta:
Llegó del cielo, y no es un avión.
Venía en su nave, desde Criptón,
y por lo visto, no es un “americano”
sino otro igual como yo, indocumentado.
Así es que, Migra, él no debe de trabajar
porque aunque duela, Supermán es ilegal.
Hace un par de semanas, el presidente Barack Obama anunció la suspensión inmediata de las deportaciones de hijos de indocumentados que tengan menos de 30 años, que hayan llegado antes de los 16 y no tengan un historial criminal.
La medida, que favorecerá a uno o quizás dos millones de jóvenes en su mayoría hispanos, se ampara en el hecho de que los mismos son, como lo dijo el mandatario, jóvenes “esforzados, talentosos y patrióticos”.
Obviamente, el virtual candidato de los republicanos, Mitt Romney, ha deplorado que el presidente usara una Orden Ejecutiva para sobrepasar el permanente boicot –escondidamente racista- del Congreso.
La verdad es que en uno y otro lado de los Estados Unidos, los sectores derechistas se han radicalizado y, además de querer empujar este país hacia doscientos años atrás, están deseosos de convertir la vida de los inmigrantes “hispanos” en un infierno.
DISCRIMINACIÓN
En Arizona, a partir de la nueva ley de inmigración, resulta sospechoso cuando no prohibido hablar castellano, expresarse con acento extranjero, tratar con inmigrantes e incluso tener rostro de indocumentado aunque la gobernadora del estado, Jan Brewer no ha podido decir a los periodistas cómo es exactamente esa imagen.
Tan radical y expeditiva es la ley que el propio gobernador de California se ha asustado. El fornido actor de Terminator, Arnold Schwarzenegger, un austriaco nacionalizado estadounidense, ha declarado que no volverá a viajar a Arizona porque –debido a su fuerte acento- podrían apresarlo.
De otro lado, todos los precandidatos republicanos no perdieron ocasión para asegurar que el mejor trato para los hispanos es ponerlos en la frontera con México. Como se recuerda, la mayoría de ellos dijo tener poderes para hablar con Dios quien, según ellos, les había ordenado participar en la contienda.
Ya en nuestros tiempos la campaña no es tan sólo contra los que entran ilegalmente, sino contra todos los latinoamericanos quienes, según sus detractores, son una amenaza para la cultura y la identidad “americanas”. Eso se advierte en las palabras del republicano de Arizona, J.D. Hayworth, quien reclama una “moratoria en la inmigración legal procedente de México.”
CAMPAÑA RACISTA
De su parte, el representante de Colorado, también republicano Tom Tancredo califica a Florida como un país del Tercer Mundo, lo cual evidencia que la campaña antiinmigrante es decididamente racista. Tancredo, nieto de inmigrantes latinos, pasa por alto el hecho de que los cubanos de Florida son legales y que ese estado es uno de los más prósperos y desarrollados del país.
En esas circunstancias, los inmigrantes (debo decir, los nuevos, porque éste es un país de inmigrantes) cuentan con el soporte de la gente civilizada y progresista que se ha expresado en multitudinarias manifestaciones en casi todas las ciudades del país. Pero tienen de su lado algo más, y es el humor, la chispa, la gracia y el genio de “latinos” como los “Tigres del Norte” y otros grupos como los “Hermanos Ortiz” según los cuales Supermán es tan ilegal como cualquier otro indocumentado porque entró por el cielo, no tiene pasaporte, ni visa, y ni siquiera licencia para volar.
Cuentan, además, con la inocencia y la valentía de la niña peruana que –cuando la esposa del presidente hablaba en su escuela de una inmigración legal y ordenada- la interrumpió para decirle:- ¡Pero mi mamá no tiene papeles, señora Obama…!
Dejemos que Supermán siga volando:
No tiene mica ni permiso pa’ volar.
Y les apuesto que ni seguro social.
Hay que echar a Superman de esta región
y si se puede, regresarlo pa’ Criptón.
La Primera 24.06.2012
El Correo de Salem