Después de 1 año de funcionamiento de algunas OPD y programas gubernamentales ejecutados en Ayacucho, la situación es más que preocupante. Ciertamente, no estamos en capacidad de evaluar toda entidad desconcentrada, pero sí de un número reducido de casos que permita generalizar nuestra observación de la realidad. Partimos de la siguiente hipótesis: “Las entidades públicas vinculadas al Poder Ejecutivo han funcionado deficientemente. Quienes han dirigido estas instancias brillaron, o brillan, por su manifiesta incompetencia”.
La gobernación regional es el caso más evidente de ineptitud. El Gobierno cometió el error de confiar el cargo en una persona que carece de capacidad para dirigir una organización gubernamental o una administración pública. Daniel Roca fue, desde mi punto vista, el peor gobernador de los últimos 20 años. Su afán desmedido de protagonismo y poder, lo inhabilitan políticamente. Creo, además, que no mereció este cargo, de naturaleza política, porque sencillamente no es del partido oficialista.
Pero este personaje ha sido nuevamente premiado por el gobierno de turno. Estamos ante el nuevo Comisionado por la Paz y el Desarrollo, cargo que debido a su poca funcionalidad debería extinguirse, al igual que las gobernaciones, el grupo multisectorial del VRAE, SERVIR, entre otros. ¿Cuál es el mérito de Roca? Vaya uno a saber. Lo cierto es que luego de la primera vuelta electoral, fue personal al servicio del despacho de José Urquizo. Pasará 1 mes, 1 año, y el comisionado será una figura decorativa, sin presupuesto, sin funciones, sin personal.
Los programas sociales, los alimentarios y de lucha contra la pobreza, no han logrado los resultados esperados. Los jefes, directores regionales, gestores y administradores en Ayacucho, parecerían haber sucumbido al statu quo. Nuevas caras no necesariamente suponen cambios en el manejo y control de estos programas. Incluso, la Jefatura regional de FONCODES, a pesar de ser un cargo de confianza, es cuasi propiedad de una persona gracias al Poder Judicial.
El actual Jefe de FONDEPES se llama Sergio Gonzáles, expersonero del APRA, designado por Urquizo Maggia, de quien fue asesor parlamentario. El 16 de agosto de 2012, FONDEPES convocó a concurso CAS 019-2012, siendo ganador Irwin Gonzáles Aguado, ex servidor del Despacho de José Urquizo. Ciertamente, el jefe de FONDEPES, no fue parte del Comité Evaluador, pero resulta extraño que un agrónomo haya acreditado mérito para que preste apoyo en gestión crediticia y de recuperaciones en la Oficina Zonal del VRAEM para la atención de los acuicultores. Irwin Gonzáles fue también Jefe regional del Programa Jóvenes a la Obra.
Cuando José Urquizo fue ministro de Estado, Yacov Cauti, un parinacochano con bastante suerte, fue designado Director de Recursos Humanos del Ministerio de Producción, con un sueldo de 10 mil soles, ejerciendo el cargo hasta el 04 de junio de 2012. Días después, Cauti se convertía en Director de Recursos Humanos del Ministerio de Defensa, con un sueldo de 12 mil soles mensuales aproximadamente. El 30 de julio, el nuevo ministro Cateriano expectoró a Cauti de tan generoso cargo, probablemente porque no tenía la talla para una dirección de semejante envergadura.
Sin embargo, a Cauti nuevamente le sonrió la suerte. Ahora es el nuevo Jefe de COFOPRI en Ayacucho, designado mediante RD 192-2012-COFOPRI/DE, mientras que el actual Jefe de COFOPRI en ICA es Pedro Enrique Prado Prado, designado por Urquizo Secretario General del Ministerio de Producción y luego Coordinador Parlamentario del Ministerio de Defensa. Prado Prado, hermano de un ex Presidente de la Corte Superior de Ayacucho, fue antes Director Regional de Trabajo. Sobre estas oficinas hay que estar muy alertas, pues detrás de las formalizaciones de propiedad podría haber intereses particulares.
Hay más casos que pueden mencionarse, pero los descritos resultan suficientes para entender porqué tanta ineficiencia en algunas OPDs de la región. De los más de 12 OPDs en Ayacucho, conozco sólo a 2 ó 3 que ostentan jefaturas y de los que tengo certeza que son del Partido Nacionalista. Del resto, no me consta, salvo que recientemente se hayan afiliado. Lo cierto es que como organización política, me da vergüenza ajena que el nacionalismo ayacuchano no haya hecho respetar su fuero, salvo honrosas excepciones de algunos que -por ser contestatarios- han quedado aislados, y acaso marginados.
Culmino con otra hipótesis: Urquizo ya está en campaña política. En Ayacucho, seguramente, no pasará, pues la reserva moral de la política regional tiene el deber de apostar los próximos años por políticos eficientes, lideres políticos que gocen de legitimidad social. Basta ya de políticos impuestos e improvisados. Por todo esto me opongo férreamente a la eliminación del voto preferencial. ¿Se imaginan, eliminado el voto preferencial, a los candidatos para Ayacucho impuestos por los partidos nacionales, producto de negociaciones bajo la mesa?