Por Herbert Mujica Rojas
Afirmó el ex presidente Alan García que las conferencias que dictó en universidades del exterior le produjeron pingues cifras por varios cientos de miles de dólares. Muy bien, pertinente es entonces que muestre los documentos originales de los pagos que recibió. Ninguna institución del mundo sufraga cifras de ese monto sin conocimiento de sus tesorerías las que emiten documentos de pago y vía cheque y eso tiene que estar registrado en sus contabilidades.
En la rueda de prensa que ocurrió en la Universidad San Martín de Porres, la misma que según García Pérez, le paga cientos de miles de soles que tiene que acreditar contablemente ante la investigación y ante el público, dijo el ex mandatario que sus libros, el Congreso y otros conceptos le premunieron de la millonaria cifra de la que dice no hacer alarde aunque a todos consta el goce hedonista que mostraba aquél cuando enunciaba sus ingresos.
¿Basta el dicho del señor García en una reunión subitánea con la prensa para aclarar los alcances de la investigación a que está sometido? Creo que no. El jarabe de lengua es inane frente al cruce de informaciones en que tiene que incurrir el escrutinio de enriquecimiento ilícito ya en curso.
Ayer por la mañana, muchas horas antes del convite, había circulado un artículo magnífico del doctor Guillermo Olivera Díaz indagando por los documentos sospechosos que habría de mostrar García Pérez. Por la tarde, como es de conocimiento general, los rápidos reflejos del ex presidente culminaron en conferencia de prensa. ¿O maniobra distractiva dentro de su postulación para el 2016? No por mucho madrugar, se amanece más temprano, reza el dicho.
Indagaciones obligatorias: ¿Cuándo recibió determinada suma de dinero? ¿en qué lo gastó? ¿cuánto gastó? ¿qué recibos de ingreso-egreso cotejada con las casas emisoras de ida y vuelta, existen? ¿qué fechas tienen los documentos y si hay lógica en sus aplicaciones? Nadie se tragaría el sapo que recibió en enero de un año pero compró en setiembre del año anterior lo que empujaría la inferencia que la factoría de la calle Azángaro está más activa que nunca.
¿Y los gastos familiares numerosos por la cantidad de hijos y distintas casas que tiene el señor García? ¿qué cantidad de ingresos destina a estas responsabilidades? Los documentos tienen que ser originales y conciliados con las casas emisoras y receptoras.
¡Los giros que da la vida! Del Alan García que aceptaba resignado la caridad de los conmilitones que surtían de leche para sus hijas pequeñas, él carecía de todo dinero porque nunca trabajó, a comprador de una vivienda de casi ¡1 millón de dólares en Miraflores!
El contraste con la modestia en que vivió el fundador del Apra, Víctor Raúl Haya de la Torre no puede ser más contundente: el luchador trujillano murió el 2 de agosto de 1979 en casa fraterna pero prestada de su prima Mercedes. Dejó libros, liderazgo moral y honrado y ni la tumba en que están depositados sus restos en el Cementerio de Miraflores de la ciudad norteña fue suya sino de la familia Burmester. La frivolidad de García escarnece y solivianta, por eso es que se siente tan cómodo en su posición de reaccionario derechista y mejor representante del conservadurismo peruano, el mismo de toda la vida: corrupto, comprador de conciencias y aprovechador de individuos como Alan García Pérez.
Voces ingenuas "revelan" que García Pérez es ahora millonario. Me temo que cuando culminó, en el más absoluto y misérrimo desprestigio, su primer desgobierno 1985-1990, aquél se fue del país hacia Colombia y luego a París, Francia. Se sabe, porque es público, que en la capital gala, posee un departamento de costo millonario. ¿Con qué dinero vivió los años que allí residió? ¿de dónde salieron esos fondos? ¿Algo que ver con lo que contó detalladamente sobre los aviones Mirage y su negociación plena en situaciones extrañas, el ex senador Carlos Malpica Silva Santistevan en su libro Pájaros de alto vuelo?
Mientras que miles de apristas aún rumian y extrañan la fraternidad de la que se sentían orgullosos, la misma que fue escudo ante tantos y crueles años de persecución de gobiernos tiránicos, hoy el señor García es sospechoso, como en el lustro 1985-1990, de enriquecimiento ilícito, esta vez por la gestión entre 2006-2011. ¿Puede enorgullecer semejante verguenza a cualquier aprista forjado en el yunque de padecimientos y sacrificios? En los días actuales, el derechista se compra una casita de casi ¡1 millón de dólares!
¿Calculó correctamente Alan García la maniobra publicitaria? ¿creyó que, como en el billar, golpeaba una bola para impulsar a otra? El aventurerismo del ex mandatario se inscribe muy bien en la archiconocida dejadez peruana que acepta los golpes y se queja interminablemente luego de producidos los hematomas y consecuencias. Pero, no se debe olvidar, que hay tiros que salen por la culata.
El público tiene derecho absoluto a conocer el avatar económico y financiero del señor Alan García Pérez. Cómo consiguió sus ingresos, de dónde y de quiénes y bajo qué métodos comprobados (no empresas interpósitas o fachadas) y cómo gastó en qué, quiénes y qué documentos y sus impuestos y declaraciones, y la confirmación de esas cifras en bancos y en Sunat. El levantamiento del secreto bancario contribuirá en no poco a esta transparencia. Cierto es que no se descarta el uso de testaferros criollos y en el exterior para ocultar cuentas y destinos.
http://www.voltairenet.org/article177410.html?var_mode=recalcul
6-2-2013