Plinio Esquinarila
Compatriotas: No voy a hacer un recuento banal de hechos insustanciales sino voy a definir, sobre la base de un somero balance, las proyecciones del Perú hasta el fin de mi mandato y con vistas al Bicentenario (2021).
Debe ser nuestro objetivo, para ese 2021, ser un país del primer mundo, o al menos colocar sus cimientos básicos. Para ello, en primer lugar, debemos impulsar una revolución educativa, acorde con el desarrollo científico y tecnológico del primer mundo.
Para tal efecto, las universidades no solo tendrán una superintendencia técnica (no política) que las certifique, sino que las del Estado, sobre todo las más importantes, recibirán el aporte de un mínimo de 100 Ph.D y/o doctores extranjeros en investigación, ciencia y tecnología.
Esto para que nuestros estudiantes egresen, a corto plazo, o en el peor de los casos a mediano, con los estándares mínimos de las 100 primeras universidades del mundo, donde actualmente no nos ubicamos ni de lejos. De esa forma revertiremos la crónica fuga de cerebros y superamos a nuestros vecinos* en la captación de los científicos de Europa, en particular España, que está en crisis, o de otros países, dándoles todas las facilidades para su instalación en nuestra patria. A ellos se sumarán, posteriormente, nuestros muchachos beneficiarios de Beca 18, el único programa social rescatable del gobierno.
La modernización antes diseñada –con el debido incremento presupuestal- se complementará con el concurso de una Misión Coreana contratada por el Estado que deberá reformar de raíz uno de los peores e ineficientes sistemas educativos del mundo, como es el peruano, como se puede verificar en las cifras de comprensión lectora y matemática. Corea está a la vanguardia mundial de la educación técnica en equipo. Tomaremos estas medidas porque es imposible reorientar la educación hacia la meritocracia por su actual politización y el peligro del crecimiento de corrientes violentistas en su seno.
Con estas medidas, en pocos años podemos tener una fuerza laboral altamente calificada para todos los sectores económicos, poniendo énfasis en la Física cuántica, que actualmente revoluciona la industria energética, la biotecnología, la nanotecnología, el transporte, la conquista del espacio, etc, etc. De esa forma ya no tendremos que importar técnicos de Argentina, Colombia y otros países, por ejemplo, para la industria gasífera de Camisea.
La reforma de la educación será parte de la reforma del Estado, incluido del Poder Judicial, donde la Ley del SERVIR solo es la punta del iceberg. Convocaremos a una licitación internacional para reformar las instituciones estaduales, porque la experiencia nos ha demostrado, largamente, más aún en el Poder Judicial, en la Policía Nacional, o en la salud y la seguridad social, que es imposible que se reformen motu proprio, o con la participación de los partidos representados en el Congreso Nacional. Necesitamos en Estado pequeño, proactivo, moderno, altamente calificado (esto también vale para las FFAA) y con seguridad jurídica. Es decir que no desnaturalice nuestro ordenamiento legal, como está sucediendo con el TC, que deberá desaparecer, o en el peor de los casos ser un ente de control preventivo constitucional y no meterse a hacer leyes (legislación positiva) ni menos violentar la cosa juzgada.
Para el Bicentenario, o aún antes, el Perú debe integrarse con las vías de comunicación de costa, sierra y selva. Por vía terrestre construiremos tres grandes túneles trasandinos. Primero de Lima a Junín, porque la Carretera Central hace años ya ha colapsado. Otro en la cordillera del Norte, a la altura del puerto de Paita, en la idea, como en el centro, de ser parte de una vía mayor, ferrocarrilera, que nos una con Iquitos y la Interoceánica Norte. La última, al Sur, en el lugar que la ingeniería considere conveniente, que repotencie la Interoceánica que llega hasta el Brasil, teniendo a Moquegua, Juliaca, Puno y Bolivia como beneficiarios inmediatos, para apoyar a los puertos de Ilo y Matarani. Y, respecto de los puertos, equipar el de Paita, que puede ser el más grande del Pacífico, por razones naturales; repotenciar el de Marcona y los de Ilo y Matarani, incluido el del Callao que ya está concesionado. Finalmente, construir la vía ferrocarrilera que atraviese toda la costa, de Tacna a Tumbes, con doble carril.
Compatriotas: He llegado a la conclusión que –con la continuidad de nuestro crecimiento económico, más allá de los problemas que se nos vienen del mercado internacional- debemos tomar dos medidas: 1) Retomar el proyecto Conga y dar facilidades a la inversión minera que respete los marcos medioambientales del mundo civilizado. 2) Ir desmantelando la tremenda burocracia que se viene creando con los programas sociales (Qali Warma, Buen Inicio del Año Escolar, Cuna más, Jóvenes a la Obra, Trabaja Perú, Juntos, Foncodes, Vamos Perú, Vida Digna, Pensión 65, Fondo para la Inclusión Rural…), para que el pueblo no crea que se está buscando la base social para la “reelección conyugal”, ni menos propiciando una sociedad de pedigüeños ni pobretes.
Sobre el tema de la seguridad ciudadana, que tanto nos desvela, entrego 7 ejes de trabajo (…). Finalmente pido perdón al pueblo por la repartija que mi partido Gana Perú orquestó desde Palacio de Gobierno, junto a Perú Posible y otros, para el control del TC y la Defensoría del Pueblo.
*Chile y Ecuador
Correo Huancayo 30/07/13