Carlos Ferrero

Algunos teóricos culpan  la crisis de la representación política a la existencia de distritos electorales múltiples, es decir circuscripciones (en nuestro caso los departamentos) donde en función de la población electoral,en cada uno de ellos se vota por varios congresistas. Estos críticosproponen achicar los distritos electorales pero aumentando significativamente su numero hasta llegar por ej. al 30 circuscripciones en las que para cada una se elige a un solo congresista. Expresan que asi, los partidos grandes ganarían en casi todos los distritos uninominales lo quetraería como consecuencia que llegarían al Congreso solo las “mayorias” lo que redundaría en un Legislativo mas estable y mejor. Con la ventaja adicional, dicen, que cada congresista en vez de representar a todo un departamento, representaría solo  una fracción del mismo y por lo tanto tendría una relación más personal y directa con sus electores.

Nuestra primera objeción a esta tesis es que en una sociedad multicultural y heterogénea como la nuestra, resulta contrario a la realidad pretender que el Congreso este compuesto por solo una o dos tendencias llamadas “mayoritarias”, excluyendo al resto.

En segundo lugar, es cuestionable generar una “mayoría” eliminando a los demás, aun cuando la sumatoria de estos puede resultar sorprendentemente numerosa. Por ej los resultados para el Congreso en las elecciones del 2006 y 20ll demuestran que de aplicarse la formula de uninominales o binominales, el 35% de los electores se quedarían sin ser representados pues los dos partidos más grandes, sumados, alcanzaron solo el 65% del total de los votos

Sabemos que en algunos sistemas la proporcionalidad no es exacta pero siprevalece mundialmente como el criterio principal. Es por ello que nuestraConstitución dice en su art. 187: “En las elecciones pluripersonales hay representación proporcional conforme al sistema que establece la ley”

Un sistema que sea democrático  y por tanto inclusivo no puede ignorar laproporcionalidad porque si cada ciudadano vale lo mismo que el otro, no debe impedirse acceder al Congreso a vastos sectores de la población sin que el sistema pierda su legitimidad. Por eso, respetar la proporcionalidadrefuerza la gobernabilidad  y no al revés.

Además, representar a todo un departamento (como ahora lo hace cada congresista) o representar solamente a una parte del mismo, no implica una diferencia numérica tal como para considerar que la naturaleza de larelación elector-elegido va a mejorar de manera significativa pues los representados siempre serán cientos de miles. Por eso se sostiene que la inmediatez debe buscarse más bien en la representación de los gobiernos locales.

Un caso especial es la capital del país que ahora elige 36 congresistas. Aquípodría evaluase por ej seis circunscripciones en vez de una, eligiendo en cada cual a 6 congresistas, pero de todos modos se estaría manteniendo la proporcionalidad pues un número de 6 permitiría la elección de los que no son la forzada “mayoría”.


La República, 13.10.13