Jans Erik Cavero Cárdenas; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

La semana pasada un programa dominical anunciaba las declaraciones reveladoras de un testigo clave que daría un nuevo giro en el caso de los narco indultos. El video que muestra a Carlos Butrón Dos Santos “Brasil”, con una nueva versión sobre los indultos y las conmutaciones de pena, sería una campaña orquestada por el APRA en su intento por blindar a García Pérez y exonerarlo de toda responsabilidad penal y política.

Las declaraciones de Brasil, sin embargo, no son veraces ni reveladoras, ni mucho menos va a dar un nuevo giro a las investigaciones que está concluyendo la Megacomisión.  En el video se observa a un pobre hombre que lee un guion, quizá por dinero u otra favor, con el objetivo de desprestigiar a Tejada y restar credibilidad al trabajo del equipo de asesores.  Brasil no sólo miente en su nueva versión, sino que no dice nada sobre su encuentro con Facundo Chinguel en Piura, o sobre sus reuniones domiciliarias con ex miembros de la comisión de gracias.

Brasil no fue testigo clave en la comisión investigadora porque nunca atestiguó ante ella. Si bien en sus declaraciones ante la prensa ofreció indicios que posteriormente fueron verificados o descartados por la Megacomisión, existen testimonios impactantes de otras personas que han aportado indicios de mayor relevancia.  Aunque claro, para García, Del Castillo, Pastor, Mulder, Quesquén, las manifestaciones de delincuentes no deben tomarse ni aceptarse para determinar responsabilidades. Cuando un delincuente denuncia un presunto delito de la gestión aprista, no sirve; cuando el delincuente blinda o niega responsabilidad alguna, resulta válido y útil. ¿Alguien entiende semejante contradicción?

La presunta coartada con el garoto no sería la única. Ante la existencia de varios testigos no sería extraño que más adelante salga otro pontificando la inocencia de Chinguel, Pastor y García. ¿Quién de los ex altos funcionarios involucrados estaría tras otra coartada?

Dos Santos no fue citado al despacho congresal, sino que él mismo se puso en contacto pidiendo una reunión para ser escuchado. Hasta antes de su visita no se conocía su papel como delegado del Penal de Lurigancho, menos aún sobre acusaciones contra él. Por lo tanto, su afirmación de que Tejada conocía de denuncias y que para revertirlo era necesario echar a Facundo y sus funcionarios, resulta una burda mentira.  Que Tejada haya mencionado apoyo de la prensa y de los magistrados es otra falacia inaceptable.  Brasil se despachó en un canal con el que Tejada no tiene afinidad. Lo del dinero y su salida del país fueron solicitudes de Dos Santos y no ofrecimientos propuestos por el legislador.

A Brasil le dio miedo la muerte, las amenazas y los amedrentamientos telefónicos. Esta situación no se condice con un hombre que en una revista  se jactaba de ser más que un tayta en Lurigancho, y que por eso fue elegido delegado general del penal. Tito Uscuvilca, “el pitufo”, era una zapatilla a su lado; los colinas, bebés de a pecho. Tampoco se condice con un futbolista que había peloteado con el mango Olaechea; menos aún con quien era el terror de los coroneles y altos mandos policiales.  Me pregunto, ¿un miedoso sería la solución al problema de la inseguridad ciudadana?  No lo creo, pero si Brasil casi se ufanaba de conocer el mundo del hampa, Humala debería designarlo Ministro del Interior.

Es probable que el atemorizado Brasil también se haya doblegado ante las amenazas de los nigerianos, a quienes en su nueva versión los califica como merecedores de las conmutaciones.

En su nueva versión Brasil menciona que representantes del gobierno le habrían presionado. ¿A quién se refiere?, ¿por qué no dijo nombres?, ¿será Otárola, Isla, Abugatás?, ¿será Zamudio, Urquizo, Gastañadui?  Esta afirmación tendría que ser aclarada por Dos Santos.

Del Castillo interpuso una denuncia penal contra Tejada por diversos delitos. Si tiene pruebas de las imputaciones formuladas deberá aportarlas, caso contrario estaremos ante una falsa denuncia. Si Del Castillo se llenó de valor para denunciar, no tendrá inconveniente para responder a una curiosidad personal: ¿visitaba o no a Manuel Huamán Montenegro, ex integrante de los norteños, cuando éste purgaba prisión por narcotráfico?  

La persona o personas que persuadieron a Dos Santos para salir en primicia a los medios de comunicación y denunciar la presunta corrupción en las conmutaciones e indultos son responsables de que su colaboración eficaz, ante fiscalía, se haya caído. Si uno sale en prensa, la identidad es conocida por todos. Brasil estuvo 10 años en prisión, y si es sentenciado nuevamente por el Poder Judicial, tendrá que reingresar al penal.