fujirrata caballo locoEn lo que el Apra vino a parar: encubrir indultos a narcos, amenazando de paso, con apoyo mediático, a la periodista Mónica Vecco, y pedir que se dé a Alberto Fujimori libertad para activar su campaña política.

Por César Lévano*

Ocurre que, en el fondo, Alan García y Fujimori son personajes de la misma calaña. Ambos ordenaron matanzas, contrataron y defendieron a asesinos y se enriquecieron en el poder. Hoy, lejos de Palacio, ambos rivalizan por el título de superstar en un poder mediático que calla y que miente.

En el escenario nacional, ambos expresidentes se necesitan. En primer lugar, Alan García y toda la cúpula aprista saben que el infame negociado de indultos y conmutación de penas a narcos (y otros delincuentes avezados) es condenado a escala nacional e internacional.

El aprismo busca, por eso, anular a Sergio Tejada como presidente de la Megacomisión que investiga a García, y echar tierra a todo lo descubierto por ésta.

En ese campo de maniobra se ubica la campaña de calumnias y amenazas contra la periodista de investigación Mónica Vecco, quien el 24 de octubre recibió esta amenaza, proferida por un matón: “Esta vez no te salvas, te estamos siguiendo. Cuídate”. En vista de eso, ella ha pedido protección policial para sí y su hijo de diez años.

¿Qué tiene que ver la periodista con Sergio Tejada? Ocurre que trabajó, convocada por Tejada, como asesora en la comisión técnica encargada del Área de Verificación de Datos. Ocupó ese puesto desde enero del 2012 hasta el 17 de mayo de este año.

Asegura Mónica que en la Megacomisión nunca investigó los narcoindultos. La agresión de los dirigentes del Apra contra ella revelaría así una calumniosa torpeza, pero, sobre todo, el pánico que les causa que se sepa la verdad sobre la venta de narcoindultos, después de que García informó, por los más diversos medios, que cada beneficio para delincuentes lo consultó con Dios.

Los atropellos contra la señora Vecco revelan un amplio empeño. Abarcan desde la violación de comunicaciones, delito contra la intimidad, difamación y amenaza contra la vida.

Si García es capaz de calumniar a Dios, ¿cómo no va a hacerlo contra una desamparada periodista?

La arremetida de los dirigentes del partido de la avenida Alfonso Ugarte no podrá desvanecer el descrédito público que han ganado con el negocio de indultos y conmutaciones.

Esa campaña está ya resultando un bumerán: Tejada, así como Julio Arbizu, Procurador Anticorrupción del Estado, tienen creciente apoyo ciudadano. Igual que Mónica Vecco.

De paso, bueno es recordar que intelectuales y artistas populares preparan para mañana martes, 7 p.m., un homenaje a Tejada y Arbizu en la Derrama Magisterial


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La Primera, 11.11.2013