vicunasHerminio Ludeña Enciso (*)

En diversas formas se ha hecho conocer a los diferentes gobiernos desde el año de 1994, lo que venía sucediendo con la especie Vicugna vicugna, sin embargo hasta hoy continúan las autoridades sin tener el debido conocimiento sobre las acciones realizadas por el exConsejo Nacional de Camélidos Sudamericanos (CONACS), que han profundizado la pobreza en los altos andes.

En diversas formas se ha hecho conocer a los diferentes gobiernos desde el año de 1994, lo que venía sucediendo con la especie Vicugna vicugna, sin embargo hasta hoy continúan las autoridades sin tener el debido conocimiento sobre las acciones realizadas por el exConsejo Nacional de Camélidos Sudamericanos (Conacs), que han profundizado la pobreza en los altos andes.

 

Al leer el artículo del señor Óscar Franco del Organismo No Gubernamental Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES), escrito en la Revista Agraria del 16 de marzo del 2012, no hace más que ratificar mis apreciaciones de que la corrupción continúa dentro de las organizaciones que manejan y comercializan la fibra de la vicuña.

 

Si la fibra de vicuña es tan rentable como se dice, ¿por qué solo un puñado de comunidades altoandinas ha logrado hacer de ella una importante fuente de ingresos?

 

Esta es una buena pregunta que se hace el autor del artículo “Un espejismo llamado vicuña”, y que lamentablemente toma las palabras del abogado Alfonso Martínez Vargas como ciertas y en el presente informe trataremos de explicar a qué se deben tantas falsedades en las palabras del expresidente de la Sociedad Nacional de Criadores de Vicuña (SNV) y expresidente del extinto Conacs: «En el año 2000 ya había alrededor de 700 comunidades autorizadas para el manejo y producción de fibra de vicuña, pero hoy no llegan ni a 250 los titulares que se dedican a la producción, y esa cifra incluye a los muchos privados que se han incorporado a la actividad desde entonces. Si contamos solo a las comunidades, encontramos que solo un puñado de ellas, alrededor de una veintena, ha hecho de la fibra de vicuña una fuente importante de ingresos», sostiene Alfonso Martínez, expresidentes de la Sociedad Nacional de Criadores de Vicuña del Perú (SNVP), exjefe del Consejo Nacional de Camélidos Sudamericanos (Conacs) y actual gerente general de la empresa comercializadora de fibra de vicuña Almar del Perú. Nadie pone en duda que la población de este camélido sudamericano viene creciendo sostenidamente [] y está fuera de cuestionamiento que, en general, la recuperación de la vicuña en el Perú es una historia de éxito reconocida mundialmente. Pero, como apunta Enrique Moya, prestigioso especialista en el tema y exjefe de Conacs, «el Perú podría tener diez veces más vicuñas y generar diez veces más ingresos por la venta de su fibra».

 

Nunca han existido 700 comunidades campesinas que tuvieran vicuñas suficientes para ser utilizadas en el manejo y producción de fibra, por lo tanto al señor Martínez deben solicitarle el nombre de las comunidades campesinas que hasta el año 2000 manejaban y producían fibra de vicuña. Y como manifiesta que hoy no llegan ni a 250 los fundos y comunidades campesinas que se dedican a comercializar la fibra de vicuña, también debe informar sobre ellas y las aproximadamente 20 comunidades en las cuales la fibra de vicuña es su fuente principal de ingresos, para determinar su elevado crecimiento económico y social.

 

También llama la atención que el ingeniero agrónomo Enrique Moya Bendezú, “prestigioso especialista en vicuñas” y exjefe del Conacs, que fue expulsado de dicho cargo por los productores vicuñeros, siga dentro del Ministerio de Agricultura. Ello a pesar de haber manifestado al ingeniero Manuel Rosemberg, en el año 2001, que el agrónomo Enrique Moya había dejado en situación crítica la Coordinadora Intersectorial Alpaquera (CISA), que funcionaba en la ciudad de Arequipa. Al ingresar a dicha entidad, el Dr. César Novoa no hizo más que certificar el mal manejo del CISA, y concluir con el funcionamiento de la misma. El agrónomo Enrique Moya, considerado por el periodista Óscar Franco como un especialista en camelicultura, desconoce cómo debe ser el crecimiento poblacional de la especie Vicugna vicugna. El 2 de junio del presente año en Radio Programas del Perú, menciona “...que según datos preliminares de un reciente sondeo, la población de vicuñas ascendería a 200 mil ejemplares”.

"El último censo todavía no lo tenemos. Tengo algunos datos que están siendo procesados, pero habríamos aumentado bastante en población de vicuñas", comentó. "Antes había 140 mil, ahora estaríamos en 200 mil vicuñas. Eso ya es un buen signo", añadió.

 

Con dicha información el mencionado profesional deja al desnudo su incapacidad para informar sobre lo que viene sucediendo con la especie vicuña. Si consideramos que el censo poblacional realizado por el Proyecto Especial de Utilización Racional de la Vicuña (PEURV, 1990), se menciona una población de 107,421 ejemplares, es decir, en los 23 años transcurridos de dicho censo y en los 19 años que el Conacs, el Inrena y otras instituciones del Estado han estado a cargo de esta especie animal, un crecimiento poblacional normal nos habría dado una población de unas 800 mil vicuñas en la actualidad, ello de acuerdo a un crecimiento más o menos adecuado, y con las acciones de control de la caza furtiva impuesta por el Conacs y otras instituciones que deben velar por la fauna silvestre y muy especialmente la vicuña. 

 

Tengo la seguridad de que el censo de vicuñas realizado en el año 1994, donde los técnicos contabilizaron 66,559 vicuñas, no reflejó la población existente.  Por tanto, he tomado el censo realizado por el PEURV en el año 90, que es más creíble, ya que en 1994, no han llegado a muchas comunidades campesinas donde tenían poblaciones de vicuñas y con ello era muy fácil registrar luego poblaciones mayores, aparentando  crecimientos bastante altos, como el censo realizado en 1997. Tomando las 66,559 vicuñas de 1994 y las 102,781 vicuñas en 1997 se tiene un crecimiento de 19% anual en tres años y si luego tomamos la población del censo realizado el año 2000, que dio una población de 118,678 vicuñas, el crecimiento va disminuyendo hasta un 4.6% anual desde el censo anterior; por tanto es más lógico concluir en que el censo del año 90 es más completo y del cual se debe partir para conocer el crecimiento poblacional de la vicuña hasta el presente año. Si tomamos la declaración del “experto” Enrique Moya, este señor está conforme con un crecimiento de 5.2% desde el censo del año 2000 hasta el 2013 en que nos asegura que tendríamos 200 mil vicuñas. Eso es no saber trabajar en todo el país con la especie vicuña o hablar sin conocer lo que debe ser el crecimiento poblacional de esta especie animal.

 

La otra afirmación que se hace en el informe del señor Franco es lo que Enrique Moya menciona que “el Perú podría tener diez veces más vicuñas y generar diez veces más ingresos por la venta de su fibra”. Moya debe informar sobre la ruta a seguir para hacer crecer la especie Vicugna vicugna diez veces y generar diez veces más ingresos a los productores vicuñeros.

 

Acerca de lo que está ocurriendo con el crecimiento poblacional ya lo hemos mencionado,  y al tener problemas en ello también se tendrán muchos obstáculos en los ingresos por la comercialización de la fibra, aquí debemos hablar sobre uno de los documentos enviados al exMINAG, sobre el cual los que hemos trabajado con la vicuña tenemos la documentación que sustenta todo lo que en el mismo se afirma:

 

El 8 de marzo de 2001, la Comunidad Campesina de Ccotro Runcuhuasi le dirigió una carta al ingeniero Carlos Amat y León, Ministro de Agricultura en ese momento, en la cual le informan sobre el Convenio de Asociación en Participación para la Transformación Industrial, Confección y Comercialización de la fibra de vicuña del Perú, en los términos siguientes: “Este convenio incluye tres (03) addendas y una ayuda memoria de los acuerdos, este último documento sintetiza la labor corrupta e ineficiente con que están actuando el Consejo Nacional de Camélidos Sudamericanos (Conacs) y la Sociedad Nacional de Criadores de Vicuña (SNV), en el mismo hacen ver que el campesino vicuñero recibiría US $928.00 por kilo de fibra descerdada y lavada. Sin embargo la comunidad campesina de Ccotro Runcuhuasi recibe según su liquidación US $434.00 por kilo de fibra descerdada y lavada y US $308.00 por kilo de fibra predescerdada. Tenemos conocimiento que el Consorcio Textil del Pacífico ofertaba US $900.00 por kilo de fibra descerdada, sin embargo el Conacs y la SNV adjudicaron la licitación a la International Vicuña Consortium (IVC), empresa que ofertaba menos por nuestra fibra; por lo tanto, solicitamos información documentada sobre la primera licitación”.

 

Por ende, el señor Enrique Moya debe explicar cómo haría para generar diez veces más sus ingresos a los productores vicuñeros, conociendo que actualmente Almar Corporation S.A., empresa acopiadora de Alfonso Martínez, CAPCA, empresa acopiadora de Zenón Warthon, la Sociedad Nacional de Criadores de Vicuña, la Asociación de Criadores de Vicuña de la Región Arequipa y otras empresas realizan el acopio y venta directa de la fibra de vicuña de diversas regiones. Aquí el actual MINAGRI, conjuntamente con una entidad que represente, unifique, tecnifique la labor y administre con corrección los ingresos provenientes de la comercialización de la fibra de la vicuña, podría mantener y/o mejorar el precio de la misma. Es en base a lo mencionado que se desea formar la Asociación de Comunidades Campesinas Andinas de la Macro Región Sur (ACCAMARES).

 

Dicha Asociación debe encargarse de realizar un programa para capacitar a los productores vicuñeros, para luego lograr la integración de los mismos en la ACCAMARES. La Junta Directiva de la Asociación, con base al estudio de toda la legislación, debe encaminarse a que la misma sea modificada para que dicha legislación promueva el crecimiento poblacional, la incorporación de nuevas comunidades campesinas vicuñeras, la implementación de otras crianzas y/o cultivos a fin de lograr un desarrollo social y económico de las poblaciones altoandinas.  Y no dejar que ideas erróneas como la “venta de crías” sean introducidas en la legislación. Todo ello debe estar dirigido a no permitir que personajes que han lucrado a expensas del trabajo de las comunidades vicuñeras sigan haciendo lo que más les conviene a las empresas acopiadoras, que estos han formado en base a falsas asociaciones de propietarios de vicuñas y aprovechando los cargos públicos que en su oportunidad tuvieron.      

 

En la misma carta la Comunidad de Ccotro Runcuhuasi habla sobre el Descerdado y lavado de la fibra, mencionando que “El convenio de asociación en participación ha considerado que de 1.000 kilo de fibra sin procesar debe obtenerse 0.690 kilos de fibra descerdada y lavada. La comunidad de Ccotro Runcuhuasi entregó 14.829 kilos de fibra sin procesar, luego del descerdado y lavado se obtienen 6.802 kilos de fibra descerdada y lavada, es decir se obtiene un rendimiento de 45.87%, muy lejos de los 69% establecidos en el convenio. El Conacs y la SNV nunca han establecido un trabajo eficiente en el descerdado y lavado, por ello debe informar con base a qué criterios han confeccionado un convenio que favorece explícitamente a la empresa italiana”.                

 

Es necesaria la revisión de todo el trabajo de descerdado y lavado realizado por el Conacs y la SNV, ello con el fin de determinar con exactitud lo que desfavoreció tremendamente a los productores vicuñeros. Si ello se debió al trabajo realizado por los obreros contratados y/o luego de ello la fibra desaparecía, teniendo en cuenta que alrededor de los centros de trabajo, dichas entidades tenían a sus guardaparques controlando dichos trabajos. Sobre esto el Conacs menciona: “Para la conservación y protección de la vicuña y el guanaco, como especies vulnerables de fauna silvestre, en 1997, se organizó un Sistema de Control y Vigilancia, con la capacitación de un grupo de guardaparques, con acciones en Ayacucho, Huancavelica, Lima, Puno y Arequipa [] que actualmente se han descontinuado por falta de presupuesto para mantenerlos operativos, a pesar de los resultados favorables, sobre todo en lo referente al control de la caza furtiva”.

 

Esto fue mencionado por el Conacs a mediados del 2001, y como mencionamos anteriormente del año 97 al 2000 se tuvo un crecimiento poblacional del 4.6% por año, es decir, es falso que el Sistema de Control y Vigilancia haya sido eficiente. Por tanto ¿qué se podía esperar del control que estos señores ejercieron en el personal que realizó el descerdado de la fibra, cuando ellos mismos necesitaban ser controlados?

 

Todo lo anterior mencionado por los dirigentes de la Comunidad Campesina de Ccotro Runcuhuasi, de la Región Apurímac, es parte del gran engaño a que han sido sometidos los productores vicuñeros.  También —en la carta dirigida a Carlos Amat y León—  informan sobre los Corrales de manejo de la Vicuña [...] “En cuanto a la instalación de corrales, existe una valorización de materiales para el cercado del módulo la cual debe ser sometida a una auditoría técnico-contable, ya que no es posible que material que entrega la comunidad nos sea cobrado por dichas instituciones”.  La comunidad se refiere a que ellos aportaron postes de eucalipto y que ello está considerado en la descripción del material empleado y que debía cancelar la comunidad. Existen documentos que prueban la sobrevaloración de los materiales utilizados en los corrales de manejo de la vicuña y que fueron presentados al señor Genaro Matute Mejía, Contralor General de la República.

 

También mencionan que “es necesario que el Conacs y la SNV expliquen qué está sucediendo con los fondos generados por la venta de 2,640 kilos de fibra procedente de vicuñas sacrificadas en sacas autorizadas e incautaciones, qué plan de trabajo están conduciendo con dichos fondos”.

 

A pesar de que esta carta fue entregada en el MINAG, la Comunidad Campesina de Ccotro Runcuhuasi, nunca tuvo una respuesta a las múltiples interrogantes planteadas. Es decir la Alta Esfera del Poder —en el exMINAG, el exConacs, el INRENA y otras instituciones públicas y privadas— ha sido cómplice para que la pobreza y la pobreza extrema sigan dentro de las poblaciones de los Altos Andes, y muy especialmente en las comunidades campesinas vicuñeras.  

 

Siguiendo con el informe del periodista Óscar Franco, éste se sigue interrogando sobre los graves problemas que rodean a la vicuña por lo cual menciona y afirma que “A más de cuarenta años de iniciada la recuperación de la especie, la pregunta, entonces, es: ¿qué limita el crecimiento de las poblaciones de vicuña en el Perú? Tratándose de un recurso social, económica, legal y políticamente tan complejo  la vicuña se encuentra en la encrucijada entre lo público y lo privado, el negocio y la conservación, lo silvestre y lo doméstico, hay múltiples factores en juego. Y cada actor en este vasto drama del comunero al funcionario público, y del hombre de negocios al conservacionista tiene su culpable favorito: la caza furtiva (aunque es claro que no es ni sombra de lo que fue décadas atrás, cuando puso a la especie en peligro de extinción), la asociatividad  perdida entre comunidades (en los noventa, más de 700 comunidades estuvieron afiliadas a la hoy fenecida SNVP), la falta de claridad con respecto a la propiedad de la vicuña (la Ley 26496, de 1995, entregó la propiedad de la vicuña a las comunidades, pero, de acuerdo con la Constitución, los recursos naturales son patrimonio de la Nación), la liberalización del mercado (antes, la ley exigía que toda la fibra se comercializase a través de la SNVP); o, por el contrario, el exceso de regulación del mercado (por ejemplo, para transferir vicuñas de una comunidad a otra hace falta una resolución ministerial), el oligopolio de facto existente (toda la producción es adquirida año a año por un puñado de empresas, lo que empujaría el precio de la fibra hacia abajo), las capacidades incipientes de los gobiernos regionales (a los cuales se les ha transferido competencias desde el gobierno central), la ausencia de investigación y censos (lo que impide tener una idea cabal de la realidad), etcétera, etcétera”.

 

Al parecer para el señor Franco hay demasiadas interrogantes respecto a lo que está sucediendo con la vicuña. Las comunidades campesinas vicuñeras, debido a que nunca han tenido respuesta a sus protestas —han habido dos movilizaciones de los comuneros, en el año 2001 y en 2004— ya no buscan integrarse, ello debido a que la legislación —cuya ruta la señalo Martínez— cada vez los ha desintegrado y las instituciones que debían solucionar sus problemas, lo han profundizado. El MINAG —hoy MINAGRI— ha depositado la problemática de la vicuña en la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre (DGFFS), de quien lamentablemente es directora la bióloga Rosario Acero Villanes, quien cuando estuvo en el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), conjuntamente con Enrique Moya, puso obstáculos para dejar de lado a la International Vicuña Consortium (IVC) y que los productores vicuñeros pudieran  vender la fibra a un mejor postor; allí se vio la influencia de Alfonso Martínez, y otros funcionarios que estuvieron bajo la tutela de Absalón Vásquez y aun de Alberto Fujimori.

 

Sobre la bióloga Rosario Acero y el agrónomo Enrique Moya, el Subgrupo de Trabajo encargado de investigar las posibles irregularidades en la producción y comercialización de la fibra de vicuña, en el seno de la Comisión de Producción y PYMES del Congreso de la República, el 15 de julio del 2004 concluye [] en la secuela del proceso de investigación, se recepcionó la información, mediante la cual se aprecia que el señor Fiscal Provincial de la Quincuagésima Segunda Fiscalía Provincial en lo Penal de Lima, en la Denuncia N.o 143-2003, y en mérito del Atestado Policial N.o 1505-DIRINCRI-DIVPOMIP-DPTO-O7, ha formulado denuncia penal contra ROSARIO TRINIDAD ACERO VILLANES DE LARES por el delito contra la Administración Pública-Abuso de Autoridad y contra la Fe Pública-Falsedad Genérica en agravio del Estado, y contra ENRIQUE MOYA BENDEZU por el delito contra la Administración Pública-Abuso de Autoridad”.

 

RECOMIENDA: Remitir lo actuado al Ministerio Público para que proceda con arreglo a Ley en cuanto a los funcionarios que no gozan de antejuicio político, para cuyo efecto se tendrá presente que las personas de ROSARIO TRINIDAD ACERO VILLANES DE LARES y ENRIQUE MOYA BENDEZU, han sido denunciadas por el señor Fiscal Provincial de la Quincuagésima Segunda Fiscalía Provincial en lo Penal de Lima, en la Denuncia N.o 143-2003. Asimismo, implementar el punto número 5 de las conclusiones del presente Informe y de conformidad con su Ley Orgánica —D. L. N.o 052— proceda a interponer la correspondiente demanda de disolución de persona jurídica de la empresa Almar Corparation S.A. representada por Alfonso Martínez Vargas  por haber sido creada con fines y propósitos ilícitos.

 

De acuerdo a lo visto, el Ejecutivo y el Legislativo deben tener cuidado con las personas que entorpecieron a los productores vicuñeros, cuando estos trataron de salir de un convenio mafioso, que favorecía abiertamente a Martínez y su séquito.    

 

Aqui debemos subrayar que el exConacs es responsable de la comercialización de la fibra procedente de los núcleos ejecutores formados en la comunidad de Lucanas y San Cristóbal y aledaños —de lo especificado en los convenios de financiación N.os 5464-93-Foncodes y 1259-94-Foncodes— además de tener una labor de supervisión y promoción de las comunidades campesinas vicuñeras en lo referente al manejo productivo y racional de la vicuña. De estos convenios se formó un fondo rotatorio, del cual nos vamos a ocupar a continuación. Entre los años de 1993 a 1997, la SNV y el Conacs trabajaron en forma conjunta y muchos funcionarios del Conacs formaron parte del fondo rotatorio (R.M. N.o 0225-2000-AG), del fondo vicuña Perú y lo que es más discutible, formaron parte de la Asamblea de Delegados de la SNV, por lo que son culpables de las ineficiencias en el comercio de la fibra, al igual que las personas —integrantes de la SNV— que conformaron el Comité de Adjudicación de la licitación efectuada en el año 1995 y que aprobaron las adendas subsecuentes. La SNV fue creada por un grupo de personas —liderado por Alfonso Martínez— que no tenían mayor vinculación con las comunidades campesinas vicuñeras, adecuaron estatutos y reglamentos para manejar la SNV de acuerdo con sus conveniencias,; luego han ido introduciendo a personajes que respondían a las conveniencias del grupo, algunas de estas personas luego fueron a formar parte del Conacs y otras se mantuvieron directa o indirectamente vinculadas con la SNV y posteriormente se integran a la empresa Almar Corporation S.A. Lo más lamentable es que Ministros de Agricultura, aprobaron un fondo rotatorio, en el cual ya no había fondos y no investigaron la serie de tropelías existentes en dicha Oficina Pública Descentralizada. ¿Qué había sucedido con los ingresos cobrados por Conacs? Ello nunca se investigó, pero se tienen copias de los cheques entregados al Conacs, por los dirigentes de la SNV. Todo esto quedó en manos de las autoridades que se hicieron cargo del Conacs en el año 2001, las cuales nunca investigaron nada, por el contrario continuaron los latrocinios y tropelías. Tampoco se tenía claro lo efectuado por el fondo vicuña Perú y muchas otras denuncias han sido dejadas de lado, ello a pesar de que estas denuncias se hacían de conocimiento del Ejecutivo y Legislativo desde el año de 1994.  

 

De acuerdo a datos existentes entre el año de 1994 y el año 2001 se han comercializado 17,238.853 kilos de fibra de vicuña, lo cual ha tenido ingresos equivalentes a US $6’580,945.24; de este total ha habido descuentos a las comunidades campesinas vicuñeras por  US $3’275,371.81 por diversos motivos. Tampoco se tiene conocimiento si los US $3’305,573.43, han sido distribuidos entre las comunidades campesinas que han aportado al convenio la fibra de sus vicuñas. Ninguna autoridad —Ministros, Congresistas y/o Jefes de Estado— ha hecho nada por investigar todo lo ocurrido.    

 

En cuanto a la asociatividad mencionada por Franco, esta nunca existió. Lo que existió fue un constante autoritarismo, ya que lo que correspondía a las comunidades vicuñeras por su fibra se lo daban a “cuenta gotas”, de allí que no se tenga conocimiento si hasta el año 2001, las comunidades han recibido lo que les correspondía.  Es decir, a partir del año 2000 con la aparición de la empresa acopiadora Almar Corporation S.A.  comienza el resquebrajamiento de la aparente asociatividad de las comunidades  y ello convenía a las empresas de los “acopiadores”. La promulgación del Decreto Supremo N.o 053-2000-AG, del Decreto Supremo N.o 008-2004-AG y el Decreto Supremo N.o 010-2005-AG, ha sido la causante de la desintegración de los productores vicuñeros, lo cual sumado a que siguen —dentro del MINAGRI— personajes ligados a la corrupción nacida en el año de 1993, hará imposible a los productores vicuñeros  tener crecimientos poblacionales de por lo menos un 10%; no podrán tener ingresos por la comercialización de la fibra de más de US $434.00 el kilo, cuando hoy apenas se llega a los US $300.00. Las dirigencias de las asociaciones regionales seguirán haciendo lo que les da la gana, no habrán rendiciones de cuentas, si tienen algunos ingresos lo utilizan en lo que desean las dirigencias. Y puede venirse lo peor, que sería la venta de nuestras vicuñas a otros países, y con ello no tener alternativas para las poblaciones altoandinas, quienes seguirán postradas con una pobreza sempiterna o en extrema pobreza.  

 

La forma de terminar con lo que viene sucediendo es en primer lugar limpiar el MINAGRI de la corrupción que existe desde hacen muchas décadas, pero especialmente de los personajes existentes en la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre, expectorando a los agentes que están apoyando la caza furtiva, el bajo crecimiento poblacional, los bajos ingresos por la venta de la fibra, la normatividad legal existente, la cual dichos personajes nunca han respetado, pero sí han apoyado la promulgación de alguna de ellas, que favorecían abiertamente a su gran amigo Martínez. Las normas legales promulgadas en los últimos 20 años deben ser revisadas y modificadas para que favorezcan a a las poblaciones altoandinas y no a grupos de burócratas enquistados en la capital.

 

En el informe de Franco, ya menciona a la SNV como una institución que no tiene ninguna ascendencia —aun la da como entidad fenecida— con las comunidades vicuñeras, y también menciona sobre cómo antes la ley exigía la comercialización conjunta de todos los productores vicuñeros. Esto último debe realizarse, a fin de obtener mejores precios, dejar de lado a los “propietarios” privados que comercialicen su fibra en forma particular o como ellos quieran.  Para esto será menester de las autoridades que sean nombradas, tengan la ética suficiente para estudiar y modificar la normatividad existente y que tanto daño está haciendo a los verdaderos productores vicuñeros. En cuanto a los gobiernos regionales no hacen nada por los productores vicuñeros, ya que se observa mucha incapacidad, falta de ética y liderazgo en las autoridades regionales.

 

Franco menciona que los Módulos de Uso Sustentable de la Vicuña son costosísimos, por palabras vertidas por Martínez. En realidad dichos módulos no resultarían muy onerosos para las comunidades vicuñeras, ya que ellos tienen sus vicuñas y territorios, por tanto si desean proteger y facilitar el manejo de las vicuñas e instalar un módulo, pueden invertir unos US $20,000.00, lo cual se recuperaría rápidamente, ya que de acuerdo a los precios de mercado de la fibra y contando con unas mil vicuñas, y produciendo unos 80 kilos de fibra al año podría obtenerse US $32,000.00, vendiendo directamente a las empresas transformadoras y fabricantes de telas y no a las empresas acopiadoras.

 

De acuerdo a la legislación vigente, tampoco tendrían mayores dificultades económicas las comunidades campesinas que posean campos apropiados para la crianza de vicuñas, ya que las vicuñas pueden obtenerlas del banco nacional de vicuñas, que debe funcionar como un fondo rotatorio.  Los que tendrían que invertir en territorios, vicuñas y el módulo serían los seudopropietarios, lo cual, según el informe Franco, lo recuperaría en más de cuarenta años; por lo cual la Ley N.o 26496 y su Reglamento, promulgado por Decreto Supremo N.o 007-96-AG, deben ser estudiados y adecuados a fin de facilitar convenios más convenientes para los productores vicuñeros.  

 

Al mencionar Martínez que con la venta de las crías se tendría negocios más adecuados para quienes quieren invertir en la crianza y manejo de la vicuña, este señor ya está buscando que sus “buenos amigos” del Congreso y del MINAGRI, le apoyen con ello y pueda este señor vender las crías de la vicuña, para tener mejores ganancias.     


Literatura citada.-

Franco, O. Un espejismo llamado vicuña. Revista Agraria. Lima. 2012.

Ludeña, H. Convenio de asociación en participación para la transformación industrial, confección y comercialización de la fibra de la vicuña del Perú. Rev. Ciencias Veterinarias. Vol. 13, Nro. 5, Lima, 1997.

Ludeña, H. Sociedad Nacional de Criadores de Vicuña. Representante de las Comunidades Campesinas o del IVC. Rev. Ciencias Veterinarias. Vol. 15, Nro. 4, Lima, 1999.

Ludeña, H. CONACS: Reorientación para el desarrollo. Rev. Ciencias Veterinarias. Vol. 18, Nro. 2, Lima, 2002.

Ludeña, H. Importancia de la Reforma del Estado para el Desarrollo Regional. Rev. Ciencias Veterinarias. Vol. 23, Nro. 3, Lima, 2007.

Ludeña, H. Comercio de la vicuña y sus productos. ¿A quienes favorece?. Rev. Ciencias Veterinarias. Vol. 23, Nro.4, Lima, 2007.

Ludeña, H. Comercialización de la fibra de vicuña. El informe que no se presentó. Boletín del Observatorio del Medio Ambiente Peruano Nro.17. http://boletinomap.blogspot.com/ Mayo, 2009.

Ludeña, H. Decreto Supremo Nro. 008-2004-AG. Cambios urgentes o mayor pobreza en los Altos Andes. Boletín del Observatorio del Medio Ambiente Peruano Nro. 21. http://boletinomap.blogspot.com Julio, 2009.

Ludeña, H. La vicuña: Pobreza para el campesino y riqueza para algunas autoridades de Agricultura. Boletín del Observatorio del Medio Ambiente Peruano Nro.102.  http://boletinomap.blogspot.com  Junio, 2013.

Sumar, J. Realidades y mitos sobre los Camélidos Sudamericanos. Asociación Peruana de Producción Animal. XX Reunión del ALPA. XXX Reunión APPA, Cusco-Perú. 2007.

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(*) Exdocente investigador de la UNMSM

     Consultor en Desarrollo Rural