fernando belaunde terry 1Por Mesias Guevara Amasifuen

Fernando Belaunde Terry decía: “La Libertad de prensa está en la base de todas libertades y es requisito indispensable para lograr la justicia social”. Cuando fue Presidente de la República él  mismo abolió la concentración de medios que estaban en manos del Estado, y defendió la Libertad. En el contexto actual en que se ha abierto un debate sobre la concentración de medios es importante recordar estas acciones y así mismo que el monopolio  es pernicioso para el mercado, la cual trae ineficiencia y corrupción.

Este debate nos abre un gran abanico de temas picantes e interesantes, algunos de los cuales hasta se han convertido en paradigmáticos como la dictadura del rating. Generando codicia entre los interesados cuya orientación es netamente comercial, llevándolos a límites insospechados. Como el de convertir en tema de interés público y nacional la vida de una vedette o la crónica viviente de un futbolista bohemio, y de manera injusta soslayan el trabajo que realizan algunos investigadores universitarios,  los profesionales en general y ciudadanos de bien.  
 

“De la confrontación democrática, surgirá la verdad”, eso es posible hacerlo cuando existe  Libertad, la misma que se defiende hasta con la vida misma, porque es el camino hacia la justicia. Los demócratas tenemos la obligación de ser soldados fieros para defender la Libertad de expresión, la misma que constituye en la columna vertebral de nuestra democracia. Por lo que la Libertad plena no es negociable.

Ante el Congreso de los EE. UU., Franklin Roosvelt habló de “cuatro  libertades humanas esenciales”: La Libertad del Culto “nadie debe imponer sus creencias religiosas”, La Libertad del temor “el hombre atemorizado, tiene alterado el siquismo”, La Libertad de la expresión “es fundamental para el desarrollo de la sociedad” y La libertad de la miseria “la miseria es un azote de la dignidad humana”. Esas libertades existieron en el Perú antiguo, sin embargo en el Perú de hoy las encontramos con debilidad. Los peruanos de hoy nos hemos visto sumergidos en la vorágine de la sobrevivencia, de manera inconsciente nos estamos convirtiendo en convidados de piedra, nuestros temores están haciendo que quedemos atrapados en “Matrix”, en aquella gran red invisible donde se impone la ficción y la indiferencia. Esa Red pretende envolvernos con su verdad, a tal punto de querer confundir a la opinión pública de que el solo hecho de propiciar el debate sobre el control de medios, se estaría atentando contra la libertad de expresión; nada más  irreal y absurdo.

Abrir el debate es necesario e importante porque nos permite poner en la agenda un tema que va más allá de un litigio entre dos grupos empresariales. Es la gran oportunidad que tiene el pueblo de dar a conocer su opinión sobre la materia en cuestión. También se tiene la oportunidad de conocer lo que pasa en las democracias más estables, sobre todo en la forma como se maneja la propiedad de los medios de prensa escrita y hablada. No menos importante es lo relacionado con la autorregulación tanto de los noticieros como de los programas de entretenimiento. Para algunos esta sería suficiente y otros advierten que hay un vacío legal. Es necesario entender el mecanismo de la autorregulación, conocer las condiciones en que debe darse, sus límites y sus ventajas. La posible existencia de un vacío legal puede determinarse a través del derecho comparado, haciendo un benchmarking con las buenas y mejores prácticas que hagan las democracias sólidas y avanzadas. Lo que no me parece correcto es que se debata sobre la regulación de contenidos informativos.  

En lo personal considero que lo esencial es no perder el objetivo de una clara libertad de expresión, que en su esencia busca que la información sea veraz, imparcial y plural. Y eso es lo que queremos más allá de litigios empresariales. Es decir consolidar en nuestro país la Libertad real y total.