Por Herbert Mujica Rojas
De seguir el Pleno del Congreso la tendencia emitida por la así llamada Megacomisión de considerar las infracciones constitucionales del expresidente Alan García Pérez como las de prioridad, se habrá incurrido en una de las peores estafas de la vida republicana. Ese oprobioso futuro puede relegar al Poder Legislativo a los fondos abisales y, a la par, constituirlo en la plataforma de lanzamiento de la candidatura de aquel zamarro para el 2016.
En efecto, la Megacomisión ha orientado esencialmente su expresión al castigo de Alan García Pérez por el adefesio de supuestas infracciones constitucionales cuando lo que el Pleno debería hacer es encomendar el sentido de la denuncia constitucional, a fin de que la subcomisión que tramite el antejuicio haga la correspondiente tipificación al abrir y concluir su trabajo.
¿Sabía usted que ni siquiera hay proceso penal o sanción punitiva contra una infracción constitucional?
¿Cómo se dejó pasar esta mendacidad que está a punto de representar el mejor pasaporte para que García Pérez, una vez más, se burle del país y proclame, a posteriori, que hasta el Congreso le ha encontrado sin falta, ni delito, ni nada?
Reza el aforismo jurídico: la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento. ¿Estuvo el parlamentario Sergio Tejada huérfano de consejo, orientación o faro potente para evitar huecos bobos o fallas garrafales? Al parecer dentro de su equipo de trabajo sí que habían elementos que le han hecho errar y en grado sumo y que jugaban en favor de García.
Pero si eso ocurrió en dicho ámbito, en otro, mucho más libre, de mejor nivel académico, jurídico y penal, sí que se tocaron trompetazos de alerta y fueron difundidos urbi et orbi. Leamos lo que redacté, citando punzantes párrafos de un trabajo del doctor Guillermo Olivera Díaz, en el artículo ¿Megacomisión o megailusión?
http://www.voltairenet.org/Megacomision-o-megailusion?var_mode=calcul, el 14-8-2012:
"La llamada “megacomisión” ha inclinado equivocadamente el acento en una supuesta infracción constitucional de García Pérez. Por tanto, por esa simpleza podría salir bien librado. Lo que debe subrayarse es que con este asunto de tan escaso empaque, el voluminoso García podría fácil y “creíblemente” llamarse perseguido político, mártir y hasta valiente defensor de la democracia. Quienes le conocen saben de su gallardía correlona cuando las papas queman.
En artículo del 7 del mes pasado, escribió en Megacomisión consagra “inocencia” de Alan García http://www.voltairenet.org/Megacomision-consagra-inocencia-de?var_mode=calcul
el doctor Guillermo Olivera Díaz, los siguientes imbatibles párrafos que causaron ira y migrañas a no pocos:
“Mucho ruido somatotónico, pero pocas nueces, en favor increíble pero cierto de García. Ningún día de cárcel, ni siquiera un minuto, para el grandulón ex mandatario: así ha concluido la Megacomisión diminuta de Sergio Tejada Galindo de las filas de Gana Perú de Ollanta Humala, pues en su concepto, luego de mucho dinero gastado, no ha cometido delito alguno, ni el más venial;... únicamente Alan García es inocentón autor de infracción constitucional, por cuya levedad recomienda sea denunciado ante el Congreso; ergo, se repetirá el show mediático en el trámite del antejuicio o acusación constitucional (Art. 100°, Constitución Política).
Vea el emperifollado Informe de este gaseoso órgano congresal y pásmense como nosotros. ¿No es por esto también que el pueblo se rebela y se torna violento?
¿Cuánto de carcelería corresponde a un infractor de la Constitución de Fujimori? Nada, es decir, cero.
¿Están tipificados los contornos de una infracción constitucional? No, en ninguna parte. No existe norma constitucional, legal ni reglamentaria que la defina.
¿Se ocupa el Derecho Penal de esta leve y eufemística monserga? No, porque no es delito, ni falta penal. El Código Penal ni siquiera hace mención de la frase "infracción constitucional".
El conchabo infame ha logrado su round trip, viaje completo: mientras algunos inmorales distraen a la opinión pública con sus mediocres presentaciones en televisión y lanzan globos de ensayo, el ex presidente consigue que los parlamentarios no lo acusen de delito alguno. El dicho reza: guarda pan para mayo. En este caso hay que pavimentar el camino de la impunidad para cuando se abandone la primera magistratura y entonces ¡todos felices!”."
¡A buen entendedor, pocas palabras!
¡Perú no debe dejarse engañar y menos consumir el timo que Alan García será denunciado por la presunta comisión de delitos penales! El adefesio que son las infracciones constitucionales puede representar gracias al infame pacto en las alturas entre exmandatarios y uno actualmente en el gobierno, en ejercicio recurrente e infame contra los sagrados intereses de la Nación!
¿Podrá el Congreso atisbar las triquiñuelas infames por las que ya se frota las manos cierto delincuente?
Señal de Alerta, 12-6-2014
http://www.voltairenet.org/article184255.html?var_mode=recalcul
Por Herbert Mujica Rojas