A continuación se plantean cuatro pasos que, en un principio, son útiles para intentar, de una vez por todas, liquidar el horrible espectáculo de las corridas de toros en Venezuela, que aún tiene cierta fuerza en algunas partes, especialmente en los Andes venezolanos. Para tal efecto, es necesaria la intervención de la Misión Nevado en conjunción con grupos ecologistas, conservacionistas y ciudadanos en general, interesados en el bienestar de nuestros hermanos menores y en la preservación de la biodiversidad como importante garantía para el futuro del planeta, incluyendo el de nuestra especie. He aquí dichos pasos:
1.- Exposición de motivos a autoridades nacionales, estadales y municipales. En primer lugar se debe redactar una carta de exposición de motivos, en la que se advierta con claridad sobre la inconveniencia de que la barbarie taurina continué llevándose a cabo, y se indiquen diversos argumentos en contra, tales como: a) es un espectáculo violento, obviamente contrario a la necesaria paz que debe prevalecer en Venezuela y el resto del mundo; b) no es un deporte; c) el animal sufre una intensa agonía durante la carnicería; d) es subvencionada en parte por el Estado, con recursos necesarios para fines sociales. En consecuencia no es un negocio rentable, y más bien genera pérdidas; e) no es de aceptación masiva como quieren hacer creer los promotores, y por tanto la gran mayoría de los venezolanos no se siente identificada con semejante aberración; f) el toro de lidia no representa un interés ecológico único y extraordinario, al no ser una especie ni una raza (según estudios de personas no vinculadas con la tauromaquia), sino un bóvido producto de varios cruces. Y no es un animal agresivo sino que reacciona al verse acosado; g) otros. Dicha carta se entregará a autoridades nacionales, estadales y municipales de distinta tendencia política, a la par de intentar un dialogo de convencimiento con éstas. Además se debe hacer ver a aquellos funcionarios “revolucionarios” que de una u otra manera han apoyado la tauromaquia, su contradicción al autocalificarse como ecosocialistas y humanistas y defender al mismo tiempo la continuidad de las corridas de toros.
2.- Encuesta y recolección de firmas para activar el referendo consultivo y el referendo decisorio. Se debe realizar una encuesta en aquellas poblaciones en las que aún hay corridas, con una o varias peguntas cuyas respuestas indiquen claramente si hay apoyo o rechazo popular al toreo. Durante la realización de estas encuestas se debe aprovechar para conversar con los consultados, e intentar demostrarles con argumentos como los señalados en el paso anterior, lo barbárico, irracional e inviable económicamente que son las corridas de toros en Venezuela. En caso de confirmarse el rechazo a la barbarie taurina, hay que proceder a recoger firmas para activar los referendos de acuerdo a las exigencias del CNE, teniendo especial cuidado con el llenado de las planillas. Y de ser positivo en contra de las corridas el referendo decisorio, hay que presionar a las autoridades municipales para que tomen la decisión de prohibir las corridas, considerando su competencia para regular espectáculos públicos en los que se emplea fauna doméstica, según la Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio.
3.- Realización de diversas actividades como forma de presión. Mientras se realizan los dos pasos anteriores, también se deben ejecutar diversas actividades con los objetivos de presionar a los promotores taurinos y de sensibilizar a la mayor cantidad posible de ciudadanos respecto a la necesidad de acabar pronto con la barbarie taurina. Es vital, por tanto, que en estas actividades se involucren numerosos individuos, de manera que tanto las autoridades nacionales, estadales y municipales, como los grupos protaurinos, sientan que las corridas de toros cuentan con un rechazo popular cada vez mayor. Es importante en este sentido que se convoque por todos los medios de comunicación posibles, incluidas las redes sociales, a marchas, a pintadas de murales, al reparto de carteles informativos, a conversatorios, a tomas pacíficas de instalaciones taurinas y de instituciones que apoyan la tauromaquia, y a talleres de sensibilización.
4.- Propagar mensajes de rechazo a las corridas vía televisión, radio y prensa escrita. Así como los protaurinos cuentan con abundante propaganda en radio, televisión y prensa escrita, promocionando su aberrante espectáculo, así mismo, en la medida de lo posible debido a las limitaciones financieras y de otras índoles, los antitaurinos deberán difundir su rechazo a las corridas y las razones para ello.
Rubén Alexis Hernández