Por Eduardo González Viaña
No, por supuesto. Tú no te arrepientes porque no eres un caído del guabo. No te arrepientes porque el ministro de interior te llamó “señor expresidente” y el presidente actual te mandó saludos con tu hija. No te arrepientes, Alberto Kenya Fujimori porque no eres un noble japonés sino un criollo pendejo.
¡Por qué te vas arrepentir si nadie te llama terrorista y, además, sobre el país ha caído tal amnesia que, a lo máximo, se dice que diste órdenes, pero que no ejecutaste ningún crimen. Voy a hacerte recordar uno de ellos:
Durante tu gobierno, una mañana lluviosa llegaste al aeropuerto de Lima en un avión militar. Ante los periodistas, narraste lo que habías estado haciendo a bordo. Les contaste que había viajado con un preso político, que lo tenían atado y de pie y que le decías que en cuanto llegaran al mar lo iban a arrojar.
Con tu castellano infame seguido de un carcajeo nipón, agregabas que el hombre se orinaba de miedo. ¿Qué pasó después? ¿Nos puedes decir ahora cómo se llamaba y dónde lo tiraron? ¿Estaba el presidente del Perú torturando y asesinando a un hombre?
¡Qué bravo eras Fujimori!... Ese hombre que eras no se parece en nada al que ahora, por las noches, pide que lo internen en una clínica porque lo persiguen los fantasmas del profesor y los estudiantes de La Cantuta que fueron quemados vivos.
Eras un terrorista, Fujimori. La perversidad y el pánico son los únicos medios “de persuasión” que utiliza un gobierno terrorista. A ellos hay que agregar los vasos de leche del asistencialismo. Se explican así las multitudes que bailaban el “son del chino” y forman hoy la banda política que reclama tu indulto, el fujimorismo que censura y detiene la marcha del país. Y sin embargo, ese “partido” es aceptado mientras que los ancianos que solicitan paz y amnistía son calificados de terroristas.
No, Fujimori. Tú fuiste y serás un terrorista. Con el Congreso y los jueces a tus pies, con el satánico apoyo del Cardenal Cipriani y con periodicuchos de calatas pagados con nuestro dinero, manejaste los controles del pánico y formaste en el pueblo una mentalidad propicia a aceptar el infierno. Así formaste un clima de sospecha (que persiste) en el que todos debemos probar que no somos terroristas ni antipatriotas. En esas condiciones, unos se rebelan, otros callan y muchos aplauden.
Por eso, al pasar tu dictadura, cuando fugaste al Japón, la gente -que había visto los cadáveres calcinados de los universitarios y que había escuchado el aullido de las 200 mil mujeres esterilizadas contra su voluntad y que sabía de los miles de campesinos ejecutados en los Andes- justificó cualquier perversidad con el estribillo de que así Fujimori acabó con el terrorismo.
¿Te arrepientes de ser terrorista? Ésa pregunta que debería ser lanzada contra ti en primer término ha sido escupida ahora por una mesnada de periodistas. Ellos se han pasado la semana persiguiendo, humillando, maltratando y burlándose de una mujer que salía de la cárcel luego de haber vivido allí 25 años, la mitad de su vida.
Nunca en el Perú habíamos visto tanta perversidad contra una mujer. Nunca habíamos presenciado tanta cobardía.
Nunca habíamos visto tanto conservador entre personas que no tienen nada que conservar ni jóvenes que acompañen con tanto fervor la persecución de una mujer torturada. No nos extraña por eso que entre los jóvenes haya tantos problemas de virilidad, según revelan las estadísticas de salud.
Tú has encanallado Perú, Fujimori. No sé si alguna vez te arrepentirás, pero ahora somos nosotros quienes tenemos que exorcizar tu recuerdo y ante el miedo impuesto por leyes tan feroces como la de la apología que todavía subsisten, tenemos que superar el pánico y tratar de vivir con valentía como se debe vivir en un país democrático y decente.
O tal vez tenemos que olvidarte y tratar de perdonarnos los unos a los otros que es la única forma de recuperar la condición humana.
Artículos relacionados
Ciudadanía marcha en repudio a contubernio para indultar al asesino y ladrón Fujimori
Buscan restos de estudiantes horneados por la banda delincuencial fujimorista
Fujimorismo descuartizó viva a Mariella Barreto por salvar a César Hildebrandt
Fujimori el séptimo exlíder más corrupto del mundo
Piden 23 años de cárcel para Montesinos por descuartizamiento en vida de Mariella Barreto
Keiko Fujimori no defendió a su madre de torturas y miente, caso no está archivado
Perú: Hace 20 años, el Grupo Colina perpetró la 'Masacre de Barrios Altos
Atrocidades en el gobierno de Fujimori
Keiko se siente muy orgullosa de lo que hizo su padre
Tíos prófugos de Keiko Fujimori ocultan dinero mal habido en Japón
Kenya y Keiko Fujimori y el robo del oro del Paititi
Perú: 283.500 esterilizaciones forzadas durante Gobierno de Fujimori
Los verdaderos robos de Fujimori
Nobel afirmó que de ganar Keiko Fujimori ladrones y asesinos saldrían de los calabozos al poder
Fujimori y Montesinos: El robo del siglo
Sesenta (60) razones para no votar por Keiko Fujimori
Contradicciones revelan mentiras de Keiko Fujimori para explicar el pago de sus costosos estudios
“Keiko y sus hermanos gastaban alegremente toda la plata del mundo”