Herbert Mujica Rojas

¡Ese animal no existe! dijo un español que veía por vez primera a una jirafa. La negación a ultranza es el mejor sendero a la estupidez colectiva.

 

ciego sordo mudo

Así parecen decir los asalariados oficialistas, parlamentarios, consejeros, funcionarios de todo nivel que protagonizan extraños casos de ceguera frente a la realidad y un autismo político que les hace creer que están en el camino correcto.

Enceguecida porque no quiere o no puede ver, presa en su soledad, la administración Boluarte no entiende que su nave tocó fondo y de manera estrepitosa y no hay explicaciones para tantos escándalos desde los Rolex, pasando por las joyas y los letales casi 50 asesinatos a balazo limpio a partir de diciembre del 2021.

En la calles los bombos retumban, las ollas claman su protesta popular y los políticos en Palacio y en el Congreso, hablaban de pactos, declaraciones, treguas, blindajes, conveniencias egoístas.

El autismo ya no es patrimonio clínico de algunas personas desafortunadas, se ha convertido en una epidemia que ataca a pandillas de zánganos deshonestos y profundamente negados para cualquier creación heroica. Si a esos defectos juntan sus vanidades, tenemos un panorama inquietante y de zozobra invariable.

El gobierno de la presidente Boluarte, simple administradors del poder que detentan otros, los de siempre, ahora en yunta con un Congreso menos que deficiente, ha colapsado porque la lucha intestina propicia que cada quien haga lo que mejor le parezca.

Es como un auto que tiene cuatro ruedas desalineadas ¡todas tiran para su lado! Lo que hoy vemos es una radiografía del desmanejo, el triunfo de la imbecilidad, la incompetencia elevada a niveles de mando. Pero ¿desde cuándo los incapaces pueden producir otra cosa que barbaridades?

El tema no son los hombres, sino ¿qué queremos? ¿para cuánto tiempo? ¿con qué afán? ¿y con quiénes? Queremos un país decente, con pobreza a la que superar merced a un combate popular y democrático.

Demandamos que un plan nacional y popular de gobierno lo sea por 50 años con determinación para generar empleo. Creemos que todos pueden participar en un proyecto integral pero con visión de país y no con apego a concepciones egoístas, de grupúsculo o sectarismos.

El todo siempre será mejor perspectiva y horizonte que la parcela minúscula, insignificante y sin alma.

Si hay una creencia acendrada en el Perú, ésta debe ser en el sagrado amor a nuestra juventud y reivindicación de la historia. ¡Hartos ya estamos de tanto badulaque y hampón en la cosa pública!

Algunos aventuran la tesis de una asamblea constituyente como transición de este desastroso gobierno. Otros creen en el adelanto de elecciones. Cualquiera que fuese el camino, hay que plantear ¡desde ya! que a ningún funcionario oficial debe permitírsele salir o huir del país hasta que rinda cuentas.

Hay que revisar todos los contratos de concesión realizados a partir del 2001 y hay que hacer un juicio de residencia a los que han integrado las múltiples taifas aprovechadoras de varios gobiernos que malograron las esperanzas populares.

La estabilidad jurídica no puede ser gatillo para saquear al Perú, llevarse lo ganado, no reinvertir y zafar el cuerpo al reto apenas crujan las castañas de los problemas comunes a resolver.

El fabricado mito de “ruido político” es un pretexto de los mandones para “entender” que la letra con sangre entra y para eso necesitan matones y mercenarios.

El espectáculo de ministerios a la deriva, con personal aventurero e improvisado, inepto para la interpretación coyuntural y análisis firme en la defensa de los derechos humanos, es un capítulo vergonzoso para el Perú. Las fricciones con México y las patinadas de Torre Tagle, deleznables torpezas.

El pueblo es recurso poético y oratorio y pararrayos de todas los errores en que incurren los gobiernos. La ciudadanía escucha las promesas, sufre las equivocaciones y ¡paga por esta plaga de incompetencia con sus tributos!

¿Por qué un rapaz que roba una gallina puede pasarse años en la cárcel y los burócratas facilitadores de contratos contra el Estado, generadores de coimas abultadas y estropicio contra el Perú, ganan diplomas, le suben los sueldos y hasta son entrevistados por los miedos de comunicación?

Los números no mienten. Si gana tanto, cualquier dispendio por encima de esas cifras, es sospechoso y la verificación de signos exteriores de riqueza, algo simple de constatar. Recuerdo a un pata en el suelo, a quien vi con terno de casimir muy fino, corbata de seda, reloj bonito pero caminaba orondo ……. ¡con zapatillas de colores!

Los vientos de fronda constructiva, las corrientes libertarias por una democracia con justicia social, deben presidir nuestro pensamiento diario, alimentar el árbol de la vida que es verde y esperanzado y tornar vigente la promesa de la vida peruana.

Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz.

 

20.04.2024

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Señal de Alerta

 

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