El aparato se ubica en la Plaza de la Democracia, en la esquina de la avenida Salaverry y el jirón Edgardo Rebagliati, desde donde los vecinos del distrito y cualquier transeúnte puede entrar a la cabina a tomar aire puro durante las 24 horas del día y todo el año.
El proceso, que ha conciado el interés en otros países que desean reducir la contaminación en grandes ciudades, simula la fotosíntesis realizada de forma natural por los vegetales y convierte 200 mil metros cúbicos diarios de dióxido de carbono en oxígeno puro, que equivale a la capacidad de unos mil 200 árboles.
Transeúntes disfrutan del aire puro en la cabina del PAU-20.
Por su cercanía al hospital Edgardo Rebagliati, ofrecerá a miles de personas que buscan salud en el hospital respirar aire puro, pues en la zona, por la alta concentración de tránsito vehicular, la contaminación ambiental es importante.
Es de destacar la actitud del alcalde de Jesús María, que no se contenta con este Super Árbol, sino que tiene planificado instalar varios más en su distrito.
No hay hasta ahora uno en el Cercado de Lima
Pese a los altos niveles de contaminación, el alcalde Luis Castañeda Lossio no instaló ninguno de estos aparatos, pese a que Terra Nostra los ofrece en forma gratuita desde el 2007, amparada en el soporte de empresas privadas que desean cumplir una labor de responsabilidad social.
Esta actitud de Castañeda Lossio nos indica lo poco que le importó la salud de los limeños, pese a que utilizó a los hospitales de Solidaridad para promover su partido político que lleva un nombre similar. Esperemos que la nueva administración reaccione e instale de forma urgente estos aparatos en el castigado centro de Lima.
Una botella con el agua donde se captura los contaminantes del aire.