Pese a su excesivo precio, a que ofrece restringidas utilidades de uso civil y a que no garantiza seguridad por ser el mismo que el de los chilenos, el ministro de Defensa Pedro Cateriano insiste en adquirir un satélite francés burlando la licitación de ley que permitiría analizar otras empresas y así favorecer a Astrium, compañía francesa que estafó a Chile demorando años la entrega del satélite pactado.
Sobre este escándalo informa hoy el diario La Razón:
CATERIANO SE REÚNE CON MINISTRO FRANCÉS PARA APURAR COMPRA DE SATÉLITE A PRECIO SOBREVALORADO
Las invocaciones hechas por la prensa independiente para que el titular de Defensa, Pedro Cateriano, cumpla con la convocatoria de una licitación internacional para la compra de un satélite que el país necesita para su desarrollo y defensa, han caído en saco roto, porque desde este sábado se encuentra en Lima el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, para reunirse con su par peruano y finiquitar la compra del artefacto, saltándose el cumplimiento de la citada licitación, en contra de los mandatos de la Ley de Contrataciones del Estado.
La pretensión de Cateriano de comprar un satélite a la empresa francesa EDAS Astrium ha dejado en la estacada a ocho empresas postoras internacionales de China, Israel, Reino Unido, EEUU, Corea del Sur, entre otras, que ya se encuentran en Lima en espera de una licitación transparente para ofrecer sus productos satelitales, y todo parece indicar que la ilegal operación con la empresa francesa EADS estaría consumada.
Lo grave de esta pretensión, según denuncia del experto peruano en ingeniería satelital, capitán de fragata (r) Jorge Manrique Prieto, se trata del mismo consorcio francés que fabricó y lanzó al espacio el satélite chileno SSOT, y le costó al gobierno de este país la suma de US$ 83 millones, pero que al Perú le costaría US$ 205 millones y significaría por lo tanto un sobreprecio de US$ 122 millones.
El representante del gobierno francés, sin duda, no ha venido solo para afinar la compra de un satélite Asrosat-300, que nunca antes se ha fabricado y que solo existe en diseño de computadora, sino también para apurar otros contratos millonarios como son la construcción del Metro 2 Subterráneo de Lima por US$ 6,500 millones de dólares; la futura repotenciación de la flota peruana de aviones Mirage-2000 por aproximadamente US$ 3,500 millones y otros rubros que se mantienen en reserva y que sin duda significarán, igualmente, millonarias transacciones.
De acuerdo al comunicado de prensa emitido por el despacho de Cateriano, Le Drian llegó el sábado para reunirse este lunes con su par peruano en la Comandancia General del Ejército, en San Borja, a la que asistirán el jefe del Comando Conjunto de las FFAA, vicealmirante AP José Cueto Aservi, y los comandantes generales del Ejército, Marina de Guerra y Fuerza Aérea, así como los respectivos asesores de ambos. Luego, el visitante y su séquito, y luego con el presidente Ollanta Humala, en su despacho de Palacio de Gobierno.
Cateriano ha sido autorizado por las resoluciones supremas 200-2013-RE y 201-2013-RE, para suscribir con los visitantes, primero un Acuerdo Relativo a la Protección de la Información y Material Clasificado en el Ámbito de la Defensa, y otro Acuerdo de Cooperación en Materia de Defensa. Para los analistas políticos no es un secreto que en el detalle de esos acuerdos, que no gozan del beneficio de la transparencia, se encuentran los relativos a las transacciones millonarias descritas, en particular el referido al satélite Astrosat-300.
E igualmente, respecto al costo de US$ 205 millones, Cateriano debe dar cuenta al país sobre la ventaja de esta oferta en relación a las hechas por otros postores, que han hecho oferta por precios muy menores, como la de un paquete de tres satélites, de los cuáles el segundo sería construido en el Perú por técnicos peruanos que radican en Europa, incluida la licencia para producirlos en el país.
Es decir, una compra con transferencia tecnológica que no estaría incluida en la compra unilateral, sin el requisito de licitación, que pretende imponer Cateriano, y que se contradice con otras compras internacionales hechas por el Mindef, como la de los 20 aviones KT-1 a Corea, que incluye su coproducción en el Perú, a precios ventajosos y con la citada transferencia tecnológica.
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