Por Mesías Guevara

En los últimos cinco años, en términos de conectividad, nuestro país avanzó relativamente bien. Digo esto porque se aprobó la ley 29904 de banda ancha, que permitió la instalación de la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica y se inició la instalación de diversas redes regionales, hasta hoy son ocho las que están en proceso. Todos coincidimos que este esfuerzo es bueno porque permitirá consolidar el acceso universal, sobre todo de las zonas rurales, aspecto fundamental para acceder al conocimiento.

Foto: El Comercio

Sin embargo, pareciera que los responsables de llevar a cabo estos importantes proyectos caminan en “frecuencias y decibeles diferentes”. Por un lado, vemos al FITEL- MTC, OSIPTEL y PRO INVERSIÓN, cada uno con su propio argumento y velocidad. Durante la instalación de las ocho redes regionales (Lambayeque, Huancavelica, Apurímac, Ayacucho, Cuzco, Tumbes, Piura, Cajamarca) se han presentado problemas,  unos mayores que otros. Algunas redes regionales han sido concluidas, otras en procesos de concluir. Esos problemas debieron ser resueltos para los próximos concursos como el que actualmente está en proceso de licitación, donde se adjudicarán siete redes regionales.

Vemos que algunos problemas persisten, como el tiempo de instalación que no se ajusta a la realidad geográfica. Hay redes regionales que ya debieron ser entregadas y estar en operación, pero eso no sucede porque hay un retraso debido a que muchas veces no se ha resuelto el tema relacionado con la compra de los terrenos y en algunos casos por un pobre trabajo de sensibilización. Hay divergencias con la comunidad quienes no sienten suya la red. Otro aspecto es el contrato con las empresas eléctricas a pesar de que está contemplado en la parte legal, persisten los inconvenientes provocando demoras.  Las autorizaciones de los pobladores de los famosos “pases” y lo CIRAS del Ministerio de Cultura.  También se han presentado problemas en la conexión a los servicios públicos como energía eléctrica, agua y saneamiento. No menos crítico es la conexión de las redes regionales con la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica gestionada por Azteca Telecom,  quienes no permiten la co ubicación de los equipos en sus nodos. Y si no me equivoco es uno de los puntos que está en arbitraje.

El costo del transporte de la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica ha quedado muy alto, esto hace peligrar la operación de las redes regionales. Entendemos que el MTC ha solicitado a OSIPTEL que renegocie el contrato con Azteca Telecom, sin embargo esto aún no se produce.  Mientras tanto la licitación continúa, generando incertidumbre entre los participantes, que ven que al final la operación de las redes regionales con estos costos no serían rentables.  Debemos entender que la instalación y operación de la red contempla el CAPEX y el OPEX.

En la actualidad hay tarifas topes que se sustentan  en una resolución dada por OSIPTEL, fundamentalmente para las instituciones públicas, de manera específica, escuelas, centros médicos y comisarías. Además de la tarifa se ha establecido que la velocidad de acceso para las instituciones públicas debe ser 2 Mbs. En este tema OSIPTEL debe aclarar si las tarifas topes también serán para otras instituciones del Estado, con el objetivo de dar predictibilidad a los proyectos.

En estos y otros temas el FITEL- MTC, OSIPTEL y PRO INVERSIÓN deberían de caminar en la misma frecuencia y decibel, para que los proyectos regionales de fibra óptica se puedan hacer realidad y  a la vez garantizar su sostenibilidad. En relación a la población, hay una gran expectativa por contar con un servicio de Internet de calidad y precio accesible, de allí su importancia, más aún cuando el servicio de Internet se convierte en un derecho fundamental.  Sin embargo, está presente el reto de dar a conocer a los usuarios los beneficios que les traerá el contar con este servicio.

21.11.2017