Vista de cables eléctricos sobre los telefónicos |
Los cables eléctricos aéreos siguen causando muertes sin que ministerios ni el Congreso modifiquen las normas que permiten a Luz del Sur y otras empresas de energía eléctrica mantener los peligrosos tendidos aéreos.
Estas muertes se han producido de dos formas;
- El cable eléctrico cayó sobre la calle y electrocutó a transeúntes
- El cable eléctrico cayó sobre el cable telefónico y electrocutó a personas que en ese momento hablaban por la línea de teléfono afectada
Tras las muertes, la prensa informa, pero a las autoridades correspondientes el asunto no les importa.
En varios distritos, en especial en zonas donde se ha urbanizado en las últimas décadas, como sectores de La Molina, Surco, Villa El Salvador, etc., se observa tendido eléctrico aéreo en lugar de subterráneo. Además, contraviniendo todo sentido común y de seguridad, los cables eléctricos están encima de los telefónicos; en caso de que el cable eléctrico caiga sobre el telefónico, la conexión telefónica transmite una fuerte descarga eléctrica.
Hemos realizado el seguimiento de un caso de caída de cable eléctrico en el distrito de La Molina. El cable eléctrico cayó sobre el telefónico, carbonizó el teléfono y produjo un amago de incendio en una vivienda; además, mató al árbol que estaba debajo del cable y cortó la línea telefónica desde la cuadra 64 de Javier Prado hasta la zona cercana a Molicentro. Por ser madrugada, nadie estaba hablando por teléfono, si no, las consecuencias hubiesen sido mortales. Esto fue hace unos años. Los vecinos refieren que reclamaron a Telefónica y a Luz del Sur, pero ninguna de estas empresas reparó los daños causados. No sólo eso, sino que hasta ahora insisten en que el cable eléctrico esté encima del telefónico. También hubo llamadas a la Defensoría del Pueblo, pero no se ocuparon del caso. La negligencia es mayor por parte de Luz del Sur, puesto que su cableado conduce el agente potencialmente mortal, esto es, la electricidad.
Quien permitió que legalmente se instalen cableados aéreos fue el gobierno de Fujimori, por favorecer a los chilenos que llegaron con Luz del Sur y las demás empresas eléctricas, porque el tendido aéreo es menos costoso. Es decir, la prioridad es la ganancia de la empresa, no la vida de la gente. Esta es una perla más de las consecuencias de la corrupta privatización de las empresas estatales, que se realizaron para favorecer a intereses foráneos, no obstante ser estratégicas. El país no importó, tampoco importaron los usuarios, sino los apetitos de los inversionistas.
La vida y la integridad de las personas deben estar sobre el afán de lucro de cualquier empresa. Además, esa clase de tendidos no son tolerados en los países desarrollados, al parecer sólo hay en lugares de África.
Con el lema de que la privatización traía modernidad, que tanto políticos corruptos como la prensa mercenaria enarbolaban, el Perú, que tenía instalaciones subterráneas de primer mundo, pasó a permitir instalaciones de mundo subdesarrollado.
Por su parte, congresistas y ministros parecen estar “ciegos” ante esta barbaridad.