Buitres de la información reservada
Supuestamente para tranquilidad y seguridad de sus clientes, Telefónica tiene un servicio por el cual cobra para no publicar el nombre y número del usuario en la guía de teléfonos.
Sin embargo, entre otros, hemos recibido la denuncia de la doctora Milagro Gonzales Vigil, quien se queja porque ella pagó para recibir el servicio arriba señalado, pues no quería ser importunada por llamadas telefónicas no deseadas.
La prueba del delito
No obstante las promesas de seguridad y discreción de Telefónica, dicha usuaria ha recibido llamadas de la chilena Saga Falabella. Que el número fue proporcionado por Telefónica y no por otro medio se prueba por el hecho de que Saga llama alegando una supuesta deuda de su madre (difunta), a nombre de quien figura el teléfono hasta ahora.
Por su estado de salud, la madre de la abogada usuaria hacía más de diez años antes de fallecer que no salía de su casa, o lo hacía por controles de salud, y antes de la creación de Saga ya no tenía posibilidad de realizar compras en ningún establecimiento.
El peligro de los teléfonos en manos inescrupulosas
Como hemos visto, los chilenos están infiltrados en todo ámbito, ahora hasta han espiado los teléfonos no publicados en la guía telefónica. Esta situación es muy grave no sólo para los ciudadanos en forma individual, sino para la seguridad nacional.