por Herbert Mujica Rojas
Pocos días atrás se dio cuenta que “la
empresa Andean Railways iniciaría en agosto o setiembre sus operaciones en la
ruta del Ferrocarril Sur y Sur Oriente, que ya opera Perú Rail, por lo que se
constituirá en el segundo operador de dicha infraestructura ferroviaria,
informó Ositran (Andina, 23-7-2007)”. Esta opción sería una fórmula que promovería
otra opción para los miles de usuarios de esos circuitos, en consecuencia, obligatoria
y necesariamente, deberán bajar los precios y mejorar el servicio.
No obstante que la Constitución prohíbe los
monopolios, Perú Rail es uno, de absoluto predominio en ambas rutas desde 1999,
fecha en que el Estado mal contrató la concesión con la firma Trasandino, cuyo
operador es Perú Rail. Según fuentes muy bien informadas, el convenio fue
firmado de tal manera que se han puesto dificultades de acceso a la vía, cuasi
imposibles de superar. No obstante Ositran estudia reformas aún cuando es hasta
real la chance de que este organismo carezca del poder necesario para
introducir cambios sustantivos, solo cosméticos y de forma. Nada de fondo.
No debe pasarse por alto que el muy
lamentable papel de Ositran, desde los últimos cinco años, ha permitido abusos
innumerables como, por simple ejemplo, lo acontecido con la concesión del
Aeropuerto Jorge Chávez, las mangas y las ¡cuatro addendas! propuestas por Lima
Airport Partners, LAP, todas en favor de esta empresita mediocre pero que
compra en dólares servicios periodísticos y publicitarios con asalariados en
casi todos los medios de comunicación. Así lo hemos sostenido, sin respuesta, formal
o informal, en ¡Estafa al Perú! ¡Cómo robarse aeropuertos y vivir sin problemas!
http://www.voltairenet.org/article148321.html
Por tanto, no hay que albergar demasiado optimismo ante la comprobada ineptitud
de Ositran.
Perú Rail se montó literalmente sobre los viejos
vagones que poseía Enafer. Nunca trajo la empresa el nuevo hardware para
comodidad de los usuarios que pagan tarifas altísimas para viajar en pésimas
condiciones de higiene, seguridad y costos abusivos. Este monopolio tiene largos años
de duración y hasta hoy han hecho uso absoluto de su posición de dominio. La
alternativa es ir caminando, por ejemplo, a Machu Picchu.
Como se sabe y así lo especifica Andina, el
Ferrocarril del Sur une los puertos de Mollendo y Matarani con Arequipa,
Juliaca, Puno y Cusco, con una longitud total de 911 kilómetros de vía de
trocha estándar (1,435 milímetros), mientras que el Ferrocarril Sur Oriente une el Cusco, Machu
Picchu y la Hidroeléctrica, con una longitud total de 12 kms. de vía de trocha
angosta de 914 milímetros.
Al aparecer en el horizonte un segundo
operador, el efecto inmediato, debiera ser la introducción de mejores precios
con una atractiva exposición de vagones nuevos, limpios y rápidos, en beneficio
de los usuarios peruanos y extranjeros que hasta hoy han tenido que pagar lo que impuso, a su
libre albedrío, la monopólica Perú Rail.
El titular de Ositran, Juan Zevallos,
informó que “Este aplazamiento se explica en que la empresa (Andean Railways)
aún debe reunir dos requisitos para solicitar el pedido formal de acceso al uso
de infraestructura de dichos ferrocarriles al Ositran”. Sin embargo de estas expresiones,
se sabe positivamente que Andean Railways ya tiene la licencia del MTC.
Detrás de Andean Railways y como soporte
tecnológico, informó su gerenta general, María del Carmen Leiva, está la firma
estadounidense Aeropacific Holdings con larga trayectoria en el área de
transporte ferrocarrilero. “Sin lugar a dudas, la aparición de Andean Railways, significará
una puerta abierta a tecnología moderna, precios más accesibles y siempre la
competencia beneficia al usuario y para eso estamos aquí”, subrayó la
funcionaria de Andean.
¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien! ¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera! ¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz! ¡Sólo el talento salvará al Perú!
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