Datos estadísticos indican que hay un sector de ciudadanos que carece de refrigeradora, según explican entendidos en la materia por los informes televisivos, lo cual complica la cuarentena, pues estas personas buscan adquirir sus alimentos no una vez por semana, sino más seguido.
Por eso el Colegio de Nutricionistas debería promover dietas saludables populares que no requieran refrigeración, pero todavía no se han manifestado.
La idea es que los consumidores que no tienen cómo refrigerar o cuya refrigeradora es muy pequeña, puedan organizarse para no concentrarse en los mercados y contagiarse con el coronavirus COVID-19. Sí se podría comprar para la semana incluso en esas condiciones.
Proteínas
Una parte importante de la dieta son las proteínas. Por eso la carne fresca debe consumirse para el primer día. Para los días siguientes se puede recurrir a otra clase de productos proteicos: huevos, charqui (carne roja seca) o pescado seco. Las menestras contienen una importante proporción de proteínas y con todo ello se puede cumplir el ciclo semanal.
En zonas donde se recibe más luz y calor solar se puede secar las carnes salándolas, para prolongar su duración.
La necesidad diaria de proteínas puede complemetarse con leche y queso en los desayunos y lonches. Los quesos frescos pueden durar días envueltos en una bolsa de papel limpia, por ejemplo, una bolsa de pan, o envolverlo en un papel blanco.
Carbohidratos
En cuanto a los carbohidratos no hay problema porque ya sea que se trate de tubérculos, como las papas o camotes, son durables. Las zanahorias, cebollas y ajos pueden durar más de una semana. Las harinas y fideos duran meses y años, pero se debe cuidar su almacenamiento para evitar la polilla y los roedores. El pan fresco es para un día, pero seco puede consumirse tostado en unos días. No se puede guardar mucho porque en climas como el limeño tiende a albergar hongos.
Vegetales frescos y frutas
Los vegetales frescos también son importantes porque aportan minerales y fibra. Se debe consumir el primer día los más frágiles, como las albahacas o culantro, que incluso pueden durar varios días si se colocan con la base de su tallo en un recipiente con un poco de agua, cambiando para que no albergue zancudos. El recipiente debe tener boca angosta y tapar la parte superior rodeando al vegetal para que no ingresen los zancudos.
Los rabanitos pueden durar toda la semana, así como los pepinos verdes, zapallitos italianos y similares. El zapallo macre se adquiere cortado porque es grande y dura pocos días. No se debe usar bolsas plásticas para guardar vegetales frescos, sino papel o trapo seco de algodón, porque apretar la verdura junta sin aislarla acelerará su descomposición.
La palta es ideal, pero el precio no siempre deja a este fruto al alcance de los bolsillos. La col puede durar una semana y comerse cruda o cocida.
Las frutas como los plátanos son excelentes, están a buen precio y duran. Los de mayor duración son los de tipo "bellaco", más de una semana y se pueden freír. Cuando por el precio no se puede comprar mucha fruta, el limón y la naranja aportan vitamina C.
Grasas
Las grasas como el aceite tienen larga duración, pero no la mantequilla. Debe guardarse en un lugar fresco para que dure toda la semana. Nunca adquieran margarina, es pésima para la salud. Por esta razón debe evitarse comprar queques, porque no usan mantequilla sino margarina o aceite de palma. Los queques preparados con mantequilla son caros y normalmente fuera del alcance de la alimentación popular.
Las aceitunas aportan grasa saludable, además de otros nutrientes importantes, y duran largo tiempo.