El estudio, desarrollado por un equipo del Instituto Universitario IU EcoAqua, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (España), publicado en la revista Marine Pollution Bulletin, señala que de 120 muestras de caballa analizadas, unas 94 (84%) evidenciaron hasta 260 microplásticos en sus estómagos, representando casi un 80% de los ejemplares totales examinados.
La mayor parte de los plásticos hallados son fibras (74%), se encontraron también restos de pintura (12%), así como fragmentos de plástico (12%), redes de pesca y films (2%).
Se cree que esta cantidad de desechos podría ser por su semejanza con copépodos de color azul, el mismo color de los microplásticos hallados. Los copépodos son uno de los principales alimentos de la caballa.
Los autores de la investigación todavía se desconocen los efectos que puedan tener esos contaminantes químicos en la carne de la caballa y en la salud, lo cual indagarán en estudios posteriores.