Callao: Gobierno opta por Duopolio
Manuel Dammert Ego Aguirre
Luego de la secreta venida de un alto dignatario de Dubai, el gobierno ha optado por el duopolio extranjero en el Mega Puerto del Callao. Es decir, digo, Alan García ha decidido, con razones sonantes, en este faenón. Lo hace por razones que oculta, pero que la justicia descubrirá. Quiere imponer que el Perú pierda soberanía en su megapuerto. Pretende que sea manejado por dos empresas extranjeras, las que concertarán su accionar a escala global sin que el Perú tenga atribuciones de soberanía al respecto del Mega Puerto. El Mega Puerto del Callao debería ser centro estratégico de soberanía de la Nación. La Patria lucha por ello: Enapu modernizada y en competencia con DPW, el Sima fortalecido, la Marina mercante nacional activa, la zona de actividades logísticas con valor agregado, la base naval reubicada pero fortalecida en la Isla San Lorenzo. Estas venas que irrigarían a la nación, las corta el gobierno, para que parasite el Duopolio Extranjero, y su interlocutor interno sea nada menos que el grupo naviero portuario chileno al que ha regalado la infraestructura estratégica logística del país.
Manuel Dammert Ego Aguirre
Luego de la secreta venida de un alto dignatario de Dubai, el gobierno ha optado por el duopolio extranjero en el Mega Puerto del Callao. Es decir, digo, Alan García ha decidido, con razones sonantes, en este faenón. Lo hace por razones que oculta, pero que la justicia descubrirá. Quiere imponer que el Perú pierda soberanía en su megapuerto. Pretende que sea manejado por dos empresas extranjeras, las que concertarán su accionar a escala global sin que el Perú tenga atribuciones de soberanía al respecto del Mega Puerto. El Mega Puerto del Callao debería ser centro estratégico de soberanía de la Nación. La Patria lucha por ello: Enapu modernizada y en competencia con DPW, el Sima fortalecido, la Marina mercante nacional activa, la zona de actividades logísticas con valor agregado, la base naval reubicada pero fortalecida en la Isla San Lorenzo. Estas venas que irrigarían a la nación, las corta el gobierno, para que parasite el Duopolio Extranjero, y su interlocutor interno sea nada menos que el grupo naviero portuario chileno al que ha regalado la infraestructura estratégica logística del país.
La expresión judicial de esta decisión, ha sido el rechazo a la medida cautelar que había conseguido DPW para participar en el Terminal Norte. La pronta reacción de los dos Ministros comprendidos, es parte del festín carnavalesco del gobierno. El Ministro Parlanchín del MTC, ha anunciado eufórico que calificaría rápido a tres postores (Hutchison, APM terminal y MSC), y que en pocos días entregarían la Buena Pro, “olvidando” que para el 26 de marzo recién Proinversión aprobará la versión final-final de un proyecto de Contrato, que debe ser revisado pues está ampliamente cuestionado. El otro Ministro, el mercantilista banquero del MEF, muy serio ha dicho que “ha escuchado”, que no sabe bien… pero que está seguro, que DPW aceptará el Duopolio, pero exigiendo inauditas “compensaciones”, las que incluso ha enumerado: más área acuática, ampliación de área portuaria, entre otros privilegios., que no ha dicho como darán.
Los puertos, en nuestro país-puerto, son como los puntos básicos de las venas de los que depende se irrigue el cuerpo de la nación. Si son parasitados o secuestrados, se atrofia y destruye la nación. De los puertos depende, en gran medida, que funcione la plataforma logística nacional y su posicionamiento geopolítico. Señalaba Mercado Jarrín que la batalla geopolítica del Siglo XIX, fue también económica y militar, y se expresaba en el posicionamiento del Callao versus Valparaíso, que condensaba la relación de fuerzas entre Perú y Chile. Señalaba que la del Siglo XXI, se dirimiría como batalla económica, según quien controle los puertos y el tráfico marítimo, en la nueva relación que construye Brasil y SurAmérica con el Asia-Pacífico, en la nueva relación de fuerzas entre Perú y Chile.
El gobierno de García pretende la autoderrota de la nación. Quiere liquidar Enapu para que el Estado no tenga atributos de Soberanía en el megapuerto, como lo tienen todos los Estados Nación del mundo. Está entregando la plataforma logística de la nación para que sea parasitada y controlada por el grupo naviero portuario chileno. Ya Santa Sofía Puertos (Claro-Romero) tiene Matarani y el muelle de minerales del Callao; y Andino Inversiones Holding (Von Appen) tiene Paita, el cabotaje de petróleo y GLP, la zona de actividades logística y terminales de almacenamiento del Callao, los aeropuertos del sur y del norte. Desde este control, nos subordinan al grupo naviero chileno de CSV y CCI, de Claro y Urenda. De esta forma, este grupo chileno ha reemplazado las funciones y atribuciones de soberanía que ejercía el Estado en el transporte marítimo (con la Compañía Peruana de Vapores) y aeroportuario (Corpac), y ahora pretende arrebatarlas a Enapu. El gobierno abdica de la soberanía y la entrega a este grupo chileno. El intento de entregar a un Duopolio extranjero el Megapuerto del Callao, y con ello la soberanía marítima-portuaria, es como si García hundiese el Huáscar, en plena batalla. ¡El Perú no lo permitirá!
Los puertos, en nuestro país-puerto, son como los puntos básicos de las venas de los que depende se irrigue el cuerpo de la nación. Si son parasitados o secuestrados, se atrofia y destruye la nación. De los puertos depende, en gran medida, que funcione la plataforma logística nacional y su posicionamiento geopolítico. Señalaba Mercado Jarrín que la batalla geopolítica del Siglo XIX, fue también económica y militar, y se expresaba en el posicionamiento del Callao versus Valparaíso, que condensaba la relación de fuerzas entre Perú y Chile. Señalaba que la del Siglo XXI, se dirimiría como batalla económica, según quien controle los puertos y el tráfico marítimo, en la nueva relación que construye Brasil y SurAmérica con el Asia-Pacífico, en la nueva relación de fuerzas entre Perú y Chile.
El gobierno de García pretende la autoderrota de la nación. Quiere liquidar Enapu para que el Estado no tenga atributos de Soberanía en el megapuerto, como lo tienen todos los Estados Nación del mundo. Está entregando la plataforma logística de la nación para que sea parasitada y controlada por el grupo naviero portuario chileno. Ya Santa Sofía Puertos (Claro-Romero) tiene Matarani y el muelle de minerales del Callao; y Andino Inversiones Holding (Von Appen) tiene Paita, el cabotaje de petróleo y GLP, la zona de actividades logística y terminales de almacenamiento del Callao, los aeropuertos del sur y del norte. Desde este control, nos subordinan al grupo naviero chileno de CSV y CCI, de Claro y Urenda. De esta forma, este grupo chileno ha reemplazado las funciones y atribuciones de soberanía que ejercía el Estado en el transporte marítimo (con la Compañía Peruana de Vapores) y aeroportuario (Corpac), y ahora pretende arrebatarlas a Enapu. El gobierno abdica de la soberanía y la entrega a este grupo chileno. El intento de entregar a un Duopolio extranjero el Megapuerto del Callao, y con ello la soberanía marítima-portuaria, es como si García hundiese el Huáscar, en plena batalla. ¡El Perú no lo permitirá!
La Primera, 03.03.2011.