Propaganda engañosa de Javier Alvarado

Escribe: Néstor Roque Solís (*)

El populista Javier Alvarado hace propaganda como resultado histórico que en el año 2011 ha logrado  más del  90 % del Gasto Público en la región Lima. Como consultor en términos económicos financieros no conozco este ratio de gasto para evaluar el desempeño de una institución pública o empresa privada. La gestión por resultados en la administración pública no se mide por los gastos  o inversiones realizadas, sino por los indicadores de productividad, rentabilidad y costo/ beneficio a la población.

 

¿Quién les ha dicho a los populistas de la región Lima? que el que gasta  más, es mejor. Por ejemplo, un padre de familia se gasta en 15 días el presupuesto de todo el mes, y no por eso, es un padre ejemplo del bienestar de su familia. Hoy en la gestión moderna se evalúa los resultados con indicadores en educación, salud y seguridad ciudadana. Con indicadores tangibles de los sectores productivos de agricultura, la pesca, la industria. Y en ese terreno los gobernantes de la región no tienen nada que mostrar como éxito. Por eso, solo entregaron un par de hojas de papel en blanco y un lapicero en su Audiencia Pública chica el mes pasado en Huacho y Cañete.

Los indicadores dependen de los objetivos y resultados definidos. Cada organización, en el marco de su vocación o cometidos y de su estrategia, define los objetivos y resultados a lograr en su gestión. Los indicadores deben estar referidos en los planes y proyectos de la organización. Pero la realidad es que el Presidente Regional Javier Alvarado no tiene en cartera  estos instrumentos, desde que engaño al electorado con un plan de gobierno mamarracho y plagiado de una región de la amazonia peruana.

Estos son los peligros del populismo de Javier Alvarado, que trata de sorprender a la opinión pública: confundiendo el gasto público con beneficios tangibles a la población en su primer año de gestión en el Gobierno regional de Lima. Lo cierto es que la educación, la salud, la seguridad ciudadana se ha empeorado con la gestión de Javier Alvarado, y qué decir de los índices de contaminación y el abandono de la agricultura, ganadería y la pesca artesanal en la región Lima.

La ausencia de un programa definido o de una doctrina ideológica acabada no resulta pues sorprendente en el populista presidente regional: el populismo de Javier Alvarado no pretende ser una idea original ni una teoría global, menos aun una concepción para el desarrollo del hombre y la sociedad, sino, ante todo, es una voluntad de demagogia del bien común.

La presencia del populismo  en la región Lima es asimilable, mutatis mutandis, a un acceso de fiebre. Y si bien la fiebre es síntoma de enfermedad, no es, en sí misma, la enfermedad. La identificación del agente patológico resulta pues indispensable en el tratamiento psicológico de Javier Alvarado. Porque este señor hace de la política un comportamiento de la mentira y de las poses para encantar incautos con una propaganda agresiva para tratar de hacernos creer que la región Lima ocupa el sexto lugar en éxito de gastos, cuando ayer el Primer Ministro y hoy todos los medios andan preocupados por la situación de mediocridad e ingobernabilidad que tienen las regiones del país, y por eso se ha planteado acelerar el proceso de regionalización y descentralización.

Todos los informes y recomendaciones del MEF: son gestión por resultados, proyectos por resultados, contratos por resultados ¿Cuál es el resultado exitoso que ha tenido a favor de la población la gestión de Javier Alvarado? para hacerse propaganda mediática que es uno de los mejores gobiernos regionales del país. Francamente ninguno,  de acuerdo a los estándares que solicita el MEF para los proyectos de impacto regional. Los populistas acostumbran realizar propaganda engañosa para sus intereses políticos: Javier Alvarado es un prototipo populista con ansias psicológicas por el poder, por eso requiere nuestra atención técnica y política. El populismo es la muleta de la democracia.

(*) Consultor