Persiste incertidumbre sobre la Eurozona, Estados Unidos y China. Hay preocupación por los sectores exportadores de commodities
Se prevé un crecimiento económico continuo en países como el Perú, Chile, Colombia y México, pese a que los riesgos externos representan la principal preocupación para América Latina, aseguró la agencia calificadora de riesgo crediticio Standard & Poor's.
La analista crediticia de la referida entidad de rating, Lisa Schineller, comentó que es probable que la economía en general en la región mejore el próximo año, encabezada por Brasil. Aunque advirtió que los riesgos siguen sesgados a la baja, de acuerdo con un reporte publicado por Standard & Poor's Ratings Services, titulado "Economía de América Latina puede mejorar en 2013, los mayores riesgos vendrán del exterior".
Precisó que persiste una incertidumbre significativa, con riesgos que emanan principalmente de la Eurozona, Estados Unidos y China.
"El contagio adicional del extranjero que proviene de los riesgos a la baja, en nuestra opinión, afectaría el crecimiento económico y el desempeño corporativo", previó, según El Peruano.
Sin embargo, destacó que las industrias que están más enfocadas en atender a la región siguen desempeñándose adecuadamente, dada la sana demanda interna y la dinámica favorable de la población. "No obstante, los sectores que están más orientados al exterior, particularmente relacionadas con commodities, se están debilitando."
Dada la significativa incertidumbre a escala mundial, el riesgo en el panorama del escenario base que prevé Standard & Poor's se inclina hacia la baja.
Un escenario negativo para América Latina, al que atribuimos una probabilidad de 30%, está en línea con la opinión de la agencia de una baja económica a escala mundial por una recesión más profunda en cierta medida en Europa, una desaceleración más moderada en China, y la ligera contracción en Estados Unidos.
En este escenario, Standard & Poor's proyecta que el crecimiento promedio en América Latina pasaría alrededor de 0% en 2013, lo que refleja una ligera contracción en Brasil y un crecimiento marginal en el mejor de los casos en México.
El menor crecimiento en la región se derivaría de distintos canales de transmisión: flujos comerciales directos, precios de los commodities, percepción de los inversionistas a escala mundial y flujos de capital, y vínculos entre los bancos locales y extranjeros.