Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), exhortó a los países de la eurozona a realizar mayores esfuerzos para impedir una recaída en la crisis financiera global.
Señaló que es necesario un avance para seguir asegurándose de que las economías continúan en el camino de la recuperación económica.
No obstante, admitió que se ha detenido la caída, pero “debemos evitar la recaída, y no es momento de relajarse”, advirtió el jueves en la sede del FMI en Washington.
Aseguró que es necesario crear un sindicato bancario en la zona euro como paso previo para las inyecciones directas de efectivo de los fondos de rescate de la zona euro a los bancos en problemas.
Precisó que sería necesaria la flexibilización monetaria adicional para sostener la demanda.
La funcionaria aseveró que se requiere crecimiento para el empleo y puestos de trabajo para el crecimiento.
Lagarde subrayó que los legisladores estadounidenses deben actuar con rapidez para evitar un nuevo enfrentamiento en las próximas semanas sobre el levantamiento del techo de la deuda más allá de 16,4 billones de dólares.
La crisis económica en la zona euro comenzó en 2008 y ha afectado a muchos países del mundo, en especial a los EE.UU. que sufre una grave crisis, la cual al principio afectaba solo el ámbito crediticio e hipotecario, pero en 2011 llevó a este país a la crisis del techo de deuda.
Para afrontar la crisis, los europeos han aplicado severas medidas de austeridad, entre ellas recortes salariales y despidos colectivos de trabajadores, pero estos remedios causan disturbios sociales y protestas.
