Por Alfredo Palacios Dongo
Desde hace casi 5 años, en mayo 2008, la Autoridad Portuaria Nacional (APN) informaba que en agosto de dicho año se estaría lanzando la convocatoria de los puertos fluviales de Iquitos (Loreto) y Pucallpa (Ucayali). Además, el Decreto de Urgencia (DU) 047-2008 declaraba de “Necesidad Nacional” y “Ejecución prioritaria” los procesos de promoción de la inversión privada vinculados con la concesión, entre otros, de los puertos de Pucallpa, Iquitos y Yurimaguas, y asimismo, los DU 121-2009 y 001-2011 reiteraban la necesidad y prioridad de concesionar dichos puertos.
Puertos fluviales amazónicos requieren mayor atención
En octubre de 2010 la APN y ProInversión acordaron concesionar en conjunto los tres puertos para adjudicárselos a un solo operador, sin embargo, solo un mes después, se desechó el acuerdo al aprobarse la viabilidad del puerto de Yurimaguas. En marzo de 2010 ProInversión informaba que en el cuarto trimestre de dicho año se concesionaría el puerto de Pucallpa, y también en setiembre 2011 aseguró que los puertos de Pucallpa e Iquitos serían concesionados el 2013.
Esta crónica de decretos y declaraciones demuestra una deficiente gestión en la concesión de los puertos fluviales amazónicos ya que en tantos años solo se logró adjudicar, el 27 de abril 2011, la concesión del nuevo terminal de Yurimaguas-Nueva Reforma al Consorcio Puerto Amazonas.
Dicho terminal, cuya concesión por 30 años es de naturaleza cofinanciada con el Estado será construido en la localidad de Nueva Reforma, ubicada a unos 20 kilómetros aguas abajo del actual puerto, y junto con los puertos de Pucallpa e Iquitos, la hidrovía amazónica y el puerto de Paita, en Piura, interconectarían el eje de la IIRSA Norte, facilitando el transporte de carga desde el océano Pacífico hasta el Atlántico, y viceversa, a través del puerto de Manaos, en Brasil.
Sin embargo, han pasado 2 años desde su adjudicación, y las obras que ya debieron empezarse (Fase I) están paralizadas como mínimo hasta el 2014 debido a que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) no cumplió con construir una carretera de 9.4 km entre el nuevo terminal y la carretera IIRSA Norte, indispensable para que el concesionario traslade maquinaria y materiales para iniciar las obras.
Lo increíble es que este requisito incumplido, que no permite iniciar las obras y representa grandes pérdidas para el Estado, se encontraba oportunamente incluido en el Estudio de ProInversión para la construcción del nuevo terminal (LPI-011-2007), y además, estipulado en la versión final del contrato de concesión (artículo 6.10 inciso e) presentado el 21 de marzo de 2011.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 6 de abril de 2013