Es bastante preocupante que decisiones de gobierno y privadas, con impacto económico evidentemente positivo y/o de cumplimiento de funciones, tenga que ser amenazado o simplemente bloquea-do por decisiones del poder judicial.
Enfrentar la judicialización como un síntoma conduce a identificar cambios en instituciones y en normas sociales que pueden devolver la solución de las controversias a la negociación directa de las partes.
Debilidad institucional
La “judicialización” es un nuevo síntoma de nuestra debilidad institucional, que sólo se puede revertir con la modernización del Estado y con nuevas estrategias empresariales. La intervención de la magistratura ha pasado de ser una excepción a constituirse en la regla. Sin duda que este hecho pone en riesgo nuestra aspiración de alcanzar el desarrollo.
La judicialización es una extensión
De los ámbitos sobre los cuales los jueces ejercen una autoridad, incluyendo áreas que antes recaían completamente en los funcionarios del Ejecutivo. Por ejemplo, las grandes inversiones involucran a diversos actores, que deben adaptarse a la presencia del nuevo proyecto a través de un proceso de negociación. La viabilidad de este proceder se basa en la confianza entre las partes y en la reciprocidad que la alimenta.
La judicialización refleja la acumulación de conflictos que partes no logran resolver por sí solas, por muy diversos motivos:
1. la dispersión del poder permite la emergencia de nuevos grupos que aspiran a participar en decisiones en que antes eran sólo espectadores.
2. hay una creciente desconfianza en empresas e instituciones, lo que dificulta toda negociación. 3. la globalización incorpora a nuevos actores que desconocen los códigos sociales de la negociación y a menudo están fuera de la reciprocidad con que operan los actores locales.
4. la complejidad de los temas que preocupan a comunidades (medio ambiente, equidad, derechos de consu-midores, etc.) requiere de soluciones más detalladas por parte de gobiernos y de empresas, que lue-go sean debidamente comunicadas a la sociedad.
Ésta es una oportunidad para que las empresas exploren nuevas estrategias para generar valor compartido vía cambios en prácticas de su conducta pública. ¡Mejoremos todos!
Judicializar la economía es daño para la sociedad
Gobierno y Sociedad
Instituto de Economía y Empresa SAC