El 24 de marzo pasado el gobierno chipriota alcanzó un acuerdo de último minuto con las autoridades de la Unión Europea (UE), del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) que le permitirá acceder a fondos para rescatar a su muy golpeado sector bancario, y terminar con semanas de tensión que dejaron a la pequeña isla mediterránea al borde del colapso financiero.

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Chipre: PBI y depósitos totales

chipre pbi depositos 2006 2012

Fuente: Banco Central

¿Cómo es que Chipre llegó a esta situación casi insostenible? Existen varias respuestas a esta interrogante. Una de las más importantes refiere a las malas decisiones adoptadas por las dos principales entidades financieras, el Banco de Chipre y Marfin-Laiki (también conocido como Banco Popular), quienes si bien no estuvieron expuestos a los papeles tóxicos estadounidenses durante la crisis subprime, sí optaron por especular masivamente con títulos de deuda griega. Con tasas de interés por las nubes a raíz de la especulación contra el país helénico, se volvió muy rentable en cierto punto adquirir bonos griegos. Con el posterior agravamiento de la situación en Grecia y el acuerdo entre dicho país y sus acreedores, en el cual se determinó una quita de deuda (es decir, se condonó parte de las obligaciones que tenia Grecia), los bancos mencionados vieron seriamente comprometida su estabilidad.

“¿Cómo es que Chipre llegó a esta situación casi insostenible? Existen varias respuestas a esta interrogante. Una de las más importantes refiere a las malas decisiones adoptadas por las dos principales entidades financieras, el Banco de Chipre y Marfin-Laiki…”

Además, el sistema financiero chipriota es muy grande en comparación con su economía, lo que dificultó cualquier tipo de rescate gestado a nivel doméstico. De acuerdo a cifras a diciembre 2012, los depósitos totales captados por las entidades financieras se ubicaron en € 70,157 millones, mientras que el PBI fue € 17,886 millones el año pasado, lo que nos da un ratio Depósitos/PBI de 392.22%. Dicho de otra manera, las captaciones de las entidades financieras casi cuadruplicaron al PBI en el 2012, por lo que era de esperarse que cualquier plan de ayuda tuviese que venir de sus vecinos europeos.

En ese contexto, el gobierno chipriota liderado por su presidente Nicos Anastasiadis barajó junto a otras autoridades europeas varias alternativas de rescate para el sector bancario. En un inicio se propuso aplicar impuestos sobre los depósitos, sin embargo el Parlamento no avaló dicha medida. Finalmente, el plan que sí se aprobó determinó que el segundo banco más grande, el Banco Popular, cerrara sus puertas y que parte de los depósitos en dicha entidad pasen al Banco de Chipre. De manera más detallada, se acordó que todas las captaciones menores que € 100,000 del Banco Popular sean transferidas al Banco de Chipre, mientras que los depósitos de € 100,000 a más (que bajo la ley de la UE no están asegurados) tanto del Banco Popular como del Banco de Chipre se congelen y sean utilizados para saldar las deudas del primero y para recapitalizar al segundo a través de una conversión de depósitos a acciones. Esta última medida supondrá pérdidas de alrededor del 40% para dichos ahorristas. Se espera que con esta reforma el estado chipriota se ahorrará € 4,200 millones, que hubiera tenido que inyectar en un eventual salvataje, lo que le permitirá cumplir con las exigencias del FMI, BCE y el UE, y tener acceso a un fondo de rescate por € 10,000 millones.

La explicación de porqué el sistema financiero es tan grande en Chipre es sencilla: los empresarios consideran a esta isla como un paraíso fiscal. El pequeño estado europeo cuenta con tasas impositivas muy bajas en comparación con otros países de la región. Así, en promedio, la tasa tributaria para corporaciones es de sólo 10% cuando —por ejemplo— en España bordea el 30%. Debido a ello, un gran número de empresas no residentes —especialmente rusas— se establecieron en Chipre con la intención de beneficiarse de un sistema tributario laxo.

Inicialmente, los más afectados con las medidas adoptadas en Chipre serán los grandes ahorristas, particularmente aquellos no residentes que decidieron beneficiarse de las bajas tasas tributarias. Sin embargo, habrá otras consecuencias perjudiciales, dadas las pésimas condiciones en las que se encuentra la economía chipriota. Para comenzar, todos los trabajadores del Banco Popular serán despedidos, y se espera una profunda reforma en el Banco de Chipre que le permita reducir costos, lo que implicará que un número importante de empleados bancarios de dicha entidad también se quedarán sin trabajo. Si a lo anterior sumamos que el plan de ayuda con la Unión Europea obliga a Chipre a realizar dramáticos cortes en el gasto estatal, congelamientos de salarios, alzas de impuestos y privatizaciones, el futuro del ciudadano chipriota luce tenebroso. Una vez más, como se ha hecho costumbre en los últimos años, serán los agentes que no causaron esta crisis quienes tendrán que cargar con el peso de las malas decisiones de algunos.

ASBANC, 12-04-2013


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