El Gobierno de Bolivia aseguró este miércoles que una asignación de recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que recibió esta semana no es un préstamo que debe ser devuelto ni implica otras obligaciones financieras o programáticas.
"No es un crédito, no es una línea de financiamiento, es una distribución de DEG entre los países miembros. Bolivia no tiene que pagar absolutamente nada", aseguró el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, en un comunicado a través de la cuenta de Twitter de su oficina.
Los DEG asignados a Bolivia el pasado lunes 23 suman 230,1 millones, aproximadamente 326,4 millones de dólares, y son parte de una asignación global de 650.000 millones de dólares destinados a reforzar las finanzas de los países y su capacidad de combate a la pandemia de covid-19, según un informe del FMI.
La declaración siguió a denuncias opositoras de que el Gobierno de Luis Arce habría contratado del FMI un crédito similar al que firmó el añol pasado la administración transitoria de Jeanine Áñez, sin autorización parlamentaria, y por el cual esa exgobernante enfrenta un juicio de responsabilidades.
El crédito de 2020, de unos 340 millones de dólares incluidos costos financieros, fue devuelto por el Gobierno de Luis Arce, que denunció su supuesto condicionamiento a medidas de política económica.
"No hay que devolver, no hay ninguna condicionalidad, ni obligatoriedad de seguir algún tipo de política cambiaria, fiscal, contractiva, porque esto ha sido aprobado en una sesión de gobernadores del FMI, totalmente libre", remarcó el ministro Montenegro.
Añadió que Bolivia recibía los recursos del FMI en condiciones similares a las de los demás países y en cantidad relacionada con su cuota de participación en ese organismo.
Desde su llegada al poder en 2006, el Movimiento Al Socialismo proclama independencia frente a las políticas neoliberales del FMI, defendiendo en cambio su propio Modelo Económico Socio Comunitario Productivo.
Con información de Sputnik