Un estudio del gasto público en 10 regiones mineras del Perú arrojó que los gobiernos locales de dichas zonas invirtieron mayor cantidad del canon minero en el sector transporte con un 23%, seguido del planeamiento con 17%, saneamiento con el 12%, agronomía 10%, educación 9%, cultura y deporte 6%, siendo vivienda y salud casi los últimos con un 3%, indicó el exministro de Agricultura y actual director de Videnza Consultores, Milton Von Hesse.

 

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Durante su conferencia magistral “Gestión pública en territorios mineros: lecciones aprendidas y tareas pendientes” presentada en PERUMIN 35, Von Hesse fue crítico respecto al uso de recursos como el canon minero y regalías mineras en las inversiones públicas por parte de los gobiernos subnacionales.

Ante el record alcanzado en 2021 con la elevada cifra de recursos económicos entregados a los gobiernos regionales y municipalidades, observar que se han enfocado en invertir principalmente en aspectos como planeamiento y no en educación, salud o servicios básicos, nos muestra en parte por qué prevalecen las brechas y el descontento en las regiones. "La capacidad de gasto fue menor que los recursos que han tenido disponibles. Si esos recursos los hubieran ejecutado bien, no habría tanto problema en el país”, expresó.

"Puedes tener mucha plata, pero si la usas mal, los impactos en el desarrollo son malos”, continuó Von Hesse. Comentó también que, a inicios del 2000, el Perú tenía un índice de inversión pública promedio a nivel de Latinoamérica; sin embargo, en el 2019 se convirtió en uno de los países con mayor movimiento económico de la región, pero donde no se ve reflejado en la inversión pública.

Esta situación no solo provoca el malgasto de beneficios económicos como las regalías y el canon, también que no se cierren brechas, según advierte Von Hesse. "Gastan poco, no apuntan a donde están las necesidades y lo hacen con poca transparencia y hay mucha corrupción, con lo cual nos parecemos a los países que ejecutan mal sus recursos públicos (…) los problemas en la ejecución de inversión vienen, y es evidente, porque tenemos probablemente la peor gestión pública de América latina".

La corrupción es otro factor importante en la deficiencia de gasto de recursos, pues la revisión a un análisis hecho por SERVIR arroja que del total los funcionarios públicos a cargo de un sector, solo el 1% tenía competencias suficientes para ejecutar su labor. “Las repartijas para pagar favores se están traduciendo en la calidad de servicios públicos que se está yendo para abajo constantemente. A esto se suman los procesos judiciales por corrupción de los gobernadores o autoridades”, expresó.

Como parte de sus recomendaciones pidió al sector privado participar en política y cambiar la imagen de las modalidades de inversión, como las asociaciones público-privadas u obras por impuesto.

 

Con información de IIMP