Luego de terminar el proceso de compra de la compañía Twitter, uno de los primeros actos realizados por el nuevo propietario Elon Musk fue despedir a los principales directivos de la empresa.
Como ya lo había dado a entender, Musk comenzó la poda y despidió a Parag Agrawal, director de Twitter; Ned Segal, director financiero; Sean Edgett, consejero general y Vijaya Gadde, jefe legal de la compañía.
El costo de despedir a los principales directivos de Twitter se estima en unos US$120 millones, según el The Guardian.
Hasta el momento, continúa con su anuncio de no realizar despidos masivos, lo que parece tranquilizar al personal, pues medios como el New York Times habían señalado que se realizarían grandes recortes de planilla, que cuenta con 7,500 empleados.
El primer día de noviembre, los 7.500 empleados de Twitter deben recibir sus subvenciones en acciones, que “suelen representar una parte importante” remuneración, según dicho medio, que adelantó que Musk ahorraría dichas subvenciones a través de los despidos.
La operación de venta se cerró en 44.000 millones de dólares para hacer la red más democrática y respetar la libertad de expresión, además de explotar su potencial económico.
Musk proyecta que en 2028 tendría unos ingresos de US$10,000 millones solamente en suscriptores y 26,400 millones de dólares incluyendo la publicidad.