Hay más celulares, pero ¿cuánto cuesta usarlos?
Por Humberto Campodónico
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) dice que en el 2009 el número de celulares llegó a 4,100 millones, el 51% de los 7,900 millones de habitantes en el planeta. En América Latina el grado de cobertura supera al 75% de la población. Más allá de este aumento vertiginoso, que ahora supera a los teléfonos fijos, es clave conocer cómo están distribuidos, así como su impacto en los bolsillos de los consumidores.
En el Perú, según el regulador Osiptel, a setiembre del 2009 había 23.5 millones de celulares, con lo que la cobertura llegó al 84%. Existe una gran concentración en Lima, que tiene el 49%. Le sigue La Libertad (5.6%), Arequipa (5.4%), Piura (4.4%), Lambayeque (4.1%), Junín (3.8%) y Cusco y Puno (3.6%).
El mercado está dominado largamente por Telefónica con el 63.3% del total, seguido por Claro con el 33.4% y, bastante más lejos, Nextel con el 3.3%. Tenemos, en verdad, un duopolio con un operador mayoritario. Otro dato es que de los 23.5 millones de celulares solo el 11% corresponde a Postpago (se paga a fin de mes, de acuerdo al consumo realizado), mientras que el 89% es Prepago (se paga por adelantado, mediante diferentes tipos de programas). Así, los pudientes están en el postpago y la gran mayoría en el prepago.
Esto tiene su correspondencia con los ingresos de las empresas. En el 2008 Telefónica Móviles facturó S/. 1,965 millones por el tráfico total, de los cuales el 67.5% provino del prepago, mientras que los postpago fueron el 32.5% restante. Además, en el 2008 Telefónica Móviles tuvo ingresos adicionales de S/. 1,345 millones por interconexión, datos y otros.
Ahora bien, ¿qué porción del salario se paga por el consumo? Para saberlo recurrimos al estudio “Asequibilidad de los servicios de telefonía móvil en América Latina” (1), que establece el costo del servicio prepago en varios países de la región. Se utiliza una metodología de canastas de servicios que permite la estandarización de los diferentes planes y tarifas ofrecidos por los operadores de cada país. En este caso, se toma la canasta de bajo volumen.
El estudio, con datos actualizados al 2009, permite apreciar que en Argentina y Brasil las tarifas prepago son superiores a las postpago (hay menos equidad), mientras que en el Perú son casi iguales. En Chile y Colombia, las tarifas prepago son más baratas.
Si se compara el costo de la canasta prepago con el salario mínimo, vemos que en Brasil los prepago destinan el 15.7% de su salario a pagar su consumo, seguidos del Perú con el 10%. En Argentina, Chile y Colombia la proporción no supera el 5%. Notemos, de paso, que el salario mínimo peruano es, de lejos, el más bajo de todos estos países.
Las recomendaciones para hacer más asequible el uso de los celulares para las grandes mayorías pueden consultarse en este estudio. Por nuestra parte, hacemos énfasis en la falta de regulación en el sector, a diferencia de la telefonía fija. De hecho, en la Memoria 2008 de Telefónica Móviles se dice: “Las tarifas se encuentran bajo un régimen de supervisión por Osiptel, en virtud del cual las empresas operadoras fijan libremente las tarifas” (sic).
Los usuarios mayoritarios de la telefonía celular, que es un servicio público, tienen derecho a menores tarifas. Volveremos sobre el tema.
(1) Los autores son Roxana Barrantes, Hernán Galperin, Aileen Agüero y Andrea Molinari. DIRSI, IDRC, 2007, http://dirsi.net/node/97.
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