Fondo de Combustibles: van más de S/. 600 millones
Por Humberto Campodónico
De enero a octubre, el gobierno ha comprometido S/. 461 millones al Fondo de Compensación de Precios de los Combustibles. Este dinero va a las refinerías y a los importadores de combustibles para evitar que aumenten sus precios, debido al constante aumento de los precios del petróleo en el mercado internacional. Hace poco con el DU 042 del 15/11, el gobierno destinó S/. 150 millones adicionales a este Fondo.
El objetivo del Fondo es bueno, pues protege el poder adquisitivo de los consumidores con un subsidio directo y explícito. Lo que está pésimo, y lo hemos dicho varias veces, es que se está "sobrecompensando" a las refinerías y a los importadores porque la metodología de los Precios de Paridad de Importación (PPI) es errada, lo que le cuesta al fisco centenas de millones de soles.
Dice el Ministerio de Energía que Petroperú recibe el 42%, La Pampilla el 32.5%, Consorcio Camisea el 14.4% y el Consorcio Manu Holdings (de propiedad de la estatal chilena ENAP y del Grupo Romero, que trae la gasolina de Chile para los grifos Primax) recibe el 4%, yendo el resto a otros pequeños importadores.
Lo paradójico es que Petroperú ha manifestado que no necesita el Fondo porque la empresa va a vender los combustibles a su costo más un margen de ganancia. No solo eso. La Resolución Ministerial 280-EM de junio del 2007 ordena que Petroperú aplique esa política. Sin embargo, el Fondo se mantiene. ¿Por qué?
Vamos ahora al PPI, que establece que los precios de referencia en el Perú se calculan según los precios de los combustibles en EEUU, más costos (flete y otros). Se dice "Precios de Referencia" porque en el Perú, según la Ley 26221 de 1993, los precios son libres y se fijan de acuerdo a la oferta y la demanda.
Pero los precios de importación del petróleo de las refinerías peruanas son mucho menores que el West Texas Intermediate, que es el precio de referencia para EEUU. Así, en mayo, junio y julio el precio del WTI fue US$ 63.7, 63.5 y US$ 66.3 por barril, según Osinerg. A este precio hay que añadirle un 10% de fletes y costos hasta el Callao, con lo que los precios finales CIF son US$ 70.1, 69.8 y 73 por barril, respectivamente.
Pero los precios del petróleo CIF (es decir, puesto en el Callao) que importaron, de verdad, las refinerías Talara y La Pampilla en esos mismos meses fueron US$ 57.5, 58.9 y 63.3 por barril, según el Ministerio de Energía y Minas. Como se aprecia, la diferencia en casi todos los meses es de US$ 10/barril.
La cosa no queda allí. El margen bruto de refinación en EEUU es altísimo, debido a características particulares de su mercado (oligopolios, poca construcción de refinerías). Según el Departamento de Energía de EEUU, en el II Trimestre de este año, ese margen bruto llegó a US$ 31.28/barril, quintuplicando el valor del 2002. En el Perú la cosa es distinta y los márgenes de refinación no superan los US$ 6/barril, o sea que son 5 veces menores que los de EEUU (ver Precios de los combustibles y el "huracán invisible", www.cristaldemira.com, 23/7/07).
Por tanto, el Fondo garantiza a las refinerías un precio altísimo, como si estuviéramos en EEUU. Para que no suban los precios, el Fondo las compensa por el "atraso" ya que, supuestamente, debieran vender al PPI. Pero el "atraso" es ficticio: el petróleo que se importa realmente es más barato que el WTI y los costos de refinación son menores.
La conclusión final es simple: a) el Fondo le garantiza grandes utilidades a las refinerías, con plata de nuestros impuestos; b) el Presidente está contento porque los precios no suben; c) también están contentos los que reciben la plata del Fondo; d) los funcionarios de Energía y Minas, hace tiempo advertidos de esta errada política, o son ineptos o les conviene, por algún motivo, favorecer a las refinerías.
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