El mayor efecto invernadero es provocado en EE.UU. por el cultivo de centeno para la producción de etanol.

Científicos suizos de los laboratorios federales de investigación y prueba de materiales llegaron a una amarga conclusión: los biocombustibles existentes no atenúan los daños al medioambiente sino que "transforman" sus efectos.

Al analizar los tipos de biocombustible existentes, se obtuvo un resultado algo sorprendente: en vez de reducir los efectos dañinos en el medioambiente, los "encauzan" a otro ámbito. Por ejemplo la reducción de los desechos de hidrógeno se realiza "a cambio" de una contaminación ulterior de terrenos y aguas a través de abonos.

Los investigadores calificaron como los componentes más ecológicos al aserrín y el estiércol, de los cuales se produce gas metano, así como caña de azúcar que se recicla para la fabricación del etanol, como sucede en Brasil. En el primer caso el daño general ecológico se ubicó entre 30 y el 40% del efecto del uso de hidrocarburos, en el segundo lo superó en una promoción similar, del 30 al 40%.

Sin embargo, los autores del estudio señalan que en realidad sería imposible afirmar que incluso el combustible mencionado no haga daño al medioambiente: tanto la obtención aserrines como el cultivo de caña de azúcar desembocan en la tala de bosques que a su vez aumenta la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera de la Tierra.

Aunque el estudio no abarca el biocombustible de "se segunda generación", diesel y etanol que se obtienen de algas marinas, los científicos también ofrecen algunas sugerencias al respecto.

Algunos datos obtenidos son casi escandalosos. Así, por ejemplo, la "conversión" de soja en biodiesel en Brasil conlleva la duplicación  del efecto invernadero, en comparación con la combustión de hidrocarburos. La causa de ello es la gran intensidad de cultivo de soja en ese país, acompañada por introducción masiva de abonos.

Un cuadro más triste se presenta en EE.UU., país que usa centeno para la fabricación de etanol. En este caso el afecto acumulativo para el entorno supera nueve veces el daño ecológico proveniente de la combustión de petróleo; es decir, en un 900%.

Los científicos suizos afirman que la alternativa que provoca más dudas es cultivar plantas que se usan en la fabricación de biocombustible en lugares de bosques talados y otras comunidades bióticas, ya que el efecto invernadero solo se intensificará.


Russia Today en Español, 27-09-2012