Por Carlos Repetto Grand* Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
La República, el 21 de los corrientes, convocó una mesa redonda de expertos en hidrocarburos para analizar un tema sugerente: El dilema del gas: ¿exportar o abastecer el mercado local?; la reunión fue variopinta pues se encontraban, entre otros expertos, el ministro de Energía y Minas, de profesión minero, y el representante de Pluspetrol, conocido contador público.
El tema se focalizó en conocer las apreciaciones de los entendidos sobre si habría suficiente gas en 20 años, para cubrir el mercado interno y el de exportación, llámese México y el anillo energético del MERCOSUR, conformado por 5 países, unos de ellos Chile; llegándose a la conclusión que nuestras reservas eran insuficientes, habiendo algunos expertos como el ex ministro de Energía y Minas del gobierno de transición, Carlos Herrera Descalzi, cuyo parecer es compartido por el suscrito, de privilegiar el mercado interno.
El ministro de Energía y Minas, Glodomiro Sánchez, informó que había una propuesta del MERCOSUR de adquirir 1200 millones de pies cúbicos de gas natural; expresó que se había suscrito un memorándum de entendimiento, mediante el cual los de MERCOSUR plantearon la solicitud oficial. Añadió el titular de Energía y Minas, que un grupo de técnicos, integrado por los viceministros de los cuatro países y Perú, estudiarían la propuesta desde el punto de vista técnico, económico y financiero.
El ministro Sánchez pone recién los pies en tierra cuando admite: “más que país es un negocio entre privados, pero creo que tiene que haber una decisión política”. Esto es correcto, correctísimo, así lo consideramos, pero al momento, para el inadvertido ministro, la decisión política está fuera de contexto, pues Pagoreni ya no pertenece al Estado peruano, es decir, el lote 56, adyacente de Camisea, que como dice Alfredo Poli, Director Comercial de Pluspetrol, adelantándose a los acontecimientos, será utilizado tan sólo para la exportación.
Pagoreni es un yacimiento cuyas reservas de gas natural y condensado, aún no han sido desarrolladas, pero se estiman similares o mayores que Camisea y ya fueron entregadas, entre gallos y medianoche, por Perúpetro al consorcio liderado por Pluspetrol, sin licitación alguna, a dedo, no encontrándose justificación para esa condescendencia, más aún cuando funcionarios inescrupulosos también sin licitación o una amañada, permitieron tiempo atrás que las reservas probadas de petróleo de los lotes 8 y el lote 1 AB, pertenecientes a Petroperú S.A., en la Selva Norte, pasaran ¡por una bicoca! a la tenencia de dicho consorcio, con contratos blindados por el artículo 62º de la Constitución, que están permitiendo la onerosa venta de dicho petróleo a Petroperú (su anterior dueño) al precio internacional; dinero que a su vez ha servido de soporte financiero para desarrollar Camisea.
Yendo a lo anecdótico de la lectura de los comentarios de los expertos, aparecen cifras contradictorias de reservas de gas, como, por ejemplo, el ministro de Energía y Minas, muy ufano, atribuyendo a cifras oficiales de la Dirección General de Hidrocarburos, expresa que las reservas del gas natural de Camisea alcanzan la cifra de 10.9 trillones de pies cúbicos; por su parte Gustavo Navarro Valdivia, Director General de Hidrocarburos, textualmente dice: “El Perú tiene reservas de gas natural en Camisea y Pagoreni de 11 trillones de pies cúbicos”. ¿Cómo es esto, o sea que Pagoreni tiene una reserva de 0.1 trillones de pies cúblicos?.
Aparte de lo disímil en el manejo de cifras a ese nivel, lo que no otorga confiabilidad alguna, lo que sí preocupa enormemente es la denuncia de Carlos Herrera Descalzi, quien entre sus comentarios en dicha Mesa Redonda expresó textualmente: “He leído el contrato 56 y me parece infame. Este dice que es de interés del Estado peruano que se realice la explotación y no menciona para nada el término exploración. Los términos económicos en los que se pactaron son terribles contra el país”.
Recordamos al ingeniero Carlos Herrera Descalzi, fue ministro de Energía y Minas durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua, como el mismo hombre probo, que sintiéndose utilizado por el gobierno de ese entonces, al incluirse en el Contrato de Licencia subrepticiamente la Cláusula 8.6, que cambiaba radicalmente las regalías, advirtió en varios medios de comunicación entre ellos en Correo del 3-3-2002, sobre lo que denomina extraño cambio en las regalías de Camisea, anticipando que aquello acarrearía problemas de diverso tipo, principalmente contra la recaudación del fisco. Asimismo expresó que la posible modificación no tenía sustento alguno, pidiendo explicaciones en ese entonces al novísimo gobierno de Alejandro Toledo, diluyéndose esta denuncia inexplicable como muchas otras con el correr del tiempo.
Esperamos que la actual denuncia no corra la misma suerte, inclusive hecha en presencia del actual ministro de Energía y Minas, no cabiendo sino previa constatación del hecho, para que se proceda a la destitución de las cabezas visibles de PerúPetro y a la Dirección General de Hidrocarburos, en este punible caso de corrupción en agravio del Estado peruano.
Este acto profiláctico en los cotos energéticos servirá como escarmiento, para que ya no vuelvan a delinquir funcionarios inescrupulosos que, sabedores de las limitaciones en cuanto a conocimiento en el ramo de los ministros de turno, hacen cera y pabilo de ellos.
¡El congresista Glodomiro Sánchez Mejía tiene la palabra!
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