Alan Fairlie Reinoso
Para avanzar hacia un cambio estructural, redefiniendo la estructura productiva de la región, CEPAL plantea ir hacia sectores más intensivos en conocimientos, con tasas de crecimiento de la demanda y de empleo; y que a su vez garantice el uso sostenible de los recursos. En ese sentido, identifica los siguientes sectores:
Energías renovables no convencionales
La creciente necesidad de garantizar la seguridad energética y el aumento del impacto del cambio climático representa una oportunidad para que los países de la región redefinan su matriz energética y migren hacia una más limpia. Teniendo en cuenta ello, CEPAL ha analizado la complementariedad de los sistemas eléctricos y el uso de las energías renovables en la región en tres escenarios que se detallan a continuación:
Se puede identificar al escenario ER+INT, como aquel que permite una mayor penetración de fuentes renovables (39,5%) y con una inversión del 1% del PIB de la región de 2019 a 2032, lo cual implicaría la creación de aproximadamente 7 millones de nuevos empleos. En ese sentido, la inversión en tecnologías renovables representa una oportunidad para lograr la recuperación económica post pandemia de manera rápida, inclusiva y sostenible.
Movilidad sostenible y espacio urbano
El alto grado de urbanización de la región (el 80% de la población vive en zonas urbanas) ha aumentado exponencialmente las necesidades de movilidad, por lo cual la electromovilidad representa una oportunidad para impulsar el desarrollo de las ciudades de forma más sostenible. Del lado de la industria manufacturera, la electromovilidad permitiría desarrollar el potencial que cuenta la región en materia automotriz dada la experiencia en la fabricación de automóviles de países como Brasil, México y la Argentina; y de otro lado, nuestros países cuentan con reservas de litio y cobre, y zonas dotadas de energía solar y eólica, lo cual representa un gran potencial y ventaja para la región. La electrificación del transporte, su digitalización y el suministro de energías limpias, permitirían no solo crear puestos de trabajo sino reducir la huella ambiental.
La revolución digital para la sostenibilidad
Los países de la región han venido enfrentando diversos problemas estructurales en la adopción de soluciones digitales, por lo cual urge revertir esta situación, dado el enorme potencial de la digitalización en el actual contexto para promover el desarrollo sostenible. En ese sentido, la post pandemia obliga a los gobiernos a promover un estado de bienestar con desarrollo e inclusión digital, pues de lo contrario las desigualdades tenderán a profundizarse aún más. Por ello resulta fundamental promover la transformación digital incluyente, además de impulsar la digitalización de las empresas y defender los derechos económicos, sociales y laborales de la población, así como evitar y prevenir los procesos de precarización del trabajo derivados del uso de las tecnologías digitales.
Para ello, los países de la región deben desplegar infraestructuras que les permita contar con acceso a banda ancha de calidad y posibiliten el uso de soluciones digitales para abordar los retos estructurales en materia de producción, inclusión y sostenibilidad ambiental, además de fortalecer la cooperación digital regional. En ese contexto, CEPAL propone Invertir 1% del PIB anualmente en una canasta básica digital para universalizar el acceso a banda ancha.
La industria manufacturera de la salud
La crisis provocada por la pandemia ha permitido develar las debilidades de los sistemas de salud y de las cadenas de suministro e insumos, equipos de salud pública, así como la gran dependencia de los países de la región en la importación de productos médicos. Pero al mismo tiempo ha mostrado la capacidad de reacción y articulación de los sectores público y privado para enfrentar los problemas de abastecimiento, por lo cual resulta necesario repensar el desarrollo de esta industria bajo un enfoque nacional y regional. CEPAL propone promover una agenda de innovación en la industria de la salud, para lo cual recomienda: incrementar el aporte público a las actividades de investigación y desarrollo; fortalecer los centros de excelencia públicos, universitarios o privados; promover la conexión entre los actores del sistema de innovación de las industrias de la salud; además de mejorar los procesos de patentamiento, registro y aprobación de productos y procesos.
Asimismo, para fortalecer la colaboración regional, enfatiza en la necesidad de impulsar el proceso de integración formativa e intercambio de estudiantes e investigadores; extender y formalizar el reconocimiento mutuo del registro de medicamentos; complementar la capacidad instalada en los países con una plataforma regional de ensayos clínicos orientada a consolidar estándares regulatorios comunes y reconocidos; y fortalecer los mecanismos regionales para la compra conjunta de medicamentos y dispositivos médicos en situaciones de emergencia sanitaria.
Bioeconomía
Los grandes beneficios de la bioeconomía en la región están siendo poco aprovechados, pese a ser uno de los mecanismos que permitiría lograr un cambio estructural, además de diversificar la estructura productiva e incrementar la generación de valor de una manera sostenible, a través de la transición hacia la agroecología, el desarrollo de cadenas de valor y sistemas diversificados de cultivos originarios, así como el fomento del desarrollo agrícola y rural, la generación de empleos verdes de calidad y la generación de oportunidades para la agricultura, en especial en el área de la agricultura con bajas emisiones de carbono.
En ese sentido, CEPAL sostiene que la región debe de fortalecer la articulación entre la bioeconomía, el aprovechamiento sostenible y la gestión de la biodiversidad, y entre las nuevas tecnologías y los conocimientos tradicionales; para lo cual es necesario contar con políticas y regulaciones, la valorización de los recursos biológicos, el acceso a los mercados y el desarrollo de estos.
El desarrollo de la economía circular
En la región, las tasas de reciclaje son muy bajas y se encuentran centradas en productos como papel y cartón, chatarra, algunos plásticos y vidrio, existiendo grandes oportunidades para desarrollar actividades relacionadas con la economía circular sobre la base de cadenas productivas locales y, particularmente, el sector de la gestión de los residuos y el reciclaje. CEPAL estima que este sector podría contribuir a una reactivación económica, incrementando el PBI en 0.35%, además de crear alrededor de 450.000 empleos estables.
Una recuperación sostenible del sector turístico
El sector de turismo ha sido uno de los más afectados por la pandemia, y por tal motivo las medidas para mitigar el impacto económico y social de la pandemia deben de ir acompañadas de otras que estén orientadas a promover su diversificación y su sostenibilidad ambiental y social. Por ello, CEPAL propone el establecimiento tanto de medidas de mitigación como de apoyo, entre las que se encuentran: protección de los trabajadores; apoyo para la supervivencia de las empresas (en particular, las mipymes) a lo largo de toda la cadena de valor del turismo; facilitación de la recuperación del sector a corto plazo; fortalecimiento de su sostenibilidad y resiliencia a mediano plazo, y promoción de la cooperación regional y subregional.
Balance
La pandemia debe ser vista como la oportunidad de migrar hacia sistemas más sostenibles e inclusivos, por lo cual urge que, una vez superada la crisis sanitaria, se promueva el desarrollo de los sectores antes mencionados, teniendo en cuenta que el país tiene un gran potencial en cada uno de ellos. No debemos seguir profundizando el mismo modelo económico que, hasta la fecha, lo que ha logrado es marcar aún más las desigualdades. Es fundamental que tanto el gobierno de transmisión como el que asumirá el poder en el 2021, tenga como una de sus prioridades la diversificación productiva y el establecimiento de políticas industriales que se traduzcan en un mayor bienestar para la población.
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