Luis Emilio Espinoza Hilario* 
 
El 2008 se convirtió en el inicio de la generación eléctrica con energías renovables en nuestro país. Tras la primera subasta que inicio en 2009 y termino en 2010 con la adjudicación de 17 proyectos hidroeléctricos menores de 20 MW, 4 proyectos solares fotovoltaicos, 3 proyectos eólicos y 2 proyectos de biomasa, haciendo un total de 411 MW de potencia instalada que significaría 1887 GWh/años de energía anual, se vendría la segunda, tercera y cuarta subasta en los años 2011, 2013 y 2015 respectivamente; de esta manera el Perú se posicionaba como un promotor del cuidado del medio ambiente, pero limitado a 5 % del consumo nacional por el D.L. 1002.
 
 

planta electrica mina

 

 
No es nada nuevo decir que las energías renovables tienen una huella de carbono mucho menor que otros tipos de generación y eso nos vuelve el corazón ambientalista; si por supuesto, contribuimos con reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero (GDI); pero no nos hemos preguntado a costa de que. La instalación de estas tecnologías también tiene su impacto ambiental, en caso de los paneles solares que se usan en las Centrales Fotovoltaicas, cuya duración es de 25 años en promedio, algunos expertos indican que solo son reciclables en un 80%, otros tratan este tema como un problema de chatarra ambiental, podemos agregarle el uso en el cambio del suelo (agrícola a industrial), afección a la movilidad de la fauna, ocupación de biotopos, entre otros. En el caso de la tecnología eólica, también tenemos algunos problemas como la erosión de los suelos por el movimiento de tierras causados para instalación de las torres, caminos abiertos para la movilización de la maquinaria, la contaminación acústica que afecta a algunos animales y los aleja de su habitad.
 
Ahora hablemos de la parte económica; cuando se adjudicaron los primeros proyectos RER, estas tecnologías eran demasiado caras e innecesarias para el país; sin embargo, se realizaron, aunque esto significaba elevar las tarifas eléctricas por 20 años (debido a los contratos), se estableció un concepto llamado prima RER (una especie de subsidio) que debíamos pagar todos los peruanos; está prima tiene un acumulado de 700 MILLONES DE DOLARES entre el 2010 y 2018, una suma nada despreciable.
 
Hoy nuestro país está pasando por una sobreoferta energética que evidencia que las tecnologías RER se implantaron a muy temprana edad (debimos esperar a que la tecnología sea más económica como ahora) para nuestro país; pero se preguntaran ¿Por qué Chile y Uruguay sí lo hicieron?, la respuesta es que para ellos si fue necesario y también les resulto rentable al compararlos con otros tipos de generación como la Diesel. Nuestro parque energético es básicamente hidrotérmico y así nos estamos manejando gracias al gas de Camisea.
 
Las decisiones que tomaron nuestros gobernantes en el pasado, nos están pasando factura, tenemos empresas que pagan mucho menos por la electricidad que nosotros los ciudadanos comunes y eso despierta cierto recelo entre la población, sucede pues que cada vez nosotros pagamos más por la electricidad y las grandes empresas cada vez pagan menos por ella, y la respuesta a este problema es la sobreoferta de energía que existe hoy en día, la prima RER ( tuvo un considerable aumento) que se estipulan en los contratos y otros factores muy importantes que serán tema de otro artículo.
 
Referencias bibliográficas:
• Revistaenergía.pe, edición n°11, 2019.
• Propuesta para el despacho eficiente de las centrales de gas natural en el Perú, R. Fischer – R. Moreno, Universidad de Chile, 2020.
• Estudio de Impacto Ambiental (EIA) parque eólico San Juan y su interconexión al SEIN, Pacific PIR S.A.C., Lima – 2015
 
* Estudiante de Ingeniería Eléctrica y miembro del Parlamento Andino Universitario de la UNMSM