Moscú, 10 jun (Sputnik).- Rusia no entiende a qué se refirió el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, cuando declaró que es necesario buscar soluciones para mitigar las consecuencias negativas del uso del gasoducto Nord Stream 2, declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
 
 
Zajarova
"No comprendemos las declaraciones sobre la necesidad de (...) buscar soluciones para mitigar las consecuencias negativas del uso de gasoducto, lo que están diciendo el secretario de Estado estadounidense y muchos expertos", dijo Zajárova este jueves, en una rueda de prensa, al señalar que "cualquier reflexión sobre el tema supone una competencia desleal o intentos de politizar la situación".
 
También indicó que las declaraciones deben sustentarse en pruebas.
 
La diplomática rusa aseguró que el proyecto Nord Stream 2 no tiene impacto negativo sobre Europa.
 
Subrayó que el gasoducto no tiene relación alguna con EE. UU. y son los países europeos los que deben decidir cómo cooperar con Rusia.
 
La Casa Blanca reconoció que será difícil parar la construcción de Nord Stream 2 porque está casi terminado pero, según Blinken, la construcción no equivale a la operatividad y Washington todavía puede "hacer algo positivo de la mala gestión que heredamos cuando asumimos el mandato".
 
El lunes, Blinken declaró que está negociando con Alemania para que tome "medidas automáticas" contra posibles consecuencias negativas de Nord Stream 2, y para asegurarse de que el gasoducto no se utilice como una herramienta coercitiva contra Ucrania o cualquier otra nación.
 
También dijo que Washington y Berlín están analizando qué se puede hacer para compensar unas posibles pérdidas de Kiev por el proyecto.
 
El embajador alemán en Rusia, Geza Andreas von Geyr, declaró a RIA Nóvosti que la posición de Alemania sobre el proyecto no ha cambiado y que la política energética de Europa "debe ser determinada por los europeos, y no por alguien desde fuera".
 
A su vez, el vicecanciller ruso Serguéi Riabkov aseguró que Rusia comenzará a entregar su gas a Europa, independientemente de las decisiones que tome Estados Unidos.
 
El Nord Stream 2 tiene por objetivo la puesta en marcha de un gasoducto que transportaría hasta 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural por año desde Rusia a Alemania por el fondo del mar Báltico.
 
Se oponen al nuevo gasoducto, cuya construcción está a punto de finalizar, EE. UU., que busca vender a Europa el gas natural licuado de sus yacimientos de esquisto, y varios países europeos como Polonia, Letonia y Lituania.
 
Moscú instó en numerosas ocasiones a dejar de politizar este proyecto comercial, que surtirá provecho tanto a Rusia como a la Unión Europea. (Sputnik)