Exportar gas es, además, un pésimo negocio
Por Humberto Campodónico
El principal problema de la renegociación en el 2005 del contrato del Lote 88 para que se puedan exportar sus reservas a México es que se desabastece el mercado nacional. Por ello, para que el Perú pueda contar con gas de inmediato, la nueva renegociación de ese contrato debe establecer que el 100% de dichas reservas, las actuales y futuras, se destinen exclusivamente al mercado interno.
Siendo ese el principal problema, no es el único. Existe el problema con el precio de venta del gas que va a exportar el consorcio Peru LNG (que no podrá ser el del Lote 88). Sucede que ese precio es inferior al precio al cual lo tienen que comprar nuestros vecinos y, también, al precio al cual hoy se vende el gas en el mercado peruano. Vamos por partes.
Bolivia le vende gas natural a Brasil a través del gasoducto Santa Cruz-Sao Paulo. El precio de venta en boca de pozo varía de acuerdo a una fórmula pactada entre las partes. En mayo, este precio fue US$ 7.8 por mil pies cúbicos (mpc). Lo mismo sucede con el precio de exportación a Argentina, que en el mismo mes fue US$ 5.7 por mpc.
Chile importa gas desde Argentina. Pero debido a la falta de gas para su mercado interno, Argentina ha restringido las exportaciones. No solo eso. Argentina no solo ya no exporta, sino que ha comenzado a importar Gas Natural Licuado (GNL), que viene en buques y es más caro. Por ello, el gobierno ha decidido poner una retención (impuesto) a las exportaciones equivalente al 100%. Esto hace que el gas que Chile importa desde Argentina cueste US$ 15.4 por mpc.
A partir de este mes, Chile va a importar GNL en buques, que va a llegar al Terminal de Quintero. Según la estatal ENAP, miembro del consorcio importador, el GNL será más barato que el gas argentino y costará alrededor de US$ 8.23 por mpc.
En EE. UU., rige el precio Henry Hub, que actualmente está en US$ 4.0 por mpc (cuando el precio del petróleo estaba alto llegó a costar US$ 9 a 10 por mpc). En México también rige el Henry Hub. En el caso de la importación de Perú, Repsol ofreció que vendería nuestro gas al 91% del precio Henry Hub. Por tanto, México pagaría hoy a Repsol la suma de US$ 3.64/mpc.
Pero el precio que se pagará al consorcio Camisea será mucho menor, porque hay que descontarle el costo de transporte (los buques), el costo de licuefacción (en Pampa Melchorita) y el costo del gasoducto desde Cañete hasta Camisea. La suma supera los US$ 3.50 por mpc, según Peru LNG. Esto quiere decir que —al precio actual— el consorcio Camisea apenas si tendrá ingresos de US$ 0.14 / mpc. Es el precio más bajo de toda la Región, en verdad, es un precio miserable.
La cosa se agrava cuando se le compara con los precios en el mercado interno. Según Osinergmin, el precio en boca de pozo para las centrales eléctricas y las industrias en el 2008 fue US$ 1.51 y 2.54 por mpc, respectivamente. O sea que el precio de exportación es más barato que el del mercado interno, lo que tiene implicancias fiscales y para el canon del Cusco. Es verdad, aunque usted no lo crea.
Es por eso que la Contraloría ha emitido un informe que cuestiona severamente la forma en la cual se negociaron (digo, es un decir) los contratos de exportación. Además de dejarnos sin gas, esos precios no solo son más bajos que aquellos que pagan el resto de países de la Región, sino de lo que pagamos nosotros. Si ese mismo gas se usara para la petroquímica, su rendimiento sería 20 a 30 veces mayor (así como lo lee). Entonces, ¿para qué se exporta? La rectificación de lo mal actuado recién comienza.
Todos los artículos del autor pueden ser leídos en: www.cristaldemira.com
Bolivia le vende gas natural a Brasil a través del gasoducto Santa Cruz-Sao Paulo. El precio de venta en boca de pozo varía de acuerdo a una fórmula pactada entre las partes. En mayo, este precio fue US$ 7.8 por mil pies cúbicos (mpc). Lo mismo sucede con el precio de exportación a Argentina, que en el mismo mes fue US$ 5.7 por mpc.
Chile importa gas desde Argentina. Pero debido a la falta de gas para su mercado interno, Argentina ha restringido las exportaciones. No solo eso. Argentina no solo ya no exporta, sino que ha comenzado a importar Gas Natural Licuado (GNL), que viene en buques y es más caro. Por ello, el gobierno ha decidido poner una retención (impuesto) a las exportaciones equivalente al 100%. Esto hace que el gas que Chile importa desde Argentina cueste US$ 15.4 por mpc.
A partir de este mes, Chile va a importar GNL en buques, que va a llegar al Terminal de Quintero. Según la estatal ENAP, miembro del consorcio importador, el GNL será más barato que el gas argentino y costará alrededor de US$ 8.23 por mpc.
En EE. UU., rige el precio Henry Hub, que actualmente está en US$ 4.0 por mpc (cuando el precio del petróleo estaba alto llegó a costar US$ 9 a 10 por mpc). En México también rige el Henry Hub. En el caso de la importación de Perú, Repsol ofreció que vendería nuestro gas al 91% del precio Henry Hub. Por tanto, México pagaría hoy a Repsol la suma de US$ 3.64/mpc.
Pero el precio que se pagará al consorcio Camisea será mucho menor, porque hay que descontarle el costo de transporte (los buques), el costo de licuefacción (en Pampa Melchorita) y el costo del gasoducto desde Cañete hasta Camisea. La suma supera los US$ 3.50 por mpc, según Peru LNG. Esto quiere decir que —al precio actual— el consorcio Camisea apenas si tendrá ingresos de US$ 0.14 / mpc. Es el precio más bajo de toda la Región, en verdad, es un precio miserable.
La cosa se agrava cuando se le compara con los precios en el mercado interno. Según Osinergmin, el precio en boca de pozo para las centrales eléctricas y las industrias en el 2008 fue US$ 1.51 y 2.54 por mpc, respectivamente. O sea que el precio de exportación es más barato que el del mercado interno, lo que tiene implicancias fiscales y para el canon del Cusco. Es verdad, aunque usted no lo crea.
Es por eso que la Contraloría ha emitido un informe que cuestiona severamente la forma en la cual se negociaron (digo, es un decir) los contratos de exportación. Además de dejarnos sin gas, esos precios no solo son más bajos que aquellos que pagan el resto de países de la Región, sino de lo que pagamos nosotros. Si ese mismo gas se usara para la petroquímica, su rendimiento sería 20 a 30 veces mayor (así como lo lee). Entonces, ¿para qué se exporta? La rectificación de lo mal actuado recién comienza.
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