Nombramiento de Wagner hace peligrar Mar de Grau, sostiene congresista Juvenal Ordóñez
El congresista nacionalista Juvenal Ordóñez Salazar, se sumó a las críticas contra el gobierno al señalar que el embajador Allan Wagner Tizón no es la persona más indicada para representar al Perú en la Corte Internacional de la Haya, donde se verá próximamente el tema del diferendo marítimo con Chile.
“Como tacneño y congresista debo recordarle al país que Wagner firmó en 1985 la cuestionada “Acta de Lima”, para la ejecución de las cláusulas quinta y undécima del Tratado del 3 de Junio de 1929 y segundo de su Protocolo Complementario, mediante el cual aceptó vender a Chile el histórico terreno denominado “El Chinchorro” que es una de las tres propiedades peruanas en Arica y aceptó también la sujeción del funcionamiento del muelle peruano en Arica a las autoridades chilenas.
Según la referida Acta, Chile solo reconoce y garantiza la intangibilidad de las propiedades peruanas en Arica, denominadas “Casa Bolognesi” y “Casa Yanulaque”, niega autonomía al libre funcionamiento de nuestro muelle y pone en duda las servidumbres perpetuas sobre el muelle, el ferrocarril y el canal Uchusuma.
Lo que es más grave aún es que Wagner Tizón abrió un camino antinacional al aceptar un simple espigón en lugar de un malecón de atraque para barcos de gran calado como lo establecía el artículo quinto del Tratado de 1929. Este camino de la traición y de sometimiento a Chile lo siguió en 1993 Fujimori-Vidal con la frustrada Convención de Lima y luego Fujimori-Trazegnies con la repudiada Acta de Ejecución de 1999.
Estos antecedentes descalifican al ex embajador Allan Wagner Tizón a representarnos cabalmente en el Tribunal Internacional La Haya y ponen en peligro la soberanía en el Mar de Grau.
El ex Ministro de Relaciones Exteriores del primer gobierno de Alan García (1985) soslayó sospechosamente el problema de la delimitación marítima que ya existía con Chile pretendiendo negociar el cumplimiento del Tratado del 29 al margen de este tema que se arrastra hasta hoy. Aunque el Acta nunca se ejecutó por la férrea oposición del pueblo tacneño, ha quedado reconocida como la capitulación de Wagner ante los chilenos.
Finalmente Ordóñez pidió al gobierno revisar este nombramiento y adelantó que su partido se pronunciará en los próximos días.
Según la referida Acta, Chile solo reconoce y garantiza la intangibilidad de las propiedades peruanas en Arica, denominadas “Casa Bolognesi” y “Casa Yanulaque”, niega autonomía al libre funcionamiento de nuestro muelle y pone en duda las servidumbres perpetuas sobre el muelle, el ferrocarril y el canal Uchusuma.
Lo que es más grave aún es que Wagner Tizón abrió un camino antinacional al aceptar un simple espigón en lugar de un malecón de atraque para barcos de gran calado como lo establecía el artículo quinto del Tratado de 1929. Este camino de la traición y de sometimiento a Chile lo siguió en 1993 Fujimori-Vidal con la frustrada Convención de Lima y luego Fujimori-Trazegnies con la repudiada Acta de Ejecución de 1999.
Estos antecedentes descalifican al ex embajador Allan Wagner Tizón a representarnos cabalmente en el Tribunal Internacional La Haya y ponen en peligro la soberanía en el Mar de Grau.
El ex Ministro de Relaciones Exteriores del primer gobierno de Alan García (1985) soslayó sospechosamente el problema de la delimitación marítima que ya existía con Chile pretendiendo negociar el cumplimiento del Tratado del 29 al margen de este tema que se arrastra hasta hoy. Aunque el Acta nunca se ejecutó por la férrea oposición del pueblo tacneño, ha quedado reconocida como la capitulación de Wagner ante los chilenos.
Finalmente Ordóñez pidió al gobierno revisar este nombramiento y adelantó que su partido se pronunciará en los próximos días.
