Alain Pellet, abogado de la defensa peruana en la demanda interpuesta en la Corte Internacional de La Haya para recuperar el mar peruano que Chile usurpa, señaló que
después de 1986, cuando el Perú emplaza a Chile a negociar la delimitación marítima, Chile se dedicó a “inventar clarísimamente” “y para su beneficio” una línea que se suponía constituía la frontera marítima entre ambos Estados.
Demostró que Chile pretende hacer creer que Perú, de forma voluntaria, ha renunciado a sus derechos del mar en casi 67,000 kilómetros cuadrados de espacio marítimo que le corresponden de acuerdo con la ley internacional.
“Eso sería atribuir a la parte peruana un ‘masoquismo, absolutamente, irrazonable’. Perú de ninguna manera prejuzga nada y se presenta ante ustedes para que establezcan una solución equitativa. La línea (paralela) defendida por Chile es contraria al derecho e injusta”, manifestó.
Sostener que el Perú supuestamente renunció a sus espacios marítimos sin haber además una cláusula explícita constituye “un derecho ficción”, sentenció.
Cuestionó que Chile obstinadamente designe al "Triángulo Exterior" peruano “con una descripción irrealista”, como si fuera una región de alta mar, cuando los derechos soberanos de Perú en ese espacio son indiscutibles”, con lo cual pretende negar los derechos peruanos para imponer y ejercer los propios.
Pellet argumentó que se busca que la corte reconozca que sólo Perú puede ejercer derechos soberanos exclusivos y la jurisdicción que le reconoce el derecho internacional contemporáneo del mar respecto del "Triángulo Exterior", sobre el cual Chile no tiene derecho, aseveró.
Hoy concluyó la primera etapa de los alegatos orales del Perú con un pedido al tribunal de La Haya de dar una solución objetiva y equitativa al diferendo marítimo con Chile, mediante el derecho internacional y la aplicación del criterio de la equidistancia.
“Perú no pide más que reconocer una situación que se impone objetivamente e ipso facto, una solución equitativa que se impone en los principios fundamentales del derecho de delimitación marítima contemporáneo”, manifestó Pellet.
Explicó que la solución a este caso es muy sencilla y depende de la línea de equidistancia entre las costas respectivas de los dos Estados, sin que haya ninguna circunstancia que imponga el más mínimo ajuste o corrección.
Precisó que más allá del punto donde culmina la frontera marítima común, Perú tiene derechos soberanos sobre una zona marítima que se extiende a 200 millas náuticas de su línea de base, es decir, el "Triángulo Exterior", por lo cual la corte debe juzgar y pronunciarse, pues Chile no puede aspirar a ningún tipo de derecho en esa área.