Terremoto de 8.9 grados Richter y tsunami azotan a Japón
La furia de la naturaleza vuelve a desatarse sobre Japón a menos de dos días de un terremoto de 7.2 grados Richter, esta vez con 8.8 grados en la misma escala, el mayor de la historia japonesa, tras lo cual se calcula en decenas los muertos.
La furia de la naturaleza vuelve a desatarse sobre Japón a menos de dos días de un terremoto de 7.2 grados Richter, esta vez con 8.8 grados en la misma escala, el mayor de la historia japonesa, tras lo cual se calcula en decenas los muertos.
Tras el sacudón, se produjo a las 14.46 hora local (05.46 GMT), también se desataron incendios. Mientras que el tsunami con olas de hasta 10 metros castigó sus costas.
El epicentro fue ubicado en el Océano Pacífico, a 130 kilómetros de la costa de la provincia oriental de Miyagi, con hipocentro a una profundidad de 20 kilómetros, por lo cual golpeó con mucho más fuerza que el terremoto de Chile de febrero del año pasado, que ocurrió a cerca de 60 kilómetros de profundidad.
Una réplica de 7.4 grados Richter, media hora después, fue la más fuerte desde el terremoto más fuerte.
Al menos 26 personas murieron y 30 están desaparecidas, pero el recuento de víctimas aumentaría según avanzan las tareas de rescate.
El tsunami con olas de hasta diez metros arrastró docenas de vehículos y casas en Sendai, una ciudad de un millón de habitantes donde las imágenes de televisión mostraron numerosos automóviles arrastrados por las aguas y la pista del aeropuerto anegada.
Tras el sismo también se perdió la telefonía móvil, que aún no funciona con normalidad. Por otro lado, funciona anormalmente la señal de la televisión, mientras que cerca de cuatro millones y medio de personas quedaron sin electricidad.
En Tokio el metro está paralizado, igual que el "Shinkansen", o tren bala, mientras los aeropuertos tokiotas de Narita y Haneda se vieron obligados a cerrar temporalmente para revisar los daños en las pistas.
Según el primer ministro japonés, Naoto Kan, son "grandes" los daños causados por el terremoto y creó un grupo de acción para afrontar la situación de emergencia.
Kan informó que no se han producido escapes radiactivos en las dos centrales nucleares en las zonas afectadas que tuvieron que paralizar su actividad.
En el noreste del país también hubo al menos 50 incendios, entre ellos un gran fuego en una planta de refinamiento de petróleo en la provincia de Chiba, vecina a Tokio.
En Tokio se vio rotura de vidrios de edificios y unos 15 incendios. La célebre antena de la Torre de Tokio, de 333 metros de altura, quedó doblada.
El epicentro fue ubicado en el Océano Pacífico, a 130 kilómetros de la costa de la provincia oriental de Miyagi, con hipocentro a una profundidad de 20 kilómetros, por lo cual golpeó con mucho más fuerza que el terremoto de Chile de febrero del año pasado, que ocurrió a cerca de 60 kilómetros de profundidad.
Una réplica de 7.4 grados Richter, media hora después, fue la más fuerte desde el terremoto más fuerte.
Al menos 26 personas murieron y 30 están desaparecidas, pero el recuento de víctimas aumentaría según avanzan las tareas de rescate.
El tsunami con olas de hasta diez metros arrastró docenas de vehículos y casas en Sendai, una ciudad de un millón de habitantes donde las imágenes de televisión mostraron numerosos automóviles arrastrados por las aguas y la pista del aeropuerto anegada.
Tras el sismo también se perdió la telefonía móvil, que aún no funciona con normalidad. Por otro lado, funciona anormalmente la señal de la televisión, mientras que cerca de cuatro millones y medio de personas quedaron sin electricidad.
En Tokio el metro está paralizado, igual que el "Shinkansen", o tren bala, mientras los aeropuertos tokiotas de Narita y Haneda se vieron obligados a cerrar temporalmente para revisar los daños en las pistas.
Según el primer ministro japonés, Naoto Kan, son "grandes" los daños causados por el terremoto y creó un grupo de acción para afrontar la situación de emergencia.
Kan informó que no se han producido escapes radiactivos en las dos centrales nucleares en las zonas afectadas que tuvieron que paralizar su actividad.
En el noreste del país también hubo al menos 50 incendios, entre ellos un gran fuego en una planta de refinamiento de petróleo en la provincia de Chiba, vecina a Tokio.
En Tokio se vio rotura de vidrios de edificios y unos 15 incendios. La célebre antena de la Torre de Tokio, de 333 metros de altura, quedó doblada.
Diversos países ya han ofrecido su ayuda a Japón, uno de los países del mundo más preparados contra los terremotos, que sufre con frecuencia, aunque el Gobierno ha insistido en que está gestionando el ocurrido hoy con la suposición de que es el mayor de su historia, informó Kyodo.