Tras el hallazago de trazas inexplicablemente altas de radiactividad en la ropa del líder palestino Yasser Arafat, se iniciará una investigación para determinar si murió envenenado con polonio.

Arafat murió en un hospital de París en 2004, de una enfermedad misteriosa, cuyos médicos no pudieron determinar, que ahora se podría explicar porque se ha encontrado polonio en la ropa interior de Arafat en niveles 20 veces mayores que la dosis para matar a un ser humano. También se encontró esa sustancia radiactiva en su turbante y en su cepillo de dientes.

 

El caso parece ser el mismo que el del disidente ruso Alexander Litvinenko, que  pereció por envenenamiento con polonio en 2006.

 La viuda, Suha Arafat, de 75 años, demanda ahora la exhumación del cadáver del desaparecido líder, que se encuentra en un mausoleo en Ramallah,  para realizar los análisis respectivos.

Diversas teorías apuntan a que Arafat fue asesinado por la agencia israelí de espionaje, el Mossad. Hipoótesis previas indicaban cáncer, cirrosis y hasta sida.

Una nueva investigación de Al Jazeera concluye que la estatina en la orina de la ropa interior de Arafat tenía restos de polonio-210, elemento muy radiactivo que mató a Litvinenko.

Los nuevos análisis se realizaron en el Instituto de Radiofísica de Lausanne, Suiza, que determinaron la presencia de 180 milibecquerels de polonio-210 en la ropa interior de Arafat, es decir una dosis 20 veces mayor que la necesaria para matar a una persona.

El doctor  Francois Bochod, director del citado instituto, confirmó a Al Jazeera que había una cantidad inexplicablemente elevada de polonio en la ropa de Arafat.

Al Jazeera obtuvo las prendas de la viuda, como parte de una investigación de nueve meses acerca de esa muerte.

La ingestión de una dosis letal de polonio mata en unos dos a tres meses. Por lo general no hay síntomas serios durante la semana que sigue al contacto con la sustancia, pero después aparecen náuseas y fatiga.

Sólo un microgramo de polonio es suficiente para matar a una persona, debido a las partículas alfa, que se liberan lentamente y afectan los órganos internos, como el hígado, los riñones, la médula y el tracto gastrointestinal.

Los síntomas no aparecen con severidad por un mes, tras lo cual la víctima pierde cabello y sufre la destrucción de  la mucosa gastrointestinal, junto con diarreas, sangrado intestinal, pérdida de fluidos y desequilibrio de electrolitos.

No obstante, Litvinenko pereció a los 23 días de la exposición al polonio, lo que indica que la dosis que recibió fue superior a la necesaria para matar a una persona.