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Benedicto XVI recibió ayer en Castelgandolfo a los participantes en un simposio sobre la figura y la acción pastoral y humanitaria de Pío XII, promovido por “Pave the Way Foundation”, organización judía estadounidense presidida por Gary Krupp.
A medio siglo de la muerte de Pío XII (9 octubre de 1958), el Papa afirmó que “se han escrito y se han dicho muchas cosas sobre él en estos cinco decenios, pero no siempre se han enfocado correctamente los diferentes aspectos de su multiforme acción pastoral”.
“El objetivo de vuestro simposio ha sido precisamente colmar algunas de estas lagunas mediante un análisis documentado sobre muchas de sus intervenciones, sobre todo aquellas a favor de los judíos, que en aquellos años eran perseguidos en toda Europa de acuerdo con el plan criminal de los que querían eliminarlos de la faz de la tierra”, indicó.
“Cuando se estudia sin prejuicios ideológicos la noble figura de este Papa se aprecia la sabiduría humana y la intensidad pastoral que lo guiaron en su largo ministerio, y, de modo particular, en la organización de las ayudas al pueblo judío”, subrayó.
Gracias a la documentación recogida y a los testimonios acreditados, el simposio ofrece a la opinión pública la posibilidad de conocer mejor lo que Pío XII realizó a favor de los judíos perseguidos por los regímenes nazi y fascista, aseguró.
Puso de relieve que en los trabajos del simposio habían destacado las numerosas intervenciones realizadas secreta y silenciosamente, precisamente porque dadas las situaciones concretas de aquel difícil momento histórico, sólo de esa manera era posible evitar lo peor y salvar al mayor número posible de judíos. “La valiente y paterna dedicación del pontífice “fue reconocida y apreciada durante y después de la terrible guerra mundial por comunidades y personalidades judías, que manifestaron su gratitud por lo que había hecho por ellos”, precisó.
Agradeció a “Pave the Way Foundation” por la constante acción en promover las relaciones y el diálogo entre las religiones, de modo que ofrezcan un testimonio de paz, de caridad y de reconciliación.
“Espero que este año en que se conmemora el 50 aniversario de la muerte de Pío XII ofrezca la oportunidad de promover estudios más profundos sobre varios aspectos de su persona y de su actividad, para conocer la verdad histórica, superando todos los prejuicios restantes”, finalizó.
En junio de este año, el Presidente del Comité Pontificio para las Ciencias Históricas, monseñor Walter Brandmuller, lamentó que "unas quince colecciones de archivos israelíes" no permitan el acceso a los documentos sobre el Papa Pío XII y su labor en relación con los judíos.
Brandmuller explicó que los historiadores tienen libre accedo a todos los archivos del Vaticano, por lo que no entiende las críticas ya que se puede acceder a la mayoría de la documentación vaticana mientras que otros no hacen nada para dar a conocer sus documentos.
En el Congreso para conmemorar el 50 aniversario del fallecimiento de Pío XII se profundizará su positiva influencia, a partir de sus 43 encíclicas, en el Concilio Vaticano II.
Pío XII fue de gran ayuda para los judíos durante la Segunda Guerra Mundial y logró salvar a miles de ellos, los escondió de los nazis y ha recibido el homenaje póstumo de muchos de ellos. Como ejemplo de este agradecimiento, en junio, un grupo de sobrevivientes judíos del holocausto nazi presentó al Papa Benedicto XVI este congreso que se realiza en septiembre en Roma en acción de gracias al Papa Pacelli.
El 18 de junio de este año estuvieron presentes en la Plaza de San Pedro un grupo de sobrevivientes del holocausto nazi, quienes saludaron al Papa Benedicto XVI y le presentaron, como acto de gratitud, el simposio que se realiza en septiembre de este año, para profundizar la "gran ayuda que Pío XII brindó a los judíos" durante la Segunda Guerra Mundial.
Eugenio Maria Giuseppe Pacelli nació en Roma el 2 de marzo de 1876; fue creado cardenal el 16 de diciembre de 1929 por Pío XI y elegido Papa el 2 de marzo de 1939, cuando optó por el nombre de Pío XII. Falleció el 9 de octubre de 1958 en Castelgandolfo.
