El nuevo Presidente egipcio, Mohamed Mursi, destituyó a dos generales de alto rango del país: el mariscal Hussein Tantawi y el jefe del Estado Mayor, el general Sami Ennan, en una medida que implica una gran restructuración para el país.
Tantawi había sido ministro de defensa durante dos décadas bajo el gobierno del Presidente derrocado Hosni Mubarak y era el jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. Aún no señaló si acepta la decisión. Mursi designó al General Abdel Fattah al-Sisi, el director de inteligencia militar, para que lo remplace.
Asimismo, Mursi anuló la reciente declaración constitucional del ejército que había restringido los poderes del nuevo Presidente. Miles de personas se congregaron en la Plaza Tahrir para apoyar la decisión. En un discurso, Mursi sostuvo que las medidas son “por el bien de este país”.