Los funerales de soldados ya son algo habitual para el pueblo sirio y los anuncios sobre los entierros en los periódicos locales ocupan páginas enteras. Sin embargo, quienes pierden a sus seres queridos nunca se acostumbran, incluso en las épocas más severas.
"Mi hermano... Como muchos otros, murió por Siria. Estaba en contra de los que buscan su desintegración", recuerda el militar Jeni Rasmi, hermano de un soldado asesinado.
Jeni Rasmi no puede contener las lágrimas. Después de la muerte de su hermano, para él en este conflicto no existen más compromisos: hay una sola verdad por la que está dispuesto a morir y a matar.
La familia del teniente coronel Adib Jamadán fue más afortunada: él está vivo. Hoy sus parientes llegaron para verlo en el hospital donde se encuentra, tras sufrir el ataque de un grupo de terroristas.
"Cuatro terroristas me atacaron. Ellos mataron a mi amigo y a mí me hirieron. Luego me dejaron en una carretera en los suburbios de Damasco. Nuestros soldados me encontraron y me trajeron aquí", le contó a RT el teniente coronel Adib Jamadán.
Russia Today en Español, 14-08-2012