Hannibal Kadhafi provoca represalia libia contra Suiza

Muamar Kadhafi, reyezuelo decadente: suspende venta de petróleo a Suiza y detiene a dos empresarios suizos

El hijo del presidente libio Muamar Khadafi, Hannibal Kadhafi, vive con su esposa en Ginebra, Suiza, país que los arrestó por cometer actos de violencia contra dos empleadas domésticas, hecho que ha desatado la venganza del dictador libio.


En primer lugar, Khadafi reaccionó ordenando el cierre de empresas suizas en Libia, incluyendo a Nestlé y ABB. Además, encarceló a dos empresarios suizos y varios días rechazaron revelar las razones de las detenciones, pero se presumía que estaría pretextando asuntos tributarios. Ahora, 27 de julio, se sabe que Libia encontró una presunta ilegalidad en su inmigración, según informa la prensa suiza.

La semana presenta una escalada en la respuesta agresiva del dictador, quien decidió suspender la exportación de petróleo a Suiza, pese a que la refinería de Collombey, en el cantón suizo de Valais, pertenece a Tamoil, empresa controlada por Libia, cuyas importaciones de crudo son 100% libias. No obstante, las importaciones libias sólo cubren el 20% del consumo del país helvético.

Las autoridades suizas señalaron que el corte de suministro no pone en riesgo el abastecimiento local y que sólo perjudica a Tamoil, por lo que llamó a la población a no preocuparse por una escasez.

La primera medida suiza fue recomendar a sus ciudadanos abstenerse de viajar a Libia. Según los registros suizos, existen 49 ciudadanos de ese país en Libia.

El jefe de asuntos extranjeros suizo, Micheline Calmy-Rey, interrumpió sus vacaciones en busca de la liberación de sus compatriotas y para tratar de bajar la tensión con el país musulmán. En tanto, una delegación suiza dirigida por Pierre Helg, viajó a Trípoli.

Hasta la madre de una de las empleadas marroquíes agredidas, que visitaba a su hijo en Trípoli, ha sido intervenida y arrestada por las autoridades libias en circunstancias que se disponía a partir a Casablanca, por lo que solicitó la intervención de Marruecos y la ONU.

En los últimos años Libia ha gastado fuertes sumas en consultorías de imagen para presentarse como país democrático, pero con estos actos sólo reafirma su condición ya no sólo de estado antidemocrático, sino que pasa a ser como un feudillo sujeto a los vaivenes temperamentales de su torpe líder.

Si la familia de Kadhafi decide residir en Suiza, debe someterse a las leyes de ese país, que es algo que parece no entender Muamar Khadafi, quien lo único que está haciendo es desacreditar a su país comportándose como un reyezuelo tribal al mezclar asuntos familiares con cuestiones de estado.

De cualquier manera, no está dentro de lo prvisible que la Confederación Helvética se deje intimidar por un recorte petrolero ni por el poder que ostentan los Khadafi en Libia, pues Suiza es un país acostumbrado a hospedar a líderes y magnates de todo el mundo, sin que ello haya implicado aceptar chantajes.