Una operación de lucha contra el terrorismo a gran escala comenzó en Ghuta Oriental el 21 de agosto a las 07:20. Se considera que la localidad estratégicamente importante de Jobar, en Ghuta, es la “llave de Damasco”.
Dicho pueblo sirio (Jobar) había sido ocupado por unidades de elite del frente al-Nusra a fines del año pasado.
Para ponerse a salvo de los constantes combates, los civiles sirios hace mucho tiempo abandonaron el lugar. Por el momento, hay sólo combatientes rebeldes, no civiles.
Aquí no se ven niños ni mujeres, cuyos cadáveres muestran hoy los medios de comunicación occidentales.
Tampoco hay unidades del “Ejército Sirio Libre” (ESL) en este lugar, sino solamente terroristas internacionales de unidades extranjeras de al-Qaeda, así como mercenarios extranjeros profesionales, que entre otras cosas han sido entrenados por instructores de Estados Unidos en Jordania.
Antes del ataque de la infantería se llevó a cabo un cañoneo extenso e incesante, que duró 45 minutos. Los combatientes extranjeros sufrieron graves pérdidas por el fuego de la artillería de asalto y se vieron en peligro de un cerco y aniquilamiento completo.
A las 8 de la mañana, la infantería entró en contacto directo con el enemigo, y en todo el frente se desataron combates a corta distancia. Aquí, los enfrentamientos han tenido lugar dentro de edificios y casas, donde decenas de combatientes rebeldes murieron por las balas o las esquirlas.
El desesperado llamado terrorista a sus patrocinadores de Occidente para detener el ataque [del ejército sirio] esgrimiendo cualquier motivo es, por tanto, comprensible: en este caso, lograr su propósito de intervención militar extranjera con el pretexto de la presunta utilización de armas químicas por parte del Ejército Árabe Sirio (EAS), siguiendo probadas estratagemas para lograr la intervención de observadores de la ONU.
A eso de las 10:00, los medios de comunicación de Arabia Saudita, Estados Unidos e Israel publicaron la desinformación según la cual las unidades del ejército sirio habrían usado “armas de destrucción masiva”. En las primeras horas, los combatientes rebeldes, sea por estupidez o por desesperación, señalaron a Jobar como la zona en la que se habrían utilizado las armas químicas.
Pero la fuerza armada siria documentó el avance completo de la operación militar sin interrupción, con decenas de cámaras que han funcionado desde diferentes ángulos. Cualquier experto puede notar fácilmente, por las imágenes de las explosiones, que el ejército sirio empleó solamente munición normal.
No hay ningún humo que flote a baja altura. Teniendo en cuenta el clima ventoso, las condiciones de combate a corta distancia y que los militares no tenían máscaras antigás, los soldados y el equipo de camarógrafos habrían resultado seriamente afectados por los efectos de agentes de guerra química (gases tóxicos).
Pero no hubo nada de eso. Esto demuestra una vez más el hecho de que la campaña de los medios de comunicación sobre operaciones del ejército sirio con armas químicas es una mentira.
La intensidad de los combates se demuestra por el uso intenso de armas pesadas, cohetes, cañones sin retroceso, lanzacohetes, lanzagranadas y armas antiaéreas modernas por parte de los combatientes rebeldes.
En el primer día, los combatientes terroristas impactan un vehículo de transporte de personal y un tanque. Mataron a un conductor del tanque, que deja en la orfandad a un niño pequeño. También fue asesinado un soldado de infantería. Resultaron heridos 17 soldados sirios.
En el segundo día, un tirador de cañón sin retroceso del tipo B10 murió en el lugar por heridas de metralla, a sólo pocos pasos de nuestro camarógrafo.
En el tercer día de la operación militar, la situación es similar.
Ya la proporción de bajas que sufren los terroristas refleja la gran eficacia de la operación militar.
Pero los combatientes rebeldes, presuntamente intoxicados por gas nervioso sarín, responden el fuego con intensidad, lo que atestigua que el ejército sirio no ha utilizado agentes químicos contra ellos.
En su impotencia, los combatientes terroristas también bombardean con lanzagranadas y morteros a los periodistas y áreas adyacentes de Damasco, habitadas exclusivamente por civiles.
Algunas granadas de mortero se dispararon directamente a la carretera Fares al-Khouri, cerca de la plaza al-Abbasyeen, donde circulaban mujeres y niños al momento del impacto. El bombardeo continuaba hasta hoy.
La pérdida de Jobar, la “llave de Damasco”, significa —de cara a la Conferencia de Ginebra II— la muerte política del frente al-Nusra
En un intento desesperado por salvar a los restantes terroristas profesionales de Ghouta Oriental, el Departamento de Estado de los Estados Unidos ha cometido un error imperdonable.
Al realizar la comprobada provocación con agentes de armas químicas, Occidente en los hechos ha confesado abiertamente su apoyo a al-Qaeda.
Traducido por Con nuestro Perú de
Syria News, 25-08-2013
http://www.syrianews.cc/syria-anna-news-jobar-chemical-weapons/
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